A lo largo de su trayectoria como artista, el dramaturgo canadiense Michel Marc Bouchard (1958) ha sido distinguido en más de una oportunidad por codiciados premios redondeando un aura de prestigio a una obra que habla por sí sola en cuanto a temática y esencia. Entre sus distinciones, cuenta en su haber con premio anual de Toronto Dora Mavor Moore a la nueva obra destacada, el premio Floyd S. Chalmers y nueve Jessie Richardson Theatre.
Sus trabajos han recorrido el mundo entero y en el caso de Tom à la ferme (o Tom en la granja, como se la conoce en nuestras tierras) llegó a la pantalla grande de la mano del director Xavier Dolan en el año 2013, quien también se encargó de interpretar el papel de Tom. La película no solo le permitió a Dolan ganar el premio FIPRESCI en el Festival Internacional de Cine de Venecia, sino que también dio a conocer no sólo al jurado, entre los cuales se encontraba Bernardo Bertolucci, sino a la comunidad cinéfila internacional, una historia de amor interrumpida por el absurdo de la muerte y el desnudo a cielo abierto de la complejidad de problemáticas emergentes cuando los actores no se aggiornan a los parámetros heteronormales de la vida amorosa.
Gentileza: Natalia Merlo.
Diez años después del estreno mundial de la adaptación a la pantalla grande del texto de Marc Bouchard, encuentra su adaptación criolla en una versión que no será inédita ya que en agosto del 2019 su director Aquiles Pelanda estrenó temporada en Rosario. En aquel pasado remoto fue en Sala La Sonrisa de Beckett. En esta nueva temporada 2023 tendrá escenario los viernes de mayo a las 21.30 en Espacio Bravo (Catamarca 3624). Una nueva oportunidad para el debate y la visibilización de derechos del colectivo LGTBI. Mirador Provincial dialogó con su director Aquiles Pelanda.
Aquiles Pelanda en primera persona
-¿Cómo llegaste a la obra de Michel Marc Bouchard ?
-Se dio a partir de la película de Xavier Dolan; cuando la vi me pareció muy teatral. Investigando, me encontré con que estaba basada en una obra de teatro. Aunque no parezca, hace cinco o seis años no estábamos tan conectados como ahora. En ese momento le envié cientos de mensajes a Dolan que nunca respondió. Los actores de la película también recibieron mensajes míos. Pero la investigación me llevó a contactarme con el traductor y director de la versión mexicana de la obra, Boris Schoemann, que fue quien finalmente me pasó la versión en castellano. La imprimí y la devoré; me pareció magnifica, dura, violenta, poética y también me pareció algo muy difícil de hacer, casi inalcanzable, porque la obra plantea una dificultad técnica y actoral importante. La obra quedó en un cajón, pasó un tiempo y comencé a estudiar en el taller de Oscar Medina aquí en Rosario y con Helena Tritek en Buenos Aires; conocí gente maravillosa, valiosa y muy comprometida que hoy son mis compañeros de elenco y parte del equipo que me acompaña. Así fue que finalmente pedí los derechos, a partir de que Schoemann me pasó el mail del autor. Y para mi sorpresa, su respuesta fue inmediata y muy positiva, fue un momento increíble. Desde que comenzamos con los ensayos estamos en contacto y charlamos mucho acerca de la propuesta.
-¿Qué impacto tiene la versión original a nivel internacional?
-Desde su estreno en Canadá en 2010, la obra recorrió muchos países de todo el mundo. Cuando nos visitó Michel Marc Bouchard nos comentó que todas las puestas en escena de Tom en la granja que vio son muy diferentes entre sí y que eso tiene que ver fundamentalmente con la cultura receptora, en algunas, como en la brasileña, el eje está puesto en lo físico, en otras, como en el caso canadiense se centra más en la palabra. De cualquier modo, las traducciones de los textos son muy cuidadas y se busca que sean hechas por escritores. Sin embargo, lo que cada cultura lee en la obra se nutre también de los valores y las experiencias históricas del lugar al que llega. En Ucrania, el vínculo de sometimiento, violencia y fascinación que entablan Tom y Francis fue leído como una metáfora de las relaciones históricas y culturales entre este país y Rusia, por ejemplo.
-¿Por qué les parece interesante argentinizar la historia?
-Más que interesante me pareció necesario hacerlo. La obra original está escrita por alguien que vive en la otra punta del mundo y la idiocincrancia es otra, para mí como director y actor era fundamental y necesario hacer propias esas palabras y las maneras de decirlas. En este sentido el autor me comento que los detalles son fundamentales al momento de escribir un texto que resulte verosímil para el espectador y que por esa misma razón se debe tener la responsabilidad de hacer un trabajo fino con el lenguaje: un trabajo que apunte a las sutilezas de las palabras, a su armonía y belleza, pero también a la precisión.
-¿Qué le ofrece la obra al espectador como espacio de reflexión?
-Todo acontecimiento artístico ofrece un espacio de reflexión y más que nada el teatro, un espacio de entretenimiento también. Esta obra en particular lo que ofrece es una historia muy bien contada, reconocible, cercana, llena de lugares donde el espectador pueda identificarse, pensar y entretenerse. Creemos que es un buen momento para tener este tipo de obras en cartel. La nuestra habla sobre la violencia, en todas sus formas, pero principalmente de la violencia que reciben las personas con sexualidades disidentes. La obra trascurre en un pueblo, ese contexto, que es hostil y violento, hace más difícil visibilizar todas estas cuestiones, por esto de «pueblo chico, infierno grande». El autor siempre hace referencia en sus entrevistas a que los homosexuales aprenden a mentir antes que amar, tal vez eso ahora haya cambiado un poco, no tanto, pero creo que la obra habla también sobre eso: sobre las consecuencias de esas mentiras.
-En materia de producción, ¿cuánto tiempo les llevo adaptarla?
-Lo que hicimos fue una adaptación de la versión mexicana, que es la versión que existe en español. Fue un trabajo de mesa súper interesante que hicimos entre los cuatro actores, antes de comenzar con los ensayos. Cada uno fue buscando el perfil de sus personaje y las palabras y expresiones que iban con ese perfil, siempre teniendo en cuanta la versión original y respetando fielmente la esencia de la obra. De igual manera confieso que hasta el día de hoy, a veces nos encontramos con palabras, frases, expresiones que de alguna manera necesitan ser adaptados para sonar mejor en esta geografía donde estamos.
-¿Consideran que la sociedad actual es más igualitaria y plural que años atrás? ¿Qué rol ocupa el teatro en la búsqueda de la anhelada igualdad?
-En ese sentido, considero que estamos atravesando un proceso de cambio hacia la igualdad y la pluralidad, y que es una lucha que se está librando y aún falta bastante. Lo que si es cierto, es que si miramos hacia atrás las cosas han ido cambiando para bien, tal vez el teatro y cualquier otra expresión artística aporto a ese cambio y a esa búsqueda. De todos modos, lo que surge siempre en las charlas con los actores y con el equipo, es que más allá de que las cosas están cambiando, en lo singular, en lo íntimo, las personas con sexualidades disidentes aún sufren el dolor y la angustia de lo que eso significa y me parece que para que eso cambie todavía falta muchísimo y mi aporte para que eso suceda es este, poner en escena una historia que muestre la angustia, el dolor y el sufrimiento que se traviesa solo por eso, por ser “diferente”.
Sinopsis
Tom en la granja de Michel Marc Bouchard
Un escenario oscurecido por la violencia toma por la garganta a un Tom demasiado confundido y avasallado por el dolor de una pérdida. En una granja perdida en el vacío de los que viven lejos y aislados, cuatro personajes son reunidos por un muerto que alguna vez fue un buen amante, un hijo que escapó, un hermano triste y negado, un falso novio.
Ficha técnica (Tom en la granja, versión 2023)
Autor: Michel Marc Bouchard.
Traducción: Boris Schoemann.
Dirección: Aquiles Pelanda.
Elenco: Lucía Dominissini; Leandro Iossa; Aquiles Pelanda y Paula Luraschi.
Asistencia general: Leandro Doti.
Entrenamiento actoral: Esteban Trivisono.
Coreografía: Imanol Muñoz.
Realización de escenografía y montaje: Danilo Molinos.
Diseño lumínico y operación: Igal Chami.
Diseño gráfico: Leandro Doti.
Asesoría de vestuario: Lorena Fenoglio.
Fotografía: Natalia Merlo y Toni Frillochi.
Video y trailer: Marco Cettour.
Producción general: Aquiles Pelanda y Leandro Doti.
Reestreno
Días: viernes de mayo.
Hora: 21.30.
Lugar: Espacio Bravo. Catamarca 3624 - Rosario.
Anticipadas con descuento vía WhatsApp: +54 9 3364 59-4923.