“La poesía habla poco para decir mucho”, plantea la poeta, ensayista y traductora española Ada Salas. Y está en lo cierto, una de las voces más significativas de la poesía santafesina, Luciano Arias, presentará este viernes 28 su tercera novela La travesía final publicada con la destacada CGeditorial. Editorial Ciudad Gótica. La cita será en San Nicolás, MOV (Gendarmería Nacional 461) a las 18:30, entrada libre y gratuita. Mirador Provincial entrevistó al autor donde dialogó sobre su trabajo literario, el proceso de la novela.
El primer amor literario
-¿Cuál fue el primer libro que leíste?
-No estoy completamente seguro, pero creo que fue Telón de Agatha Christie.
-¿Y se te daba por pensar, alguna vez, que podías ser un escritor?
- De chico la verdad que no, quizás ese pensamiento comenzó a formarse en mi adolescencia, y se completó cuando comencé a escribir Legado, mi primera novela.
-¿Qué extrañas de la infancia?
-Muchas cosas, el vivir sin preocupaciones. Jugar inventando. También añoro los sábados que para mí tenían un sabor particular, porque era el día que podía compartir con mi familia.
-¿Cómo fuiste encontrando tu estilo en la escritura?
-Con mucha práctica y lectura. Igual creo que el estilo se sigue modificando continuamente. Si comparas mi primer libro con el último vas a encontrar muchas diferencias. Mientras en Legado las situaciones pueden ser más infantiles, en La travesía Final hay descripciones más crudas. Es una constante evolución.
-Hablemos de literatura argentina… ¿Qué escritores te han influenciado?
-Sin dudas Liliana Bodoc, su estilo es prácticamente poético, me cautivó desde el inicio. Su saga de los Confines, no solo abrió las puertas al fantasy argentino, sino que además es una obra imprescindible para cualquier lector. Leo Batic también me influenció, en particular sobre cómo conformar personajes femeninos.
-¿Cuál es tu libro preferido?
-La isla del Tesoro de Robert Stenvenson. Lo leí en mi adolescencia y me encantó. Lo terminé en pocos días. Motivo por el cual también agregué piratas en mi primer libro.
La presentación será este viernes.
Gentileza.
-¿Cuál es la virtud del escritor?
-Muchos podrían decir que tener una buena sintaxis o gramática. Pero yo creo que lo más importante es la imaginación, dejarse llevar y crear mundos y personajes. Por supuesto que la gramática es importante a la hora de plasmar tu idea en un papel, pero se parte siempre de la imaginación.
-¿Cómo sintetizarías la dinámica de tu trabajo literario?
-No hay una forma única de trabajo, o al menos no para mí. Sí dedicarle todos los días un poco de tiempo, avanzar con una historia o comenzar una nueva. A veces uno no está inspirado y no sabe como continuar. Y a veces la inspiración llega cuando uno esta trabajando u ocupado en otras cosas, ahí viene bien siempre tener una libreta a mano para que las ideas no se escapen. También disfruto de escribir escuchando música.
Presentación de La travesía final
-¿Cómo se fraguó La travesía final? ¿Qué expectativas tenés en la presentación del 28 de abril?
-La travesía Final viene rondando mi cabeza hace varios años. Pero por supuesto, fue mutando. No la esencia de la historia, que es la misma, pero sí la incorporación de personajes y situaciones. También sabía que era el cierre de mi trilogía y quería darle un final apropiado, que creo lo logré. Disfruté cerrando las historias de todos los personajes. Mis expectativas para la presentación son: que sea un éxito, en el sentido de que este libro marca el final de una etapa para mí, y quiero disfrutarlo como tal, festejarlo como tal. Después que los lectores que me acompañaron desde el inicio sientan con emoción este cierre de la historia, y por supuesto les complazca como a mí.
-¿Cómo es el detrás de escena en la creación de la novela, la relación escritor-editor?
- Quizás el detrás de escena es la parte más tediosa de la creación. El tener que releer la novela hasta el hartazgo controlando si la escritura fue correcta, si no hay errores ortográficos o palabras mal escritas. Llegas a un punto que ya no querés releer nada. Con la editorial todo fue distinto, Ciudad Gótica confió en mi historia desde un inicio (cuando se las presenté en el año 2014), y desde entonces me apoyaron y alentaron para llegar a este momento. No tengo más que palabras de agradecimiento para Sergio y todos los que componen la editorial.
-¿Qué anécdotas literarias o aventuras de vida te guardas para tu privacidad?
-Muchas. Este es un camino complicado, pero me llevó a conocer a mucha gente y vivir situaciones únicas: por ejemplo, estar presente en la feria del libro. Son experiencias que uno no olvida jamás.
-¿Cuáles son los próximos escritos que tienes en mente?
-Varios, siempre tengo varios proyectos a la vez. Si me trabo con uno avanzó con el otro. Quiero distanciarme un poco de la fantasía y probar con otros géneros, como el terror o suspenso. También he comenzado a incursionar en el mundo del guion de comics, una faceta que es distinta, pero muy agradable también. Por otro lado, tengo finalizado un libro que, si bien abarca parte de fantasía, también lleva adelante una critica social que me gustaría fuese, en algún momento, publicado.
-¿Cuál es la motivación de seguir escribiendo?
-Mi motivación es la misma que cuando inicié, es una diversión, mi cable a tierra, el momento de dispersión, de goce. Amo inventar historias, personajes, situaciones, todo el tiempo lo hago y espero poder seguir haciéndolo por el resto de mi vida. Si en determinado caso ya no lo disfruto, va a ser el momento de dejarlo.
-La lectura es un acto de seducción. Uno tiene que verse atrapado, envuelto en aquello que está leyendo, ¿Cómo logamos eso en esta generación que lee poco?
-Estoy completamente de acuerdo con lo que decís, y la respuesta es difícil de elaborar. Hoy un libro no parece competencia contra un celular o la televisión que nos da todo al instante y casi sin necesidad de pensar. Sin embargo, hace poco con la Asociación de Escritores Nicoleños (AEN) de la que soy parte, donamos libros a la biblioteca de una escuela, y los chicos se sintieron atraídos por la gran variedad de libros que había (alrededor de 100). A lo que me refiero es que quizás el chico no se interesa por el libro porque uno no se lo acerca, no se lo presenta. Pero si lo haces, insistís, podes atraparlo. Otra manera es ver sus gustos y luego “seducirlos” con las distintas propuestas de libros que hay. Soy un creyente también de que las tapas son importantes, es lo primero que el cerebro registra de un libro, incluso antes que el título. Y por supuesto, la sinopsis del libro. Jamás, al menos yo, leería un libro que no tiene una sinopsis, es lo que termina de definir si vas a entrar en ese mundo o no.
-Algunos creen que hay que leer mucho para escribir bien y otros consideran que hay que andar mucho en la calle, observar, escuchar, rastrear historias…¿coincidís?
-Completamente. El leer te abre mundos, te vuelve más imaginativo y creativo. Pero en la calle podés terminar de encontrar el final de la historia que estas desarrollando, o hallar el personaje que tanto buscabas. Una cosa que hacía cuando viajaba de Rosario a San Nicolas en colectivo, para matar el aburrimiento era describir en pocas palabras a las personas que había en el colectivo, esas descripciones luego sirvieron para armar mis personajes. El mundo es una gran historia y cada persona tiene la suya.