Domingo Maiocco encabezó el acto de celebración y recordó a Joaquín Salvador Ezpeleta, fundador espiritual de la ciudad. “Podemos aprender que la unión es importante, sobre todo en los momentos adversos”, remarcó en su alocución.
La ciudad de Victoria celebró su 213° aniversario el sábado 13 de mayo, en homenaje a la realización de la primera misa celebrada en la actual Basílica de Aránzazu, aunque con una arquitectura muy diferente a lo que hoy presenta.
Durante la ceremonia, el intendente Domingo Maiocco recordó al fundador espiritual de la ciudad, don Salvador Joaquín de Ezpeleta, quien fuera el impulsor y gestor principal de aquella misa realizada un 13 de mayo de 1810.
“Del 13 de mayo podemos aprender que la unión es importante, sobre todo en los momentos adversos; que no hay que confundir medios con fines, siendo la política una herramienta para alcanzar la felicidad de las personas; y que el vínculo con Dios y con el prójimo debe alimentarse para no perder la identidad propia ni la del pueblo", señaló.
“Tener en cuenta estas enseñanzas nos sirve para no errar el camino. Para que nuestro obrar siempre tenga como fin la felicidad, respetando nuestra identidad; y para seguir haciendo la Victoria que nuestros primeros pobladores y nosotros soñamos”.