La Casita, centro de orientación y contención en consumos problemáticos de Villaguay, arribó a sus cinco años de vida, renovando el compromiso del equipo de trabajo y colaboradores, creada como una propuesta del Concejo Juvenil.
La Casita se concretó por decisión del Ejecutivo de Villaguay a partir de una iniciativa que surgió en el Concejo Deliberante Juvenil en el año 2016, de autoría de los estudiantes Nicolás Savulsky, Agustín De Bernardi, Brenda Trabichet y Tomás Salkin, a quienes asesoraron los profesores Gastón Lorenzo López y Graciela González. Se inauguró el 7 de junio de 2018.
Para celebrar los cinco años de su creación, se realizó una radio abierta en el edificio del Paseo de la Estación, donde, a pesar de la lluvia, hubo una numerosa concurrencia. La iniciativa fue coordinada por la directora de Desarrollo Humano, Anabel Massine; y la comunicadora Raquel López e hicieron uso de la palabra varios integrantes de La Casita y del equipo que trabaja en ese ámbito.
Martina Raimondi, a cargo de arteterapia, agradeció la oportunidad de poder ofrecer su taller en un ambiente muy adecuado porque “se ha conformado un grupo muy unido para ayudar y acompañar en todo lo que está a nuestro alcance, por eso, repito, que pueden contar conmigo”, afirmó.
La directora del Centro Nº 24 que dicta cursos en los cuales participan algunos de los asistentes a La Casita señaló que “es fundamental la función que cumple. A los chicos se los nota contentos y contenidos y estoy plenamente feliz de participar con la colaboración de Raquel López, que dicta el “Taller de medios multimedial”; y Florencia Koelbl, que se ocupa de la enseñanza primaria para quienes están escolarizándose”, al tiempo que deseó que “sigan adelante, trabajando y que cumplan muchos años más”.
NUEVOS PROYECTOS
En diálogo con Mirador Entre Ríos, la psicóloga Andrea Quinteros, coordinadora de La Casita, explicó que “la problemática estaba, era tiempo de darle forma y los estudiantes, a través del Concejo Deliberante Juvenil, aportaron sus ideas. Surgió el proyecto de los estudiantes de la escuela Técnica Nº 1 Conrado Etchebarne, que resultó ganador, en el cual planteaban la creación de un espacio en Villaguay para trabajar sobre los consumos problemáticos”.
Describió que “el Centro comienza a estructurarse y organizarse en función de un marco normativo que se ha trabajado en base a la Ley de salud mental y lineamientos de la Sedronar, organismo a cargo de coordinar políticas públicas enfocadas en la prevención, atención, asistencia y acompañamiento de personas con consumos problemáticos de sustancias. Actualmente hemos conformado una red con quienes en otros lugares de Entre Ríos trabajan en estos temas, es un espacio en el que podemos compartir experiencias para sostenernos”.
Acerca de la situación del consumo problemático “es tan compleja que a veces sentimos lo poquito que podemos aportar, porque trabajamos con las frustraciones y las pérdidas, por eso debemos ser muy sensibles al momento de realizar nuestra tarea”, indicó. La profesional consideró que “se está entendiendo lo que significa este dispositivo. No tiene que ver con venir a juzgar sino a pensar juntos una nueva forma de vida para empezar a armar nuevos proyectos y saber que el pasado, o lo que hemos vivido, puede quedar atrás y siempre hay una nueva oportunidad”.
“En La Casita convivimos con diferentes objetivos porque acá funciona el punto de encuentro familiar con personas que también utilizan este lugar y nos encontramos con los chicos que vienen a hacer los talleres, incluso quienes vienen a la placita cercana y solicitan que les demos agua para tomar mate. Apostamos a que se eduquen y sigan formándose laboralmente y es importante la participación de los centros educativos acompañando con ese recurso para tener algo que ofrecer. Este año se ha sumado un nuevo taller de arteterapia, a cargo de Martina Raimondi. Todo esto les hace bien, porque es un lugar donde se pueden expresar y mostrar sus habilidades e intereses y eso nos asombra cada día”, remarcó.
ORIENTAR LA VIDA
La psicóloga analizó que “quien llega a este lugar es una persona cuya vida se ha desestructurado y algunos han perdido hasta su identidad, porque son llamados por su sobrenombre, algunos en situación de calle o privación de la libertad y como es un espacio de contención, la idea es comenzar a pensar juntos un proyecto de vida. Pensamos en la recuperación y habilitar nuevamente a estas personas en un lugar en la vida afectado, perdido o dejado de lado por el consumo y todo lo que atraviesa a esa situación como pérdida de vínculos del hogar, como contención. Tratamos de recomenzar la vida de estas personas como sujetos de derechos a la salud, educación y todo lo que implica ir orientando al camino de la vida, porque el consumo es decir no a la vida. Es lograr que se piensen y crean que ellos pueden y el gran paso es reconocer que muchas veces solo no se puede, aceptando la ayuda y orientación de manera sistemática y continua. Cuando esto no sucede, estamos nosotros para volver a comunicarnos, reinsertarlos y acercarlos mostrando que esto es un derecho para ellos”.
TESTIMONIOS
Durante la radio abierta hubo varios interesados en manifestar sus opiniones. Como Teresa Hein, quien, a un año de ingresar al equipo que apoya las tareas, remarcó el aporte de Andrea Quinteros y de Anabel Massine, al tiempo que agradeció “a los chicos, en especial a Fede y Jesús, que ayudaron a preparar el ámbito del agasajo que se realizó con motivo del aniversario”.
También Cristhian Flores, coordinador del Centro Comunitario Nº 24, al tomar el micrófono expresó que La Casita es “un excelente lugar, porque se ve la contención que realizan. Considero que el taller de Raquel López es muy importante, así como también la enseñanza primaria de Florencia. Es un espacio amigable y es ideal para compartir estas experiencias para quienes deseen acercarse y hallar un camino nuevo para sus vidas”.
En tanto, la directora de Desarrollo Humano, Anabel Massine, dijo que “La Casita es una experiencia que empezó hace más de cinco años porque existía una propuesta de trabajar, teniendo en cuenta estas problemáticas que atraviesan a toda nuestra comunidad. Era difícil contar con un espacio donde abrir las puertas, escuchar, contener y orientar, en articulación con otras instituciones y por suerte tuvimos la buena aceptación de la comunidad”. En ese sentido, aseguró que “se trata de un dispositivo de escucha, abierto a todas las personas que sienten la necesidad de acercarse, sin ningún tipo de discriminación, para que nadie se sienta excluido”.
Finalmente, agradeció el apoyo del Municipio, “principalmente de nuestra intendenta”, indicó, para explicar luego que “sería muy difícil llevar adelante esta política pública y social” sin ese apoyo del Estado municipal.