La escritora, periodista cultural y docente de Literatura, Rosario Spina, repasa su carrera y último libro, Líneas de Fuga junto a Mirador Provincial.
Considero que el arte se nutre de las cotidianeidades de la vida, de las crisis existenciales del ser humano, al final hablar de las dificultades no deja de ser una excusa para hablar también de sentimientos. ¿Cómo reaccionamos las mujeres a la maternidad? ¿Cómo afectan a la madre los vaivenes externos? Rosario Spina escritora, periodista cultural y docente de Literatura, lo manifiesta de manera clara como Coguionista de “Maternidark” serie ganadora del Plan Fomento en Desarrollo de Serie del Ministerio de Cultura de la Pcia de Santa Fe (2021) y ganadora del Premio Renacer Audiovisual en la categoría Serie de Ficción 2022. La serie fue rodada en Rosario para la TV Pública y se emitirá durante 2023 en esta señal.
Autora de "Líneas de fuga" (Le Pecore Nere, 2022). El libro, con prólogo de la poeta Beatriz Vignoli, está compuesto de nueve crónicas literarias que recorren las heridas de las brujas castigadas, los saberes y cuerpos diversos, los animales en cautiverio, las infancias vulneradas, el acompañamiento a morir. Autora de "Formas de ordenar el ruido", poemario editado por Editorial Biblioteca Vigil. El libro reinicia la histórica Colección ALFA de poesía (serie artesanal). En sus inicios, y antes de ser intervenida por la última dictadura militar, esta colección ha publicado a autores como Rubén Sevlevery Rafael Ielpi. Integrante del “Diccionario enciclopédico de las cosas que nos gustan” (Libros Silvestres, 2022). Compuesto por más de sesenta autores y autoras de la Pcia de Santa Fe. También autora del cuento “Mirar la espuma” (Programa de Promoción de la Lectura El Corán y El Termotanque y UNR Editora, 2017).
Gentileza: Hersilia Álvarez.
En 2014 fue seleccionada por la Fundación Gabriel García Márquez para realizar una beca taller en Periodismo y Literatura, en Cartagena, Colombia. Participó de diversas antologías, entre ellas “Bajé para respirar” (Ed. Arroyo, 2021) y las “Antología de escritores arroyenses” (Biblioteca Popular Bernardino Rivadavia, ediciones año 2000 y 2003). También he sido invitada como poeta y escritora a diversos ciclos de lectura, entre ellos, la trasnoche del Festival Internacional de Poesía Rosario. Colaboró desde 2011 con diferentes medios a través de reseñas, entrevistas, poesías, crónicas y relatos de ficción. Algunos de sus artículos pueden leerse en: www.rosariospina.escritura.wordpress.com
En entrevista con Mirador Provincial, Rosario Spina de talento indiscutible, en una charla amena la escritora, periodista y madre nos cuenta sus comienzos con la escritura, sobre último libro, Líneas de fuga. Actualmente se encuentra trabajando en un segundo libro de poesía con la poeta Andi Nachon.
En los márgenes del lenguaje
-Se dice que escribir es desnudarse ante un espejo de discursos; otros dicen, es narrar el alma, ¿Qué es para vos?
-Creo que cuando no entiendo algo, cuando un tema o una pregunta me rodea durante mucho tiempo y no encuentro respuestas, ahí surge entonces la escritura para hablar, de alguna manera, por lo que yo no puedo. Olga Orozco decía que escribía poemas para contestarse respecto los misterios sin respuesta. Me gusta pensarlo también así.
Infancia de palabras
-¿Qué te acercó a la lectura?
-Más que decir qué me acercó, diría quiénes, porque la lectura me llega de la mano de los afectos de mi infancia: Por un lado, algunas grandes docentes que tuve en mi paso por la escuela primaria y secundaria, muy apasionadas por la literatura. Por otro, mi mamá, mi madrina Sandra y también Elvira, una amiga de la familia, gran artista plástica y poeta. Las tres mujeres estaban siempre muy atentas a mi curiosidad por los libros y por las palabras. Hay muchas escenas de ese vínculo inicial con la literatura y con la poesía en las que ellas están presentes por su manera de fomentar ese vínculo: sin presiones, desde el disfrute y también respondiendo a los temas y a los libros que a mí me convocaban.
Elvira tuvo una gran incidencia porque es quien me invita al taller literario coordinado por Miguel Steeman en la Biblioteca Popular de Arroyo Seco. Miguel entonces me acerca a nombres como los de Juanele, Olga Orozco, Alejandra Pizarnik, Juan José Saer. Tengo un enorme agradecimiento por mi primer maestro, y un gran afecto por Elvira, que la siento como una especie de mentora. Es por eso que mi primer libro, el poemario que publico con Editorial Biblioteca, “Formas de ordenar el ruido” está dedicado a ella, y a mi hija. Pienso ahora que de alguna manera la lectura me llega de la mano de los afectos, y me gusta recordar entonces el libro de Michèle Petit, “Leer el mundo”, que aborda este tema: la relación con la literatura y con los afectos que nos la brindan.
-¿Te sentís indiscreta a la hora de la escribir? ¿La realidad rebota contra vos como narradora?
-Creo que la palabra indiscreción “no hace match” (dirían les pibes) con la escritura porque de alguna manera la escritura es siempre una construcción. Todo lo que escribimos, sea algo nacido desde la profunda imaginación o algo recientemente visto en la calle, todo está construido por medio del lenguaje, y todo está contado desde una mirada particular. Por dar un ejemplo, “Maternidark” la serie que escribí con Romina Tamburello, está inspirada en mi diario de maternidad (que, por cierto, está casi terminado como libro, y en busca de editorial). Hay situaciones y escenas que sucedieron casi literalmente y otras en las que ambas, además de divertirnos muchísimo, dejamos volar nuestra imaginación, y en las que también se mezclaron experiencias de amigas y conocidas en su maternar. ¿Puedo decir que Maternidark es puramente mihistoria de maternidad? Claro que no, aunque sé que tiene mucho de ella y que está construida con vivencias y sentires que le dieron una gran parte de la esencia a lo que hoy día es la serie. Sartre decía que un escritor dinamita su vida y construye, con los escombros, los ladrillos de su literatura. Me sumo a esa moción sartreana.
Maternando palabras e hijos
-¿Cómo se combinan la maternidad, con la escritura, la docencia y la mujer que hay en nosotras?
- Pagando muchas sesiones de análisis para no morir en el intento y con un gran compañero que banca los trapos (risas). Me río, pero es real. Haciendo día a día: siendo la madre, la escritora, la docente y la mujer que puedo ser. Parece una frase de autoayuda pero no encuentro otra forma de vivir todas esos roles que pensarlo paso a paso. Si miro mucho más allá, me abismo. Y, siempre, desde una mirada y un posicionamiento feminista. Sabiendo que no se materna en soledad, tejiendo redes y tratando de que la carga mental (que parece que en el sorteo patriarcal las mujeres nos sacamos todos los números) pues entonces: tratando de equilibrar esa carga con mi compañero. Y bajando un poco el volumen de la culpa materna cuando esos otros roles a los que también amo necesitan su momento. Ya sé que va a seguir cantando, así que, al menos, que cante bajito.
Líneas de fuga
-¿Cómo se dio la génesis de Líneas de fuga? ¿Cómo resultó el trabajo de edición?
-El libro surge a raíz de historias que por algún u otro motivo me convocaban. Algunas fueron escritas para medios gráficos de Rosario y de Barranquilla, Colombia. Otras son crónicas inéditas, escritas especialmente para reunirlas en el libro. Respecto a la edición, lo trabajé primero con Regina Cellino, editora de Le Pecore Nere, y luego con Beatriz Vignoli. Con ambas fuimos encontrando ciertos hilos que dialogaban entre las crónicas. Tenía escritas más historias que las nueve que finalmente fueron publicadas, pero esas nueve nos armaron un mapa temático y tonal muy concreto y que nos fue convenciendo que allí estaba el libro. Son crónicas que hablan sobre la enfermedad, la discapacidad, lo imposible que a veces puede llegar a hacer una madre o padre por sus hijes, los daños que la humanidad le está generando a la tierra y a los seres que la habitan, la muerte, el acompañar a morir, en el trabajo de tanatólogas y tanatopraxistas que trabajan día a día con la muerte. Juan Villoro dice que la crónica es una generosa voluntad de tratar de entender lo ajeno, incluso lo más complejo. Donde hay preguntas sobre la condición humana, sobre sus miserias, sus dolores, sus angustias, sus miedos y sus mezquindades, incluso sobre las atrocidades mismas que el ser humano genera, hay entonces la posibilidad de cronicar, de escribir “un cuento que es real”, como definía a la crónica Gabriel García Márquez. Me siento muy identificada con esta definición de Villoro, me parece que a través de las crónicas se puede pensar en una arqueología contemporánea de nuestra sociedad.
-¿Te sentís más cómoda con la parte periodista, escritora o guionista?
- Nos llevamos bien entre todas. La docente nos organiza, nos sistematiza; la periodista nos regala el rigor (tengo un altarcito para el deadline que hace que escriba y me desprenda de los textos sin tanto rollo neurótico) la escritora nos trae la libertad, el juego y la posibilidad de animarnos un poco al delirio y a la magia.
-En tu función de escritora, ¿viviste momentos de tensión, de duda?
-Cada día, cada momento. Parafraseando a Betina Gonzalez, las escritoras traemos con nosotras esa “obligación de ser genial” por el solo hecho de pertenecer a este género. Obligación a la que, por supuesto, hace bien rebelarse. Y entonces, cuando logro aflojar esa tensión, cuando logro disipar esas dudas y zafarme un poco de esa presión de los mandatos, cuanto entonces siento que me acerqué al menos brevemente a eso que quería escribir, el sentimiento es muy gratificante. “Escribir / ¿y no hacer literatura? / ¡y qué más da!...” dice Chantal Maillard.
Desde la bendita retina
-Tenés una mirada periférica de la realidad y eso no es común en el común de los periodistas… ¿Qué experiencias de vidas te marcaron o historias oídas?
-Me marcaron algunos libros, buenos libros, esos que cerras y te siguen hablando, esas lecturas que parecieran crecer con una. También me marcó (a fuego) la maternidad. Nuevas habilidades me nacieron junto a mis hijes. Para mí fue una experiencia intensísima, invaluable, y sobre todo intransferible. Antes podía hacerme un mundo con algunas cosas de las que hoy verdaderamente me río. La maternidad me dolió pero me permitió crecer mucho y eso se lo agradezco inmensamente a Almu y Lauren, quienes vinieron a traerme estos desafíos.
-A la hora del reporteo y del trabajo de campo previo a un guion o un libro, ¿Qué caminos recorrés?
-Los caminos son diferentes si escribo ficción o si escribo una crónica. Me gustaría centrarme en la crónica, que es sobre lo que venimos charlando: Pienso en la voz del cronista como una voz que necesita desubjetivarse en algún momento: entrar en las historias, indagar en ellas, para luego salirse y poder contarlas. Respecto a “Líneas de fuga”, si bien en cada historia tuve que entrar de a poco hasta hundir las narices, hay un límite, y ese límite es –además de la frontera que impone el lenguaje mismo- también el límite de la experiencia. ¿Hasta qué punto se puede contar lo que no se vivió? ¿Hasta qué punto se pueden poner en palabras las experiencias que no son propias? Esa limitación, que surge como decía más arriba, primero desde el lenguaje mismo y luego desde la imposibilidad de la experiencia, es un límite o un condicionante que todo cronista conoce. Aun así, sigue pulsando la insistencia de contar, la necesidad de contar, la urgencia de contar lo que no es urgente pero sí es necesario. Porque cada crónica es de alguna manera una pequeña porción de mundo. Poder ver esos mundos, intentar entenderlos, narrarlos, fueron de alguna manera el impulso y el motor de “Líneas de fuga”.
Lo que se viene
-¿Estás en algún proyecto a futuro del que nos puedas adelantar algo?
-Estoy trabajando con la poeta Andi Nachon en un nuevo poemario, y editando mi diario de maternidad, el diario que inspira la serie Maternidark, que me gustaría publicar muy pronto. Además, con mi hermana, Eva Spina, quien también acaba de publicar un libro (sobre mediumnidad) estamos armando cosas muy lindas que creo que no puedo adelantar, pero que me ponen muy feliz. Y también, por último, esperando ansiosa que Maternidark pueda verse muy pronto por la TV Pública.