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Ser parte de un pedacito del rock nacional: la experiencia de una villaguayense

Magdalena Peralta Antivero es oriunda de Villaguay, si bien reside actualmente en Ciudad de Buenos Aires, donde estudió Dirección de Arte. Su último trabajo fue para la serie “El amor después del amor”, del músico Fito Páez, y sobre esa experiencia contó detalles a Mirador Entre Ríos.


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En diálogo con Mirador Entre Ríos, Magdalena Peralta Antivero dijo ser parte de un pedacito del rock nacional. “Estoy trabajando con una socia, somos directoras de arte, ella fue convocada para hacerlo, pero como era un proyecto muy grande me propuso sumarme a la serie de Fito Páez y de inmediato le dije que sí. Fue de esa manera, sin ver lo que iba a hacer, pero sabía que estaría buenísimo, porque se iban a tocar pedacitos de la historia argentina y todos sus participantes en ese momento”, contó.

La villaguayense, a los 17 años, luego de completar sus estudios secundarios en Villaguay, su ciudad natal, se fue por poco tiempo a Santa Fe y luego a Paraná, donde hizo la carrera de Comunicación Social. Luego su destino fue Buenos Aires, donde estudió Dirección de Arte y comenzó a trabajar.

Recuerda que “de chica, siempre me gustó la publicidad y el cine. Quise ir por ese lado en mi vocación, pero no le encontraba la vuelta. En Buenos Aires empecé a hacer amigos que estaban en el rubro audiovisual y entré en ese mundo para la creación de pequeños videoclips y me mandé por ese camino. Hoy trabajo en publicidad y productoras, sigo con los videoclips y cortos, estoy en este trabajo hace 15 años”.


DETALLE POR DETALLE


“El amor después del amor”, muestra la vida del músico argentino Rodolfo “Fito” Páez desde su dolorosa infancia en Rosario, pasando por sus inicios musicales junto a Juan Carlos Baglietto en los años 80′, como tecladista de Charly García y luego su consolidación como solista en los 90′. Sobre su participación como integrante del equipo técnico en la serie, Magdalena comentó que en cuanto a la ambientación estética que los detalles “fueron tenidos en cuenta con el aporte de datos relevantes”. La entrevistada describió que “en base a todo lo que representa la casa de Fito, él mismo nos pasó una imagen muy detallada y meticulosa con la descripción de los colores de las paredes de cada una de las habitaciones. La serie tiene un piano que es el mismo que tenían en la casa de Rosario y un mueble-alacena que es una réplica”.

Sobre su experiencia en la serie, indicó que “éramos cabeza de un grupo de 40 personas y teníamos el trabajo de elegir cada uno de los objetos del tiempo que se revivía. Se habló mucho de las galletitas con confite o de la bandeja cuando le llevan la llave del piano, lo que marca la importancia de mostrar detalles. Fue preciso hablar con nuestros familiares sobre la época. Por ejemplo, le pregunté a mi mamá cómo eran los pupitres del Colegio Nacional porque en ese tiempo en la zona que comprendía Rosario, Santa Fe y Paraná era más uniforme el mobiliario de las escuelas públicas”.

“El proyecto era un monstruo, tardamos un año en terminarlo y fuimos comprendiendo el potencial cuando explotó. No lo vimos venir con su real dimensión hasta que se concretó y tuvo una respuesta impresionante. Más allá de la plataforma de Netflix, el impacto tuvo un nivel masivo en todos los ámbitos y no solamente en la Argentina”, remarcó.


EL RODAJE


“Los momentos del rodaje fueron más de seis meses durante los que se trabajó en intensas jornadas nocturnas durmiendo unas tres horas como máximo y si bien nos turnábamos, no teníamos mucha vida social porque se empezaba muy temprano a definir cosas sobre todo lo que seguía por delante para dar continuidad a la filmación y mientras se lo hacía también se pre-producía”, señaló.

Sobre la utilización de planos secuencia, que consiste básicamente en hacer la toma de la escena sin cortes, recuerda “la del Luna Park, cuando Fito empieza la actuación desde el camarín hasta terminar en el escenario, estuvo muy buena y un par en la casa de Balcarce, que es la casa de Rosario. Es importante el plano secuencia porque le da dinamismo, cuenta muchas cosas al mismo tiempo, a la vez es muy estresante porque sucede todo en un plano y no se pueden escapar detalles”.

Finalmente, a modo de reconocimiento, la entrevistada agradeció a su madre: “Ella me dejó abrir las alas y no me frenó en nada y es algo que valoro, además tengo un grupo de amigas en Villaguay de las cuales Fito Páez es parte de nuestras vidas y adolescencias. Estuvieron muy presentes en varias partes de la serie. El tema “Dos días en la vida” representa mucho en el grupo y eso lo valoro mucho. El hermano de mi amiga Belén, con su fanatismo, me llevó a encontrar detalles; y mi familia, con datos de color para la ambientación de época”, comentó Magdalena.


EL AMOR DESPUÉS DEL AMOR


La ficción consta de ocho capítulos protagonizada por Fito Páez (Iván Hochman) y Fabiana Cantilo (Micaela Riera). Muestra la época en dictadura y el advenimiento de la democracia. Expone la importancia de las mujeres en la vida del protagonista y sus vínculos afectivos. Durante la biopic del artista rosarino se recrean solistas y bandas que resonaron fuerte en los 80′: Virus, Los Twist, Don Cornelio y la Zona, Andrés Calamaro, Sandra y Celeste, Tweety González, Alejandro Urdapilleta, y tantos otros.
Se puede ver en la plataforma Netflix.


ESCENAS IMPACTANTES


Dentro de los momentos impactantes de la serie, Magdalena considera que “fueron las escenas de la muerte de las abuelas de Fito, creo que le impactó a todo el mundo y si bien lo tenía en cuenta porque sabía a través de una amiga cuyo hermano es fanático de Fito, sin embargo, haberlo estudiado, analizado y verlo plasmado hace para mí la situación más fuerte”, confesó.

El 7 de noviembre de 1986, el artista rosarino presentaba el disco “Giros”, en Río de Janeiro, cuando se enteró del evento más traumático de su vida: su abuela Delia Zulema Ramírez de Páez (76) y su tía abuela Josefa Páez (80) habían sido brutalmente asesinadas en su vivienda.

“Otros momentos fueron las anécdotas con Charly García sobre la convención cuando están en Brasil, y tiene importancia en la historia porque eran y son un grupo muy sólido hasta el presente”, indicó.

Sobre el contacto con los protagonistas y resto del elenco mencionó: “Estábamos constantemente todos juntos, aunque hubo días en los que algunos filmaban y otros no, por eso se armó un clima muy familiar, de mucha contención, fueron muchos meses juntos conformando un grupo hermoso entre técnicos y actores, incluso hasta ahora”, contó Magdalena.


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