El Servicio Meteorológico Nacional prevé que en junio, julio y agosto las precipitaciones superen a los promedios normales en la región. La circulación atmosférica favorecerá a que haya menor cantidad de ingreso de aire frío. El fenómeno del Niño está "en gestación" y se formaría para la primavera.
Mayo fue uno de los meses que más precipitaciones tuvo en los últimos 23 años, con un registro de 143,25 milímetros en la ciudad de Santa Fe. Y fue el puntapié inicial de lo que ya anticipa el pronóstico para la capital provincial y la región Litoral: que las lluvias continuarán durante el invierno.
Así lo prevé el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) en su pronóstico climático trimestral para junio, julio y agosto, al observar que para el sur del Litoral, oeste de Buenos Aires, La Pampa, sur de Cuyo y este de Patagonia, las precipitaciones sean normales o superiores a lo normal.
Cindy Fernández, meteoróloga del SMN, analizó el panorama previsto para los próximos meses en cuanto a la inestabilidad del tiempo: "La región Litoral y el este de la provincia de Santa Fe tendrá un invierno más lluvioso que lo normal. Pero en referencia a lo que es normal que ocurra en invierno, que es la estación más seca del año, de hecho en todo el invierno el promedio de lluvias es de 100 milímetros", anticipó en una entrevista con El Litoral.
Por lo que se prevé, la circulación atmosférica en la región hará que haya más eventos de precipitaciones. Condiciones similares sucederían en el norte del Litoral, este de Buenos Aires y oeste de Patagonia, con lluvias superiores a las normales. En la única región del país donde las condiciones de sequía serán las predominantes es sobre las provincias del NOA y norte de Cuyo.
Invierno menos frío
Según detalle en su pronóstico trimestral, el invierno en Santa Fe presentaría temperaturas de normales a superiores. Fernández explicó que las temperaturas habituales para esta época del año en el área de la capital santafesina son de 8°C de mínima y las máximas de 19°C.
"Eso es lo que se considera normal, y las temperaturas medias rondan entre los 14 y 15°C. Lo que se espera este invierno es que predominen temperaturas superiores a estos valores. Conocer cuánto más cálido es imposible de predecir, lo que sí se sabe es que la circulación atmosférica en la región favorece que haya menor cantidad de ingreso de aire frío. De igual manera esto no quiere decir que no vaya a haber días de mucho frío y temperaturas bajas, pero no se espera que estas condiciones predominen", señaló la meteoróloga y aclaró que "no quiere decir que haya temperaturas de verano en pleno invierno".
El Niño "en gestación"
Al consultar a la meteoróloga del SMN sobre lo que sucedería luego del invierno que se avecina, en cuanto al fenómeno que predominará, mencionó que "la Niña ya finalizó y ahora estamos en una etapa neutral, es decir que no tenemos ni una Niña ni Niño afectando las condiciones meteorológicas.
"La temperatura del agua del mar en el océano Pacífico ecuatorial se encuentra con valores superiores a los normales en la mayor parte de la región, con el máximo calentamiento cerca de la costa sudamericana. Los vientos alisios en el Pacífico ecuatorial se encuentran debilitados al oeste de la línea de fecha. El Índice de Oscilación del Sur se encuentra con valores negativos.
De acuerdo a los modelos dinámicos y estadísticos, en promedio, en el trimestre junio-julio-agosto 2023, hay 89% de probabilidad de desarrollo de una fase Niño", resume en un informe el SMN. Frente a esto, Fernández explicó que "el Niño no se forma de un día para el otro, sino que es un proceso en el que empiezan a cambiar ciertas condiciones en el océano y en la atmósfera, en un cambio paulatino, hasta que se declara la llegada del Niño al cumplir determinadas condiciones científicas-técnicas".
En esta línea, comentó que los primeros indicios del desarrollo de este fenómeno ya se observan, como por ejemplo el calentamiento del océano Pacífico. "Si esto continúa, el pronóstico a largo plazo indica que el Niño se forme para mediados de primavera y continúe en verano, algo que es muy probable. Esto quiere decir que el verano y la primavera se presenten bastante lluviosos, sobre todo en esta región del Litoral", y sostuvo que este fenómeno provoca muchos más eventos de lluvias extremas.
"Hay que estar preparados ante esta situación porque la probabilidad de este tipo de eventos de lluvias intensas, que generan anegamientos e inundaciones, se vuelven mucho más posibles. Sabiendo todo esto con tanto tiempo de anticipación es un buen momento para tomar acciones, recaudos y planificar cómo vamos a mitigar los impactos del fenómeno del Niño", alertó la meteoróloga del SMN.
Las lluvias de mayo
Según los datos suministrados por el Centro de Informaciones Meteorológicas (CIM-UNL-Fich), en mayo las precipitaciones alcanzaron los 143,25 mm (superando por amplio margen a los 60,74 mm, precipitación media mensual -2013-2022-). Si bien es preciso aclarar que solo el 24 de mayo llovieron 90 mm.
De esta manera, el mayo que pasó se posicionó tercero entre los mismos meses de todo el siglo XXI. Detrás del año 2000 (175,70 mm) y el del 2018 (148,25 mm).
