El equipo de Gabriel Heinze enfrentará a Santos de Brasil por la Sudamericana en el Coloso Marcelo Bielsa en la búsqueda de un triunfo que lo acerque a la clasificación.
Newell’s tiene varias caras. Una, la irregular, de la Liga Profesional, esa en la que no termina de arrancar y genera más dudas que certezas. La otra, la internacional, en la que debutó con dos victorias en fila y en la que buscará conseguir una nueva alegría, esta vez ante el histórico Santos de Brasil, que lo acerque a la clasificación a la siguiente ronda de la Copa Sudamericana.
Para que esto suceda, los dirigidos por Gabriel Heinze deberán mejorar lo que vienen haciendo. La última imagen no fue nada buena y hay preocupación en los pasillos del Parque. Es que, más allá del buen andar en el plano internacional, se sabe que enfrentar a un conjunto brasilero es un riesgo, y, sobre todo, que el ritmo de la liga marcará el resto de la temporada.
Es cierto que el Peixe no es el que supo ser, el arranque del Brasileirao no fue el mejor y se encuentra en el tercio inferior de la tabla de posiciones, aunque solo van tres fechas. En la copa, por su parte, el empate como local ante Audax Italiano dejó dudas a los hinchas y el duelo en Rosario será una oportunidad para recuperar esos puntos perdidos en su casa.
Newell’s tiene varios puntos a mejorar. El primero e indispensable, encontrar un funcionamiento que de algo de seguridad, sea cual sea el torneo. Con más de cuatro meses de trabajo y partidos, todavía no se logra ver la idea que tanto pregona desde lo discursivo el entrenador.
La Lepra no pasa del toqueteo intrascendente, no tiene vértigo, no genera prácticamente situaciones y las pocas que genera no las puede concretar. Además, defensivamente tampoco es sólido y encuentra en su arquero, Lucas Hoyos, un punto alto, aunque con errores que le costaron puntos como contra Platense o River. Sin una línea de juego definida, los rojinegros no parecen ser esos equipos convencidos de lo que están haciendo, aún en los malos momentos.
En la liga, de hecho, la Lepra ganó solo uno de los últimos seis partidos y ya acumula tres juegos sin sumar de a tres. En ese lapso, apenas anotó un gol (Gustavo Velázquez ante Racing) y lleva 294 minutos sin gritar en las redes contrarias.
De antemano se sabía que el plantel no era demasiado extenso como afrontar la doble competencia y que el desafío no sería sencillo. La espalda del Gringo, su idilio con la gente y sus buenas campañas en Argentinos Juniors y Vélez, le daban un aval difícil de encontrar en otros estrategas.
Tanto es así que, pese al mal momento que atraviesa el equipo en el campeonato doméstico, los silbidos y las críticas de los hinchas van hacia los jugadores y no para el DT.
El que pagó los platos rotos el viernes pasado ante el Bicho de La Paternal fue Cristian Ferreira, quien, al ser reemplazado en los últimos minutos por Pablo Pérez, fue despedido por una estruendosa desaprobación.
Más allá de que el nivel del ex River y Colón deja mucho que desear, es imposible de soslayar que el sistema empleado por el cuerpo técnico lo expone totalmente. Y no es el único.
El agotado 1-4-3-3, encierra a Ferreira sobre la izquierda, lo deja lejos de los metros donde puede decidir y se ve aislado del juego a medida que la pelota va de manera horizontal en la última línea, donde Newell’s trata de armar una salida limpia que, casi siempre, termina con un pelotazo de Hoyos.
Así como Ferreira es señalado por su bajo rendimiento, el paraguayo Jorge Recalde lo es por su falta de precisión para llegar al gol. Y acá, otra vez, hay que hablar de sistema y juego colectivo. Es cierto que ante Belgrano y Argentinos el delantero guaraní tuvo dos chances clarísimas para anotar y las falló, pero también es real que fueron las únicas situaciones de peligro que el equipo generó para él y casi en la totalidad de esos 180 minutos disputados. Demasiado poco y demasiado peso para un jugador que se sabía que no era un “un nueve de área”.
Ahora bien, si Ferreira y Recalde no están atravesando un buen momento, y el esquema no va a modificar porque el DT lo considera adecuado, algo va a tener que cambiar en este Newell’s si no se quiera quedar con las manos vacías antes de mitad de año.
La Lepra tiene que sumar en ambas competencias. Después de este encuentro ante Santos, los rojinegros visitarán a Tigre en Victoria, uno de los equipos que mejor juegan en el fútbol argentino y que se hace muy fuerte en su casa. Cada punto cuenta porque Newell’s no está en una posición cómoda en la tabla, de hecho, está más cerca del último (a ocho puntos), que del primero (a quince).
Claro que todo esto, puede quedar maquillado si los tres puntos ante Santos quedan en el Coloso, porque la ilusión del hincha es avanzar en ese sueño internacional que se le viene negando a lo largo de la historia.
La responsabilidad es con el presente, pero también con la historia. Los partidos cuentan cada uno una historia distinta, y la Lepra quiere que ante Santos sea una de esas de épicas y mágicas noches.
El equipo
Con respecto al posible once para este martes, Heinze esperará por la evolución del paraguayo Velázquez que salió con un traumatismo en el hombro y no pudo terminar el juego ante Argentinos Juniors. Además, Brian Aguirre ingresará por el ecuatoriano Djorkaef Reasco y la duda que queda planteada es la del colombiano Jherson Mosquera y el uruguayo Armando Méndez para ocupar el lateral derecho.
Mosquera no viene cumpliendo buenas actuaciones en las últimas presentaciones, mientras que a Méndez se lo ve muy firme después de la lesión sufrida en la primera fecha contra Platense. Según lo que busque el DT será la elección, ya que si planea un equipo que vaya a presionar más arriba seguramente se incline por el lateral cafetero, mientras que si pretende estar bien armado atrás por las posibles contras de los peligrosos delanteros brasileros, opte por Méndez. En consecuencia, la posible formación sería con: Hoyos, Mosquera o Méndez, Willer Ditta, Velázquez o Guillermo Ortiz y Ángelo Martino, Iván Gómez, Juan Sforza y Ferreira, Ramiro Sordo, Recalde y Aguirre.