En el departamento San Jerónimo durante abril sobre todo hubo una gran cantidad de intentos de estafas por correo electrónico, whatsapp, llamadas telefónicas o mensajes de texto haciéndose pasar por instituciones oficiales o entidades crediticias principalmente. Hubo no menos de diez personas a las que les robaron dinero desde su propia cuenta sueldo.
La licenciada en Comunicación Institucional María Soledad Martínez es asesora de la Defensoría del Pueblo de Santa Fe, y experta en cíberseguridad y cíberdelito, una joven profesional que brindó asesoramiento sobre delitos informáticos en las ciudades del departamento San Jerónimo: San Genaro, Gálvez y Coronda, teniendo en cuenta el crecimiento exponencial de este tipo de ilícitos que hubo, con personas estafadas incluidas.
En un ciclo de charlas preventivas vinculadas también con la asistencia que puede brindar la Defensoría del Pueblo ante un hecho acaecido, Martínez, invitada por el senador provincial por el departamento, Dr. Leonardo Diana y acompañada por la abogada Mariana De Croche, explicó algunos detalles del contenido de sus capacitaciones.
“En todo el mundo las estafas virtuales crecieron, se potenció por la pandemia por el uso de plataformas: más ingresos al home banking, comercio electrónico, sesiones de psicología por video llamadas, streaming. Todo eso hizo que al aumentar el uso, aumenten las estafas. El OCEDIC, observatorio de la Universidad Austral habla de un 3000% de aumento de cíberestafas en relación a antes de la pandemia” indicó en Coronda la profesional.
Luego, antes de disertar en el salón dorado de la Mutual Central Coronda, Martínez manifestó que “existen distintas modalidades, hay que estar atentos para prevenir y sobre todo en caso de ser víctimas, denunciar, saber que se pueden hacer en el banco y en las entidades policiales y judiciales. Hay recursos para eso y pueden ser acompañados por Defensoría del Consumidor, para poder llevar adelante juicios si fuera necesario”.
Perfiles de víctimas potenciales
En cuanto al perfil etario de la mayoría de las víctimas, la licenciada en Comunicación refirió a que “se suele estigmatizar a la persona mayor como la potencial víctima, he tenido reuniones con referentes de un banco por ejemplo y el rango de víctimas es de 35 a 55 años, está relacionado con la gente de mayor ritmo laboral, más conectados, hablamos con tres teléfonos a la vez. Los adultos mayores son más cuidadosos, se toman esos segundos, que nosotros con el ritmo que tenemos, no lo hacemos”.
Además, hizo hincapié en que “la acción de estos cíberdelincuentes se da mucho fuera del horario de atención del banco, después de las 5 de la tarde, porque el usuario que quiere una respuesta termina buscando en cualquier lado, habla a un whatsapp que parece un asesor y termina siendo un estafador”.
A tener en cuenta
Lo que más hay que tener en cuenta, según dijo Martínez en Coronda, es “saber que ningún banco, o streaming me va a pedir ni por mail, ni por whatsapp, ni por texto, ni por llamadas, la actualización de datos de pago, crédito, débito o contraseñas, siempre hay que usar las aplicaciones bancarias de confianza, en los buscadores podemos equivocarnos y terminar en una página de phishing. La compra venta tiene que ir toda adentro de las plataformas, no hacer transferencias a cuentas personales. No conectarse a redes públicas de wi fi para hacer transacciones bancarias” recomendó.
“Las modalidades van desde phishing, vishing, smishing, por vía telefónica también. Por ejemplo, antes del Mundial el tema de las estafas se basaba mucho en las figuritas. Siempre es un faltante, una urgencia, las emociones. Antes los estafadores atacaron a través de la Reparación histórica, el IFE, aniversarios de supermercados, algo familiar, si encuentro un sorteo que me gusta, puedo llegar a entrar y caer en la trampa” advirtió Martínez quien concluyó en que “los secuestros virtuales también son de temer: un familiar con un supuesto accidente o secuestro, enseguida hay que llamar a quien nos nombraron, porque en la situación tensa podemos confundirnos las voces, hay que cortar las llamadas y ubicar al familiar por otro medio” y no olvidar de “hacer las denuncias en centros territoriales o páginas del Ministerio Público de la Acusación” culminó Martínez.