Tras días de trabajo, un equipo técnico del Ministerio de Cultura de la Provincia, junto a vecinos, lograron extraer hacia la superficie los huesos encontrados a más de cuatro metros de profundidad. Allí descubrieron nuevos restos fósiles.
En el lugar tomaron muestras de los nuevos descubrimientos “para determinar de qué se trata”, explicó Luciano Rey, quien dirigió las tareas.
Tras el hallazgo hace algunas semanas atrás en la localidad de Las Petacas -departamento San Martín- mientras una empresa realizaba las obras para un futuro plan de viviendas, el fósil fue extraído de los 4 metros de profundidad y se confirmó que se trata de un gliptodonte.
El equipo técnico de Patrimonio Arqueológico y Paleontológico dependiente de la Subsecretaría de Gestión Cultural del Ministerio de Cultura de Santa Fe que estuvo a cargo de los trabajos confirmó que, además, hubo más descubrimientos.
“Encontramos, alrededor del bicho, otros huesos de animales que vamos a comenzar a estudiar para determinar de qué se tratan”, le dijo a este medio Luciano Rey, quien estuvo a cargo de la dirección del rescate.
Un trabajo especial
Fueron cuatro días de trabajo en profundidad, a cuatro metros de profundidad, donde un equipo técnico puso manos a la obra para proteger el fósil hallado y comenzar con el ascenso del mismo.
“Bajamos al pozo que tiene unos 4 metros y medio, fuimos descubriendo todo el caparazón, luego hicimos una bocha de yeso y papel film. Después armamos una cama y con una grúa de la EPE logramos elevarlo hasta la superficie”, explicó Rey al referirse a las tareas desarrolladas en el lugar.
Alumnos realizaron una muestra alrededor de la proceso de extracción.Foto: gentileza
Y finalmente, lo que en principio se suponía pero no se confirmaba, se terminó de conocer con exactitud. De acuerdo a lo que explicó el paleontólogo, el fósil hallado se trata de un neosclerocalyptus, el más chico de los gliptodontes. “Imaginemos un antepasado de las mulitas y peludos. Para graficarlo, era un bicho un poco más grande a un tacho de 200 litros de aceite”.
Sorpresas
Asimismo, quien estuvo al frente de la dirección de las tareas de rescate anunció nuevos descubrimientos. “Encontramos huesos de animales más pequeños alrededor del gliptodonte, algo que no hemos determinado de qué se trata. Al momento de llevar adelante la limpieza, que será en los próximos meses, podremos dilucidar qué es”, destacó.
Los restos encontrados ya se encuentran a disposición de la Comuna local para que defina el destino final que, se estima, será el museo. Desde el año 2012, momento en que se aplica en Santa Fe la Ley Nacional 25.743 de Patrimonio Arqueológico y Paleontológico, los fósiles no se mueven del lugar en el cual fueron hallados, formando parte de la comunidad.
“Fue un marco hermoso de trabajo colectivo. Trabajaron alumnos de escuelas de la localidad. El patrimonio cultural de la región debe ser rescatado por toda la comunidad y vecinos interesados”, sostuvo Rey.
Participación ciudadana
El descubrimiento que tuvo en vilo a la pequeña localidad de unos 1.000 habitantes contó con un condimento especial. El rescate del gliptodonte tuvo la participación de vecinos. A cada uno se le asignó una función diferente para que sean partícipes, en primera persona, del rescate del animal que habitó estas tierras hace unos 8.000 años.
“Fue una jornada muy interesante para el pueblo. Estaban todos observando y había mucha expectativa de lo que iban a sacar, porque no había certezas de que era un gliptodonte”, contó Mariana Echarri, docente de Las Petacas.
La propia profesora fue partícipe desde el primer día, donde colaboró durante 12 horas prestando ayuda al equipo técnico con trabajos de campo y registrando los pasos realizados minuto a minuto. “Tuve la posibilidad de descender a profundidad en varias oportunidades para colocar yeso en la caparazón”.
A su vez, y en la misma línea, Rey explicó que la comunidad en general mostró un fuerte interés para ser parte del rescate histórico del gliptodonte. "A todos les fuimos asignando tareas. Algunos bajaron al pozo, otros estaban encargados de rotular las muestras que subíamos a la superficie. No sólo se trata de sacar restos, sino de recabar información. En cada excavación van saliendo huesos de otros animales y levantamos sedimentos de distintas capas de tierra”.
Un hallazgo como método de aprendizaje
Alumnos de la escuela secundaria de la localidad acompañaron durante el día de la extracción la jornada con una serie de muestras relativas a la megafauna. Desde el inicio, y al conocerse el descubrimiento, se realizó un streaming con un paleontólogo y geólogo de la ciudad de La Plata para conocer con mayor detalle la historia del fósil.
La bandera de Santa Fe, sello distintivo de la jornada.Foto: gentileza
Ya en la jornada de extracción, los alumnos fueron los encargados de llevar adelante las acciones en los alrededores del lugar. “Por un lado entregaron fósiles hechos de caracoles, por ellos, a modo de recordatorio. Hubo otro grupo que desarrolló una muestra sobre los animales que convivían con los gliptodontes. Y por último, chicos de tercer año realizaron una muestra mediante hologramas donde se podían observar animales de la prehistoria en 3D”, destacó la docente.
El resurgimiento de fósiles milenarios
Producto de la histórica sequía que atraviesa el país, y ante la fuerte bajante de los ríos, lagunas y canales, restos milenarios de animales suelen emerger desde las profundidades. Así, las denuncias de hallazgos se han vuelto una constante en los últimos meses en el Ministerio de Cultura de Santa Fe.
“Estamos sacando varios bichos. Nosotros nos encontramos en una zona fosilífera importante de la megafauna de mamíferos. Hace dos semanas sacamos un glossotherium -perezoso gigante- en Puerto San Martín, un toxodonte en la localidad de Eusebia -departamento Castellanos-, y restos de mastodonte en Felicia -Las Colonias-. Hace tiempo, también, encontramos restos de un tigre dientes de sable”, reflejó Rey.
De acuerdo a lo que explicó, y para posicionar en la historia a la población sobre la megafauna, los mamíferos que habitaban estas tierras y se suelen descubrir “son los que solemos ver en la película La era del hielo, unos animales que pesaban más de una tonelada”.