El titular de la Asociación de Trabajadores Municipales (ATM) de Venado Tuerto, Juan Arigoni, consideró que el modo en que se manejó el mandatario generó el enojo de los empleados, aunque repudió todo acto de violencia. Según contó, el jefe de Estado local emitió expresiones en medio de la movilización que generó el rechazo de los operarios.
El secretario general de la Asociación de Trabajadores Municipales (ATM) de Venado Tuerto y zona de influencia, Juan Carlos Arigoni, participó junto a representantes de otras delegaciones del sur santafesino, de la movilización que se llevó a cabo este martes en la ciudad de Rufino y que terminó con algunas agresiones hacia el intendente Natalio Lattanzi. Según relató el dirigente sindical, el propio mandatario fue quien “provocó” los incidentes, al realizar algunas expresiones con agravios hacia los trabajadores.
Cabe recordar que en horas de la mañana de este martes se realizó un reclamo frente al Palacio Municipal de Rufino que terminó con algunos disturbios. La concentración frente al edificio municipal se dio luego de fracasar la reunión en la Secretaría de Trabajo, donde el objetivo era acercar a las partes y tratar de llegar a un entendimiento. “El intendente Lattanzi nunca asistió, sí lo hizo el secretario de Gobierno (Arturo Patimo), donde se reafirmó la postura de descontar los días no trabajados por el paro provincial lanzado por Festram los días 27 y 28 de abril. De la única manera de aceptar la conciliación obligatoria y devolver a los operarios el dinero descontado, era suspendiendo el paro de 72 horas que entró en vigencia ayer y se extenderá hasta este jueves”, indicó Arigoni.
Haciendo referencia a la movilización, que había sido convocada por Festram, el dirigente expresó. “El intendente de Rufino sabía que estaba prevista esta manifestación que reuniría a unos 700 trabajadores. De igual modo se hizo presente y se puso a dar declaraciones en los medios de comunicación frente a los trabajadores. No sólo eso, sino que se dirigió de mal modo hacia un grupo de mujeres, a quienes le dijo: 'no sé que hacen acá cuando deberían estar barriendo las calles'. También lanzó frases como 'este paro no corresponde', 'vayan a trabajar', 'reclamen a la provincia', entre otras”.
Para Arigoni, “los ánimos no eran los mejores para que asistiera de manera provocativa y se expresara de ese modo frente a los empleados a los que les tocó el bolsillo”. En ese momento, uno de los manifestantes le arrojó una botella de agua y comenzaron los disturbios. “Lo que hicimos con Jesús Monzón (dirigente de Festram) fue agarrar a Lattanzi y llevarlo adentro del edificio municipal para protegerlo. Desde que llegó que le decíamos que era mejor hablar dentro del Municipio, pero su intención era incitar a la violencia”, completó.
Asimismo recordó que el intendente de Rufino, en varias oportunidades, “emitió expresiones con ataques hacia los trabajadores y referentes gremiales, diciendo que éramos mafiosos y patoteros”. De todos modos “no justificamos las agresiones y repudiamos totalmente cualquier hecho de violencia, incluso se lo dijimos a los propios compañeros”, enfatizó.
Arigoni también habló de "violencia" en los modos que utiliza el mandatario rufinense que "convocó al foro de su partido, el PRO; que sostiene que no tiene que pagarle a los empleados; que quiere hacer cumplir jornadas 8 horas a los operarios; que invita a pelear a los trabajadores; que hacen circular audios con amenazas o piden recompensas a través de las redes sociales para saber quién o quienes lo agredieron".
Noche de acampe
Sin respuestas concretas, los empleados junto a dirigentes, entre ellos el secretario general de la ATM, acamparon toda la noche afuera del Municipio, aunque en horas tempranas de la mañana decidieron trasladarse al edificio sindical, porque “Lattanzi dijo públicamente que no iba a dialogar o negociar bajo presión”, comentó.
De no haber avances, “definiremos los pasos a seguir”. Sin embargo “la idea es solucionar este conflicto”, concluyó.