Alejo Véliz está viviendo el momento que millones de chicos sueñan en Argentina. Sus goles se gritan fuerte en Rosario Central y hace pocos días fueron estruendo nacional cuando rompía redes para el seleccionado Sub 20, hasta la dolorosa eliminación frente a Nigeria. Precisamente eso también forma parte del carácter de este futbolista nacido en Godeken y criado en Bernardo de irigoyen: su capacidad para dejar atrás los malos ratos y convertirlos en felicidad plena. Como cuando era un niño todavía y levantaba polvareda en los escenarios santafesinos con sus destrezas de malambo.

"Esto es una locura", dijo después de su memorable actuación del sábado pasado, tras abrir el camino de la goleada a Instituto en un Gigante de Arroyito que terminó extasiado de fútbol y goles.

Alejo Véliz tiene su homenaje en Bernardo de Irigoyen, el pueblo de 1.800 habitantes. Aquí, sus abuelos junto al cartel.
Gentileza.

"La verdad que el fútbol es así, pasar página y al otro día arrancar algo nuevo, gracias a Dios en este partido me fue bien y pude volver al gol acá en Central", expresó Véliz después del 4 a 1 sobre el equipo cordobés, que sigue alimentando para el conjunto de Miguel Ángel Russo la fama de invencible de local. Alejo metió un golazo para abrir el sendero del triunfo y al toque convirtió otro mejor, que el árbitro a instancias del VAR anuló por una posición adelantada insignificante, que solo la tecnología y sus polémicas líneas trazadas pudo detectar.

El goleador canalla hace referencia a su familia y a sus orígenes en todo momento: "Central me dio todo lo que tengo hoy, gracias a Dios estoy acá con toda mi familia. Hoy puedo ser yo el que llama a mi vieja o a mi hermana para preguntarle si necesitan algo. Eso es todo gracias a Central y le voy a estar agradecido de por vida", confió.

Véliz e Infantino, los dos chicos de Central que fueron a la selección Sub 20 de Javier Mascherano que disputó el Mundial en nuestro país, no tuvieron tiempo para digerir la derrota ante Nigeria: el club rosarino les puso un vuelo chárter desde San Juan a Rosario y ambos pudieron ser tenidos en cuenta por el técnico Miguel Ángel Russo para el encuentro del sábado pasado frente a "La Gloria" cordobesa. "Agradezco a Miguel (Russo) y a la dirigencia porque hicieron todo lo posible para que yo y también Gino pudiéramos estar en este partido", comentó.

El artillero auriazul, que ya lleva 7 gritos en la temporada, se refirió también a la relación que está construyendo con los hinchas, que ya lo adoptaron como nuevo ídolo y sucesor del goleador histórico Marco Ruben: "Son un plus para mí, esta alegría es para ellos también", aseguró Alejo. Y agregó: "Es una locura, ya desde chico cuando venía acá y sentía que le cantaban a un jugador, es un sueño para cualquier pibe".

El homenaje de su pueblo
A partir de la semana pasada, y por el reconocimiento nacional que alcanzó después de sus goles en la selección juvenil, Alejo Véliz tiene su homenaje en Bernardo de Irigoyen, el pueblo de 1.800 habitantes, donde dio sus primeros pasos en el fútbol y también en el folklore, ya que de pibe demostraba sus condiciones para bailar malambo y hasta llegó a ganar un concurso provincial en su categoría. Una gigantografía en la plaza de la localidad evidencia lo que significa el goleador para su gente.

En el cartel se puede observar al futbolista en sus diferentes etapas, con las camisetas de Unión Deportiva y Cultural de Bernardo de Irigoyen, de Rosario Central y la reciente de la Selección Argentina Sub 20. En una de las fotos que publicó la comuna en sus redes sociales, se ve a sus abuelos Cata y Heraldo, que fueron pilares fundamentales para Alejo cuando éste decidió probarse primero en Colón y luego en Central.

"Atendiendo y escuchando las inquietudes y el pedido de vecinos y amigos del joven Alejo Véliz, la comuna de Bernardo de Irigoyen homenajea a quien representa un orgullo para nuestra localidad a través de la presente gráfica ubicada en la plaza infantil Santos Villagran de nuestra localidad", publicó la comuna de Irigoyen.