En la medición de abril, el desplome interanual llegó al 11% y desde agosto de 2022 las comparaciones con igual mes del año anterior son negativas. Se esperan un número semejante para mayo. Desde el Observatorio Económico del Centro Comercial aseguran que “el escenario es delicado”. Aunque por el momento no hay cortes en las cadenas de pago, los márgenes de rentabilidad siguen en baja y muchos comercios pymes hacen malabares para evitar cierres.
Como lo había hecho en otras fechas especiales, el Centro Comercial, Industrial y Servicios (CIS) de Venado Tuerto lanzó una campaña de promoción por el Día del Padre en busca de incentivar las ventas, que en la región se deprimieron con la misma intensidad que a nivel nacional desde hace varios meses. En tal sentido, el coordinador del Observatorio Económico del CIS, Ezequiel Coello, dijo que “estamos observando una evolución claramente negativa desde agosto del año pasado, ya que desde entonces no hay números positivos interanuales en términos de unidades vendidas en diversos rubros del comercio minorista local. Incluso se esperaba que, en diciembre, entre el Mundial y las fiestas de fin de año, los números mejoraran significativamente, pero apenas se acercaron al 1,5% negativo. Mientras que en la medición de abril estamos en el 11% interanual de caída, a la vez que sufrimos un aumento interanual de costos que supera el 120%. Y mayo, que aún se encuentra en proceso de elaboración, estimamos que no mostrará mayores cambios, y que la baja interanual será también de dos cifras”. Y amplió: “Cuando se comparan estas curvas, surge un gráfico altamente preocupante, porque cada mes se separan más, con ventas en descenso e inflación en ascenso”.
Por otra parte, algunos “infladores” que venían sosteniendo el consumo perdieron efectividad, como el programa provincial Billetera Santa Fe, que “al no actualizar el límite, cada vez se compra menos”. Y agregó que los planes nacionales Ahora, en sus distintas variantes, son usados en ocasiones especiales, acotando que “si bien incrementaron sus tasas de interés, hoy son más accesibles que un crédito personal, e incluso se ampliaron los límites de compra para las tarjetas de crédito”. No obstante, sumó Coello que “hoy la gente se tienta con los grandes descuentos y promociones de los comercios, que los ofrecen en función de una merma de utilidades, incluso hay muchos que venden por debajo del costo al sólo efecto de no endeudarse con los bancos”.
Caminando por la cornisa
Aunque nadie lo expresa en voz alta, cualquiera intuye que, de prolongarse este estado de cosas, podría derivar en la ruptura de la cadena de pagos, la cesantía de personal y hasta el cierre de locales. En este sentido, el coordinador consideró que “la mayoría de la población aún no toma conciencia de la gravedad de la situación, porque a duras penas se sostiene la cadena de pagos, pero a un costo alto, ya que en algunos rubros los comerciantes se desprendieron bienes que habían heredado o adquirido como inversión en tiempos de bonanza”. En la misma línea, dio a entender que son “gestos en defensa propia”, porque “en el caso del comerciante pyme, su negocio es su única entrada de dinero, y en estas condiciones ni siquiera podría indemnizar a los empleados si tuviera que cerrar. Además, personas de 40 o 45 años, que hoy tratan de mantener a flote sus emprendimientos, saben que a estas alturas no les será fácil, en un mercado laboral deprimido, conseguir un empleo si bajan sus persianas”.
“Hoy para liderar un comercio, hay que ser muy optimista o estar muy loco, porque el nivel de estrés del día a día es indescriptible. En Venado, la mayoría son pequeños comercios, y el responsable no sólo carga con lo suyo, sino con colaboradores que están a su lado desde hace varios años, cuyos familiares conoce y estima, y vive sometido a una alta presión, haciendo malabares para que nadie quede en la calle”, dimensionó Coello.
Más adelante, agregó que el miércoles próximo se dictará un curso de la Cámara Argentina de Comercio sobre dólar MEP, dólar Bolsa y oportunidades de inversión, que “en otro contexto hubiera sido demandado sólo por inversionistas de cierto poder económico, y hoy hasta el asalariado se interesa por estos temas para saber cubrirse de la inflación. Se trata de un curso gratuito para los asociados y con un arancel para los no socios -especificó-, y esperamos contar con una buena participación, como ya ocurrió con un curso de financiación, que generó un fuerte interés porque no se puede dejar ningún detalle librado al azar, sabiendo que un error puede dejar fuera del sistema a cualquiera. Y de ahí nuestra insistencia como institución en brindar herramientas de capacitación a los asociados para que puedan defenderse de la mejor manera en este contexto adverso, e incluso usar esos mismos instrumentos en la búsqueda de un crecimiento”.
Sin dudas que el componente inflacionario desbarata las mejores intenciones en el rubro comercial y el propio especialista, a cargo desde hace una década de los cálculos de evolución de precios en la ciudad, subraya que “en los últimos tiempos la inflación está totalmente desbocada, hasta el punto tal que se perdió el marco de referencia de precios: nadie sabe qué es caro y qué es barato, y la única certeza es que los ingresos alcanzan cada vez menos”.
El marco nacional
La crisis económica se expresa en blanco sobre negro en las ventas de los comercios minoristas que, a nivel nacional, según registros de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), cayó en mayo último un 2,8% en la comparación con el mismo mes del año pasado y en precios constantes. Así, se estableció el descenso más alto para el sector en lo que va del año. Además, las ventas acumulan una caída del 1,7% en los primeros cinco meses del año. Y en la comparación mensual, los negocios de distintos rubros vendieron 1,2% menos que en abril. “El sector comercial viene sintiendo cada vez más la pérdida de poder adquisitivo de las familias en manos de la inflación”, detallaron desde CAME.