Desde hace al menos dos años, los hospitales y sanatorios dieron a conocer un problema que los preocupa. Ante el crecimiento de consultas por enfermedades respiratorias en niños, no hay personal suficiente y eso trae consecuencias.
Argentina vive un brote de bronquiolitis en niños pequeños. Durante el último mes, la situación se agudizó y provocó demoras en los hospitales pediátricos públicos e institutos privados de todo el país. El Ministerio de Salud de la Nación alertó que el pico de casos de bronquiolitis se anticipó este año. Normalmente, el aumento en la cantidad de contagios se da durante la segunda quincena de junio, pero esta vez todo “colapsó” en mayo.
Ante la situación, el 25 de mayo la Sociedad Argentina de Pediatría emitió un comunicado en el que hicieron referencia a un “escenario difícil” para el ejercicio de la profesión y presentaron quejas por las malas condiciones laborales. Según indicaron, esto ocurre por múltiples factores que van desde “el aumento de las consultas a la disminución del recurso humano en el equipo de salud, ocasionados por la falta de nuevos nombramientos, cargos vacantes que no se cubren, contratos temporales, carencias en equipamiento e infraestructura y falta de tiempo para examinar adecuadamente a los pacientes”, entre otros.
La crisis, que ya existía, se hizo notoria cuando las postas respiratorias de los hospitales de referencia a nivel nacional se vieron “colapsadas” y las esperas generaron molestias entre los padres de los pequeños pacientes.
PROBLEMAS NO ESCUCHADOS
La situación es negativa a nivel nacional, por lo que el interior no es una excepción. En Concordia, desde hace al menos dos años, la crisis es evidente: no hay guardias pediátricas en institutos privados y, durante tiempos de muchas consultas como el actual, en la guardia del hospital de referencia es difícil que no haya esperas.
Fernando Fournier, jefe de la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica del hospital Masvernat de Concordia dialogó con Mirador Entre Ríos y contó cuál es la realidad y qué expectativas tienen en el sector.
–¿Cuál es la situación actual con las consultas por enfermedades respiratorias en niños?
–En la guardia central empezaron a incrementarse las consultas notoriamente. Afortunadamente no estamos en situación de desborde, pero estamos esperando que ocurra, porque todos los años para esta época empiezan a incrementar los casos de bronquiolitis y enfermedades respiratorias en niños, fundamentalmente en menores de dos años porque es una enfermedad viral propia de esa edad.
El incremento de consultas llevó a que haya un incremento de profesionales en las guardias porque tenemos que hacerle frente a lo que va a venir, porque con estos cambios de temperatura sabemos que aumenta la cantidad de cuadros y al ser mayor la demanda necesitamos tener más personal para que no empiece a haber agotamiento.
–¿Podría haber un colapso en la guardia como pasa en otras provincias?
–Normalmente todos los años en esta época incrementa la cantidad de infecciones respiratorias. Lo que analizamos ahora es si supera al frente que podemos hacerle a la situación. En otros lugares del país llegaron a nivel de capacidad colmada de pacientes en guardia e internación y eso genera preocupación entre nosotros porque puede ocurrir y también ocasiona malestar general en la gente que no comprende que el pediatra debe estar 24 horas atendiendo todo con los elementos que tiene, que a veces son pocos, y con poco recurso humano. A veces son más de 200 consultas por día y una sola persona con tanto trabajo termina agotada.
–¿Faltan médicos, entonces?
–A nivel nacional hay una crisis de falta de médicos para hacer guardias en la parte pediátrica, tanto en la guardia general como en la terapia intensiva de pediatría neonatal y común, lo que hace que la situación problemática se agudice cada vez más y en este momento que hay mayor cantidad de consultas se pone en evidencia. Hay vacantes para hacer la residencia de pediatría, para hacer la especialización. Es increíble pero directamente los hospitales centrales no pueden cubrirlas. Nos preocupa que el Garrahan o el Gutiérrez, dos hospitales de referencia, no puedan cubrir esas especializaciones. Esto habla sobre la crisis en la elección de los médicos en la especialidad pediatría. Hay años que no entran los residentes y si un médico no hace este camino, la formación es deficiente para atender niños.
–Vienen con este problema hace tiempo ¿Nadie pudo brindar una solución?
–Lamentablemente no. El 25 de mayo, la Sociedad Argentina de Pediatría emitió un comunicado en el que hablaban de la preocupación que hay a nivel nacional por la falta de colegas para cubrir guardias de pediatría, de neonatología y Terapia Intensiva. Esto se va agudizando y lamentablemente más allá de algunas medidas o marchas no está teniendo una solución. Para que la Sociedad de Pediatría en un día feriado haga un comunicado semejante realmente tenemos que tomar dimensión de lo difícil que está siendo la situación en el país y Concordia no es la excepción. No sé qué solución le van a dar, no sé si la están buscando, esto viene desde hace mucho, año tras año, pero ahora se pone en evidencia y aun así nadie está actuando.
Nosotros tenemos todo el equipamiento y falta el recurso humano, que es fundamental. Podemos tener mucha tecnología, pero si no contamos con el personal no se puede hacer nada.
ENTRE LA VOCACIÓN Y LOS INGRESOS
En el comunicado, la Sociedad Argentina de Pediatría hizo referencia en varias oportunidades al mal pago y las malas condiciones de trabajo. Según argumentaron, esto lleva a los profesionales de medicina a pensar en “caminos más fáciles” y entienden que es lógico. El médico concordiense Fernando Fournier se refirió a esta problemática.
–¿Lleva mucho tiempo el llegar a ser pediatra?
–En principio son seis años de carrea médica, eso si se hace en tiempo y forma, a eso hay que agregarle tres o cuatro años más de especialidad para poder ejercer como pediatra, se rinde un examen. Si quisieran hacer una subespecialidad son al menos dos años más. La inversión en tiempo y dinero para profesionalizarse es mucha, pero es el camino adecuado para formarse y atender niños y adolescentes en forma correcta.
–¿Los ingresos también son un obstáculo?
–La cuestión económica ha superado todas las barreras de vocación, de ganas, de querer ejercer para ayudar. Esto ha llevado a mucha gente a ver la profesión desde lo económico, por eso algunos deciden no especializarse y hacer guardias directamente.
Los sistemas de guardia se han modificado en cuanto a la remuneración y el trabajo que se les da, entonces cuando son muchas las horas de trabajo y pocas horas de descanso, y encima el pago no es el pretendido, claro que los médicos se desaniman y optan por otras cosas. Esto se va agudizando y es lamentable.
La cuestión económica ha llevado a que elijan otras especialidades con otra remuneración, otra responsabilidad y sin guardias, porque pretenden otra calidad de vida. Y si pensamos en eso, hay que mejorarlo no solo para los que se están formando, sino también para los que ya están ejerciendo.