En la reunión de la comisión de Servicios Públicos se adelantó la necesidad de abordar expedientes sobre una serie de líneas de colectivos, con reclamos sobre frecuencias, recorridos, y mejoras del servicio.
Mientras la UTA se encuentra en alerta ante la falta de discusión con empresas por recomposición de salarios hasta tanto reciban los subsidios del gobierno nacional, en Rosario el sistema de Transporte sigue dando que hablar. Ahora, el Concejo quiere citar a Nerina Manganelli, titular del Ente de la Movilidad para que dé cuenta de los problemas del servicio.
Resulta que los ediles siguen recolectando reclamos por parte de los usuarios de colectivos. Unidades repletas, falta de frecuencia, recorridos incómodos para los barrios y un presunto colapso económico, son algunos de los motivos que los legisladores quieren que la funcionaria responda.
Pese a la incorporación de nuevas unidades, el problema persiste y hay demoras que oscilan entre los 30 hasta los 80 minutos, según reveló el último informe del Observatorio Social del Transporte.
Otro de los puntos conflictivos es la desorganización del funcionamiento de las líneas, dado que algunas unidades pasan después de una hora y media, mientras otras líneas pasan en simultáneo en tres minutos prácticamente.
La concejala Silvana Teisa, de Trabajo y Dignidad, quien lidera también el Observatorio Social del Transporte (OST) insiste en enfocarse en las líneas 107, 132, 134, 135, 136, 137 (fusionadas estas últimas dos con la línea 143), 112, 127, 101, 138, y 139, que vienen siendo motivo de quejas.
Hace tan solo un mes, se llevó a cabo un nuevo relevamiento, en la intersección de calles Santa Fe y Laprida sobre 20 líneas del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP). En dicha esquina transitan la mayor cantidad de líneas que se mueven en Rosario.
“En esta oportunidad corroboramos que, en diferencia a la medición realizada en agosto del año pasado hubo un desmejoramiento notable, en el 2022 diez líneas superaron los treinta minutos de baches de espera y en esta oportunidad fueron veintisiete”, señaló Teisa a este medio.
El dato más preocupante, según el informe, lo arrojó la línea 112 roja que superó los 84 minutos de espera. “Es inadmisible que una persona tenga que esperar este tiempo luego de que se haya aceptado salir de la emergencia de transporte. Los y las pasajeras tienen una total incertidumbre de cuándo va a llegar el colectivo. Imagínense lo que tiene que esperar un trabajador o trabajadora en horario nocturno”, agregó Teisa.
Otra de las críticas se centra en la nueva aplicación de Google Maps, porque “no funciona” como se esperaba. Resulta que “el sistema está desincronizado y es caótico, la línea 121, en un minuto, pasaron tres coches seguidos. Es una total desprolijidad el servicio y el ejecutivo muestra un inmenso desinterés en resolverle la vida a los vecinos y vecinas que eligen el transporte urbano de pasajeros para movilizarse”, cerró la edila.
Al mismo tiempo, el sistema de colectivos se encuentra inmerso en un alerta por posible paro de actividades. El conflicto está vinculado al hecho de que los empresarios del sector se niegan a reabrir la discusión por recomposición de salarios hasta tanto reciban los subsidios del gobierno nacional. El paro a nivel nacional se suspendió -por ahora-, pero la cuestión de fondo está lejos de solucionarse, según la UTA.
