Una ronda de consultas por parte de Mirador Provincial con algunos referentes de distintos sectores productivos de Rosario sobre cómo impacta esta escalada de la divisa, exponen de qué manera se enfrentan a esta situación económica en un año electoral y que mantiene a todos en estado absorto.
Una nueva corrida del dólar ilegal que, en Rosario, alcanzó los 500 pesos, empujó a diversos sectores productivos de la ciudad a un escenario de incertidumbre total. Si bien algunos lograron seguir para adelante, otros empiezan a sentir los embates de estos vaivenes económicos y una altísima inflación.
Desde remitos abiertos, remarcación semana a semana, aumentos entre 20, 30% hasta advertencia de freno en la producción, son solo algunos de los contextos con los que se está conviviendo en Rosario producto de esta escalada del dólar blue.
Una ronda de consultas por parte de Mirador Provincial con algunos referentes de distintos sectores productivos de Rosario sobre cómo impacta esta escalada de la divisa, exponen de qué manera se enfrentan a esta situación económica en un año electoral y que mantiene a todos en estado absorto.
Por ejemplo, según contó Reinaldo Bacigalupo de Mercado Pichincha, la disparada del blue “impacta muy fuerte en los precios, en proveedores que pasan aumentos del 20, 30%, proveedores que no manejan algunos insumos por una semana. Es muy caótico todo. Son semanas en donde por ahí tenés el 50% de la carta porque te falta un insumo de cada producto”.
“Esto lleva a que tengamos que elaborar de forma muy creativa. Esta situación de obliga a cambiar precios todos los meses. Lamentablemente esta es la realidad de todos los gastronómicos”, siguió. “Es un lío bárbaro”, porque no solo hay que cambiar “todo el tiempo” los números del software de gestión, sino también el de las aplicaciones de delivery, la del Excel con control de costos, es decir, “tenemos una persona encargada de cambiar los precios todos los meses”.
Lo positivo, si se quiere, es que estos movimientos generan que se “potencie la transición de la carta en papel o cartón al QR o carta digital”, lo que es “muy positivo” para el medioambiente. Pero sinceramente “se está renegando mucho”.
La mirada de Rubén Llenas, gerente de la Cámara Argentina de la Construcción, delegación Rosario, es mucho más pesimista y preocupante. Es que están al borde del freno distintas obras públicas y posibles pérdidas de empleo.
Llenas estima que este contexto provoca que haya empleo que se “va a perder”. “Las empresas hacen esfuerzos desde octubre a esta parte por mantener su plantilla, tenemos récord de empleo en la construcción con 450 mil obreros en el país, 39 mil en Santa Fe y todo dentro de empleo formal”.
Sin embargo, el gerente de la Cámara Argentina de la Construcción, delegación Rosario indicó que, pese a que el nivel de actividad “es excelente”, con toda la obra pública, pero “la legislación no está hecha para una inflación del 100%”.
Resulta que “los estados venían pagando muy en término, pero hay pequeños atrasos de una semana y quince días que desmorona todo el esfuerzo que se viene realizando”. “Las obras son grandes para lo que estamos acostumbrados, como gasoductos, pero también construcción de escuelas, cuando se crea infraestructura se generan nuevas necesidades y se transforma en un circulo virtuoso”, analizó Llenas.
Del otro lado de la vereda, el presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (Cadeiros), Andrés Gariboldi, señaló que en su sector hay distintos escenarios, pero no en una situación tan compleja como en otros.
“Lo que genera hoy el dólar dentro de nuestro sector es que aquel que tenía previsto realizar algún tipo de operación que estuviera destinada a una inversión se quede esperando unos días a que esto se normalice”, puntualizó.
En esta línea, el que tenía pensando cerrar una operación por necesidad, porque necesita ampliarse y no puede esperar más o el motivo que fuere, “toma la decisión y termina comprando”.
En su gran mayoría, el que va a comprar un inmueble “está posicionado en dólares y culmina cerrando la operación en esta divisa también”, agregó.
“Seguramente el mercado va a esperar que se aclare un poco el panorama, que se estabilice el dólar. Nosotros tenemos mayor demanda y cerramos más negocios cuando la moneda estadounidense se encuentra estable, mientras que con este tipo de sube y baja genera que las personas se queden expectantes”, concluyó Gariboldi.