En una estancia próxima a la localidad del norte entrerriano, se anuncia un coto de caza de esta especie, la cual está protegida por las leyes.
El Centro para el Estudio y Defensa de las Aves Silvestres (Ceydas) expresó su indignación a raíz de que un coto de caza ubicado cerca de Santa Elena publicita la caza de carpincho, especie protegida por ley. Además, ofrecen la caza nocturna de jabalíes, que también se encuentra prohibida en la provincia.
“A través de una página denominada Riverland Outfitters, el coto de la estancia Puerto Buey, próximo a la ciudad de Santa Elena, ofrece a cazadores de todo el mundo la matanza de varios animales autóctonos entre los que se menciona al carpincho (Hydrochoerus hydrochaeris), especie protegida en Entre Ríos por la Ley Nº 4841”, señalaron desde la organización ambiental.
“Históricamente fueron cazados por sus pieles de cuero, carne y para hacer fragancias. Los invitados generalmente verán capinchos mientras cazan otros animales de caza mayor. Se pueden organizar fácilmente cacerías combinadas de varias especies”, refieren desde la organización de indica “de manera semi encubierta la mencionada página”, advirtieron. Sin embargo, señalan que entre las opciones de caza denominada “Gran juego” incluye a los “animales con cuernos”, por un lado, y a “jabalí y carpincho”, por otro.
Desde Ceydas sostuvieron que el mismo coto ofrece además la caza nocturna de jabalíes, actividad también prohibida por la Ley Nº 4841. Asimismo, en las fotos promocionales del coto se observa a cazadores orgullosos con “ramos” de patos muertos colgando en sus manos, entre los que se observan especies prohibidas en Entre Ríos tales como pato capuchino (Spatula versicolor) y pato cuchara (Spatula platalea).
“Estas indignantes publicaciones se suman a la polémica habilitación de la caza de cinco especies de aves autóctonas exclusivamente en cotos de caza por parte del Gobierno de Entre Ríos y deja en evidencia la impunidad con la que operan estos establecimientos cinegéticos y la incapacidad del Gobierno para controlarlos”, concluyeron desde la ONG.