El lunes 24 de abril finalizó un mural dedicado a Silvia Wollert, paranaense, militante de la Juventud Peronista y estudiante de Trabajo Social, asesinada en un supuesto enfrentamiento sucedido el 24 de marzo de 1977 en el barrio Guadalupe, ciudad de Santa Fe, en el marco de la última Dictadura Cívico Militar. Tenía apenas 21 años.

En este sentido y en vísperas del 40° aniversario del retorno a la democracia en la Argentina y el 50° de la UNER, desde el grupo de artistas Paraná Pinta, en coordinación con la Secretaría de Extensión y Cultura de la Facultad de Trabajo Social (FTS) de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), se inauguró un mural colectivo en homenaje a la militante.

DETALLES

El boceto elaborado por Paraná Pinta fue compartido con la familia de Silvia y con la comunidad académica. Vilma Wollert, hermana de Silvia, dijo entonces que la propuesta “remite a la vida, la alegría, al renacer”. Desde el diseño hasta los colores se fueron consensuando en un ida y vuelta participativo entre la comunidad académica, el grupo de artistas y familia de Silvia.

Adrián “Pájaro” Carreira, artista multidisciplinario y uno de los coordinadores de Paraná Pinta, explicó que la obra se basa en “la tipografía de las fotos de los diarios. Cuando abrís la impresión y son puntos, esa es una estética de los sesenta”.

“Una de las características de ese mural es que la técnica que elegimos para la representación de cada uno de los grafismos simbólicos tiene un por qué y un para qué. Elegimos el puntillismo para el retrato, dado que el punto por separado es solamente eso, pero la suma de estos distintos puntos hace un todo que es la identidad y la memoria colectiva”, continuó Carreira.

“Tomando esa imagen emblemática de Wollert, la misma que tiene la biblioteca de la FTS que lleva su nombre, se propuso una base de grafismos simbólicos: el sol que ilumina el camino y que al mismo tiempo es la patria que nos contiene a todos; y las flores con estética pop que representan la vida porque con este mural estamos homenajeando la pulsión y decisión de su vida”, reflexionó el artista.

CONTEXTO DE LA OBRA

Por su parte, la secretaria de Extensión y Cultura de la Facultad, Alejandra Blanc, reflexionó que “este es un año muy significativo, tanto para la sociedad argentina que celebra 40 años de democracia ininterrumpida, como para la UNER que cumple 50 años”.

“La idea de hacer un mural sobre Silvia Wollert surge en este marco, de la mano del compromiso que nuestra facultad tiene con los derechos humanos, pero fundamentalmente desde el compromiso asumido de restituir la temática de una obra que teníamos en el antiguo edificio de la Facultad de Trabajo Social, ubicado en calle La Rioja, que fue hecha por estudiantes en homenaje y memoria de Silvia Wollert, víctima de la dictadura cívico militar eclesiástica”, detalló luego.

“La inauguración de aquella obra se hizo en la calle y estaban presentes los familiares de Silvia, su mama y su hermana Vilma. Fue un hecho muy emotivo”, contextualizó Blanc. Dicha ceremonia se realizó el 6 de diciembre de 2010. “En este sentido asumimos el compromiso de la restitución temática en el edificio propio”, subrayó.

“La idea central era replicar el rostro de Silvia, tomando la foto más conocida y difundida de ella y recrearla. Entonces buscamos artistas que trabajen la realización de retratos y que además colectivicen parte de la realización de la obra”, mencionó Blanc.

“Para nuestra institución, Silvia es parte de la identidad. Su presencia nos permite continuar construyendo y enseñando la memoria colectiva: la biblioteca de la Facultad lleva su nombre y en 2019 colocamos una baldosa por la Memoria, siempre con la participación de su familia”, recordó.

“Consideramos fundamental poder trabajar de manera intergeneracional fortaleciendo los lazos de memoria. Como sociedad dijimos ‘Nunca más’ y desde la universidad pública tenemos el compromiso de fortalecer la democracia sosteniendo acciones en pos de la memoria, la verdad y la justicia para contribuir a la garantía de no repetición”, concluyó Blanc.

EL GRUPO

En sus propias palabras, Paraná Pinta se describe como “un Grupo de muralismo independiente, autogestivo, integrado por artistas plásticos, dibujantes, educadores populares, profesores, gestores y promotores culturales. Nos dedicamos a la creación y realización de murales colectivos participativos en conjunto con la comunidad. Nos motiva nuestra convicción de que la cultura es un derecho y que las paredes son del pueblo”. Asimismo, la asociación está coordinada por Adrián “Pájaro” Carreira y Constanza Carbone.

Según Carreira, “el núcleo básico del grupo permanente son unas seis personas a las que se van sumando quienes quieren. Nos interesa mucho la historia, la identidad y la justicia social. Nos gusta hacer territorio, sacar la obra de arte de la galería y el museo y llevarla a una pared con una temática propia”.

Respecto a la obra, los integrantes conciben al mural como una excusa de encuentro y diálogo permanente a través del tiempo con una obra de alto impacto, utilizando muy bajos recursos y apelando a la participación colectiva. En cada mural (llevan ocho realizados en tres años en la ciudad, pandemia mediante) quienes forman parte se apropian de la herramienta y también del sentido producido.

“En los últimos diez años aproximadamente, hay un reflote del arte callejero, otra valorización del espacio intervenido. El arte callejero es eso: la intervención del espacio público con una obra. El territorio nos contacta y se elige la temática. No pintamos cualquier cosa, no somos una empresa que pinta por encargo, no hacemos copia o restauración. Podemos trabajar con el mismo concepto, pero con nuestra impronta”.