La Escuela N° 96 Juan Manuel de Estrada, de la capital provincial, trabaja bajo la modalidad Nina, con jornadas extendidas y diversos talleres. Allí, las y los estudiantes pueden disfrutar del aprendizaje a través del juego, además de las materias tradicionales. El gobierno provincial abrió un llamado a licitación para la mejora edilicia del edificio ubicado en la esquina de Avenida Ramírez y Laurencena.
Al llegar al edificio, dos escaleras te esperan, para que, luego de tomar cualquiera de ellas, te encuentres frente a la puerta de una de las escuelas con más historia de Paraná. Segundos después de tocar el timbre la puerta se abre y el griterío de niñas y niños pelea por un instante con los bocinazos de Avenida Laurencena, hasta que se cierra la puerta y quedamos inmersos en un ambiente de escuela primaria, tal como cuando teníamos pocos años. El edificio en donde se emplaza la Escuela N° 96 Juan Manuel de Estrada se encuentra estratégicamente ubicado en una zona donde confluyen diversas cuestiones: al mismo tiempo que es uno de los primeros edificios con el que nos encontramos quienes entramos a Paraná desde el Acceso Norte también se rodea de algunos de los barrios más populosos de la capital provincial, como lo son El Morro y Macarone.
Pasados unos minutos de las 13 de un miércoles soleado y fresco, el luminoso patio de la escuela se vuelve refugio ante el frío y un espacio de contención y aprendizaje mediante la diversión.
La escuela funciona con modalidad Nina, una dinámica desarrollada a partir de 2012 por el Consejo General de Educación de Entre Ríos mediante la cual las niñas y niños que concurren tienen una jornada extendida de ocho horas corridas. Allí realizan diversos talleres, almuerzan y demuestran sus habilidades más allá de lo normativo.
La educación, como base para alcanzar una sociedad más justa, debe estar en constante reconstrucción y replanteo para poder lograr el objetivo. Las formas son dinámicas y cambian a la par de la sociedad y la cultura. Entender esas particularidades son clave y este tipo de espacios permiten el desarrollo, e aprendizaje y el crecimiento de las niñas y niños.
Algunos de los talleres permiten a las y los estudiantes conocer otros lugares de la ciudad, como por ejemplo el de Campamento, que se entrecruza con Vida en la naturaleza, en el que alumnos de quinto y sexto grado experimentan una salida de dos y tres días, respectivamente.
DESDE ADENTRO
Marcia Cáceres es directora de la institución desde 2021. Pasado el mediodía recibe a Mirador Entre Ríos para charlar acerca de las características que hacen de la escuela un espacio especial en la capital entrerriana.
–¿Cómo es la dinámica de la escuela?
–Es una escuela de primera categoría. En la actualidad funciona con dos turnos en una modalidad Nina, que son las escuelas que tienen jornada extendida y que, dentro del plan de estudios, ofrecen talleres. Los estudiantes cursan ocho horas en ambos turnos. Tenemos estudiantes que cursan de 8 a 16, y otro grupo de 9 a 17.
–¿Cuál es el objetivo de los talleres?
–Buscamos que se amplíe el universo cultural de nuestros niños y niñas. Esta propuesta tiene una buena respuesta por parte de la comunidad. Tenemos una muy buena matrícula, de poco más de 300 estudiantes y permanentemente tenemos solicitudes de banco que no podemos aceptar porque estamos al límite.
–¿Qué rol cumplen dentro de la comunidad?
–Creemos que tenemos una función muy importante en la sociedad. Entendemos a las niñas y niños como sujetos de derecho y los acompañamos en el tránsito de su crecimiento. Hacemos un seguimiento de su paso por la escuela y si notamos que no concurren por un tiempo determinado salimos a buscarlos. A veces tenemos que ir a barrios como Macarone o Ciudad Perdida a intentar ubicar a nuestros estudiantes y sus familias.
MEJORAS QUE SE VEN
Este es el tercer edificio que habitan desde su fundación, un 26 de octubre de 1926. El primero de ellos se ubicó en Avenida Ramírez y Ambrosetti y su camino siguió en la zona donde hoy se emplaza la Comisaría Octava, sobre Laurencena, hasta llegar a su lugar definitivo, en la esquina de Ramírez y Laurencena.
En la etapa en la que Marcia se encuentra al frente de la escuela, que lleva poco más de dos años, se logró el éxito en dos gestiones para la mejora edilicia del edificio. Una de las novedades es el llamado a licitación que abrió el gobierno provincial para la renovación de su fachada e interiores. Al respecto, Cáceres comentó cómo fue esa gestión.
–¿Cómo fue el proceso para conseguir esta nueva obra?
–Es una obra que la empezamos a trabajar a nivel de la comunidad, a la que se sumó nuestra cooperadora y la Municipalidad de Paraná, y por la que nos pudimos reunir con el subsecretario de Arquitectura y Construcciones de la provincia, Walter Dandeu.
–¿Qué sintieron cuando se enteraron de la noticia?
–Cuando nos enteramos de que la obra ya era viable, toda la comunidad educativa nos pusimos muy contentos. También fuimos compartiendo la noticia en la zona y en la red noroeste a la que pertenecemos y en la que hacemos un trabajo muy importante. Todo avance y toda mejora que se da en términos de lo educativo, es una alegría y un beneficio a la sociedad.
–¿Cómo sigue la gestión?
–Ahora viene la licitación y el 5 de julio se dará la apertura de los sobres. Después hay que esperar los tiempos administrativos, que son alrededor de 30 días para que comience la obra.
LAS OBRAS
El objetivo de los trabajos, que cuentan con un presupuesto de $46.933.804,24, es dar soluciones a los problemas edilicios y de fachada, así como también el reacondicionamiento de la instalación ecléctica y de gas. En el proyecto se prevé una intervención de 2.190 metros cuadrados para el arreglo de la fachada, pintura, trabajos de carpintería y mejoras en la accesibilidad.
Se extraerán las antiguas persianas de madera y se hará la restauración de aberturas de madera existentes. Además, se trabajará en los pisos, tanto exteriores como interiores, y para garantizar la accesibilidad al edificio, se construirán rampas y habrá un nuevo baño adaptado dentro de un grupo sanitario.