Sobre Poder hablar, de y por Bruna Pradolini, con la actuación de Lautaro Lamas.
Leonel Giacometto
El actor Lautaro Lamas, cuya actuación está en disputa ante todo, pone en carne escénica Poder hablar, con las palabras y la dirección de otra persona, Bruna Pradolini, quien, no pone en debate un género teatral, sino que hace mejor: lo hace cambiar. O, al menos, lo intenta. No es poca cosa. Menos hoy, aquí.
El lenguaje de lo real fingido
La gacetilla de prensa: “Poder hablar cuenta la historia de Storanni, un hombre solitario que la noche del 31 de diciembre espera a su joven hija Nila para brindar y hablar después de mucho tiempo. En la espera ensaya lo que le gustaría decirle y en la soledad de su cuarto rentado despliega un interior cargado de amores, dolores, frustraciones y alegrías; emociones que se van desplegando y potenciando en la espera, dejándolo cada vez más solo y consigo mismo, en una conexión cuerpo a cuerpo con el público”. Pero, con el peso del hoy de uno mismo y de cada uno de nosotros, en esa sinopsis tan igual a muchas sinopsis de muchos, pero muchos, al menos en unipersonales, espectáculos donde las palabras prometen un teatro realista donde uno espera el tejido de prejuicios, experiencias, y saberes puesto en lo que piensa que podría ser, en este caso, Poder hablar. Y, sí. Pero no. Porque es esa misma especulación teatral donde sucede lo que debe suceder: darse una idea de un cómo poniendo en juego lo que ya existe, y se nombra como tal. Maraña para decir que, al fin, en la escena rosarina, aparece o surge la impronta de otras voces, otras experiencias teatrales que se hacen oír y ver.
Un personaje que es un personaje pero al mismo tiempo es la voz de un padre y un hijo, quizá por eso ese desfajase entre el cuerpo del actor, la supuesta edad del personaje, y el tono “en clave” reminiscencia al tono del “tano” inmigrante, y sus hijos, fundantes del teatro que, sobre todo después de 1982, con la democracia nueva, vivió su esplendor hasta ahora, a veinte años del año 2000, donde por entonces otra cosa era un hombre y otra cosa era una mujer. Hoy estamos en disputa, como el personaje, que a medida que avanza Poder hablar, se enfrenta al “no poder” o “no saber” cómo se hace para hablar con otra. Otra, en este caso, su hija, que estudia teatro y está ensayando Hamlet. Acá podríamos presuponer un guiño de la autora, dando por real que ella será Hamlet, o no, que será Ofelia. Ahí está el juego. La evolución de lo hechos es tan extraña que hasta perece a propósito. Esto no lo sabemos. Pero algo se está moviendo. En todos lados.
Ficha técnica
Título: Poder Hablar
Actuación: Lautaro Lamas
Asistencia técnica: Germán Lo Giudice
Asistencia de dirección: Claudia Dichiara
Dramaturgia y dirección: Bruna Pradolini
Funciones: sábados a las 21 horas en el Teatro del Rayo, Salta 2991, Rosario, Santa Fe