La lucha de cuatro años por adquirir la prótesis ha llegado a su fin. Durante ese tiempo, Carlos y esposa María Núñez, se desesperaban al ver cómo la condición de su hija empeoraba cada día, ya que su columna se inclinaba cada vez más. A pesar de recibir numerosas ofertas de colaboración para costear la prótesis, Carlos decidió no aceptarlas, consciente de las dificultades económicas que atraviesa la gente. Mantuvo la fe en Dios y su paciencia ha sido recompensada.

La prótesis que recibirá Mía le proporcionará estabilidad en su columna, corrigiendo la inclinación causada por la atrofia muscular. Este avance hará que su vida sea mucho más fácil y llena de esperanza, ya que se vislumbra la posibilidad de que pueda caminar en un futuro cercano.

Carlos Falcón expresó su profundo agradecimiento a los pescadores de San Javier, quienes generosamente le brindaron su apoyo aportando pescados, ranas y morenas, incluso en momentos en que no tenía los medios para pagarles. También extendió su gratitud a todos los habitantes de San Javier que compraron sus productos, contribuyendo así al sustento de su familia y a la atención de Mía.

La madre de Mía, también quiso expresar su agradecimiento a los pescadores y a los Sanjavierinos que han adquirido los productos elaborados por ellos. Además, reconocieron el trabajo de los profesionales que han estado dedicados a la rehabilitación de Mía durante todos estos años.

La fuerza de voluntad de Mía es realmente admirable, y en ocasiones son sus propias ganas de superarse las que les brindan a sus padres la fuerza necesaria para seguir adelante en esta lucha constante. También se destacó el papel fundamental de la maestra y compañeros de tercer grado de la escuela N° 1311 de Colonia Criolla, donde Mía asiste regularmente. Asimismo, se agradeció a la secretaria de acción social por facilitar el traslado de Mía a la escuela, al chofer de la traficc y a personas como Carlos "El Negro" Aguirre y a Eduardo (tío de la pequeña), quienes siempre han brindado su apoyo incondicional. Además, Roberto Gómez ha sido una figura clave en la gestión de los turnos médicos para los traslados de Mía a Santa Fe.

La emoción se hizo evidente en las palabras de la pequeña Mía, quien se mostró entusiasmada y agradecida por la información brindada por el Dr. Esquivel sobre la próxima operación. "Me encanta ir a la escuela, mis padres siempre me dicen que tengo que estudiar", expresó. Con una profunda gratitud hacia Dios, Mía manifestó una gran fe en que pronto podrá caminar.

Esta noticia nos llena de alegría y esperanza, pues representa un gran avance en la vida de Mía y su familia. Después de años de trámites y sacrificios, finalmente han obtenido la prótesis que tanto necesitaban. Con cada paso que dan hacia la recuperación de Mía, se fortalece la convicción de que no hay obstáculo insuperable cuando se cuenta con el amor, la solidaridad y la fe.

La historia de Mía también resalta la generosidad y el apoyo incondicional de la comunidad de San Javier. Los pescadores y los habitantes de esta localidad han demostrado su compromiso al colaborar con la familia de Mía, ofreciendo su ayuda en forma de alimentos y adquiriendo los productos que elaboran. Este gesto solidario refuerza los lazos comunitarios y muestra cómo el trabajo en equipo puede marcar la diferencia en la vida de una persona.

Además, se reconoce el invaluable esfuerzo de los profesionales médicos y terapeutas que han estado acompañando a Mía durante su proceso de rehabilitación. Su dedicación y experiencia han sido fundamentales para brindarle a Mía las mejores oportunidades de mejora y desarrollo.

En medio de esta historia de superación y gratitud, Mía nos enseña a valorar cada paso que damos en la vida y a enfrentar los desafíos con esperanza y determinación. Su ejemplo inspirador nos recuerda que, con fe y perseverancia, podemos alcanzar nuestros sueños más queridos.