En 2015 su hijo falleció producto de un siniestro vial en la ciudad de Gálvez. A partir de allí, María del Carmen Ligiero canalizó su dolor en generar conciencia sobre el uso del casco y evitar más muertes jóvenes, sumándose a Estrellas Amarillas. Estuvo en Coronda y aspira a iniciar cursos y charlas en escuelas.
Cuando alguien pierde a sus padres se convierte en huérfano, cuando alguien se queda sin su pareja, se le llama viudo, pero cuando alguien pierde a un hijo, eso no tiene nombre. El dolor es tan inmenso que sigue siendo una “no palabra”. Sin embargo, hay quienes canalizaron ese espantoso vacío en la búsqueda de hacer el bien “in memoriam”. Cuando una persona le pasa paños de piedad al recuerdo de ese hijo o hija que ya no está y lo traslada a iniciativas por el bien de otros, eso es empatía y amor al prójimo en su más noble manifestación. Eso hace María del Carmen Ligiero, una galvense que el 29 de noviembre de 2015 soportó esa puñalada en el alma. Ese día, Mariano, de 20 años, protagonizó un accidente con su moto, no tenía casco y murió.
Por eso el lema de “Basta de estrellas amarillas” que ha tomado como título a su iniciativa y como objetivo primordial para esta movida. Justamente, es parte integrante de la Fundación Estrellas Amarillas, que se encarga de pintarlas en las calles o rutas donde hubo accidentes fatales.
Ya ha dado cursos, ha generado conciencia vial en escuelas, vecinales y otros lugares de Gálvez, y la semana pasada estuvo en la Municipalidad de Coronda en busca de apoyo para ampliar sus horizontes de prevención. El primer paso sería los años mayores de las escuelas medias de la ciudad.
Pocos cascos
No se trata de decir nuevas verdades, sino de recordar aquello que simplemente puede salvar una vida. Ligiero contó al ver lo que pasa en Coronda que “tenemos entendido que mucha gente en esta ciudad no usa cascos, fundamentalmente se observan muchos motociclistas sobre Ruta 11 con el peligro que significa y trataremos de inculcar el uso correcto del casco, ya que de nada sirve llevarlo en el brazo o como sombrerito, porque ante una caída, lo primero que golpea es la cabeza del motociclista”.
La afirmación de la dirigente vial es cierta. En Coronda hay épocas en las cuales abundan los operativos de tránsito y ante esta situación, casi nadie olvida el casco. Caso contrario ocurre cuando cesan: los visitantes se sorprenden porque el 80% y más tal vez de las cabezas de los motociclistas y acompañantes no tienen casco puesto cuando no hay controles.
Un dato concreto: en lo que va de marzo se han hecho tres operativos de tránsito entre inspectores locales, Policía de Seguridad Vial, agentes de la Unidad Regional XV e incluso Assal. Son sin previo aviso y en el mismo día rotan por varias partes de la ciudad. El resultado ha sido 30 actas de infracción -18 en motos y de ellas 12 por falta de casco principalmente- con 5 motos secuestradas porque carecían casi de todo.
Gentileza.
Buscar conciencia
Ligiero contó entonces que “seguiremos concienciando, sumando gente, instituciones y ciudades porque no queremos más estrellas amarillas, es una lucha que llevamos adelante hace varios años en Gálvez y no bajaremos los brazos porque queremos evitar más muertes de jóvenes, pero también queremos que la gente mayor que lleva en moto a sus hijos desprotegidos que sean responsables y les coloquen cascos porque después de un siniestro es muy tarde, por lo que primero está la prevención para luego no lamentarnos”.
Luego finalizó diciendo que “si mi hijo hubiese llevado el casco puesto quizás hubiera salvado su vida. Cuando una vida se va es muy difícil llenar ese vacío y las familias se destruyen. La familia nunca volverá a ser la misma, porque se va un ser querido por una negligencia”, contó con dolor la mamá del joven siniestrado en 2015.
Estadísticas
Según la Asociación Civil Luchemos por la Vida, en 2022 la provincia de Santa Fe tuvo 558 víctimas fatales en siniestros viales, siendo el segundo distrito con más decesos superado sólo por Buenos Aires con 1.881.
En tanto la Agencia Nacional de Seguridad Vial destaca que en el país los motociclistas continúan siendo los principales afectados de la siniestralidad vial, debido a que representan un 43% del total de las víctimas fatales. Los automovilistas el 28%; los peatones un 10%; los de camionetas el 9% del total; los ciclistas el 4%; y transportistas de carga el 3%.
En Coronda, en lo que va de 2023 se reportaron extraoficialmente 5 colisiones con al menos un lesionado en enero, 6 en febrero y 3 en marzo -al momento de elaborar este informe- dentro del distrito, pero con dos hechos fatales. Uno, el 18 de febrero, cuando un camión Ford 4000 atropelló a un pequeño de un año y 7 meses en un camino rural del sur. Otro, si bien considerado suicidio, terminó siendo el de un camión que arrolló a un hombre de 42 años en el km 107 de la Autopista, en jurisdicción de Coronda, pero lejos del centro.
