Literatura

Maradona me debe un yogur; nostalgia y épica en dosis justas


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“Maradona me debe un yogur y otros cuentos del Abasto” recopila una docena de cuentos cortos que ficciona historias de la mitología popular de este emblemático barrio rosarino. El amor, el arte y el fútbol cobran vida en este puñado de relatos que, con el tono propio de su letra, resiste los embates del paso del tiempo y el olvido. Algunas de estas historias ya dieron luz en distintas antologías como Grito Sagrado (CRediciones, 2022), y las antologías internacionales Historias de amor, desamor & otros romances (Editorial Rubin, 2023) y Con corazón de cuero (Gold Editorial, 2022).

Ariel Gustavo Pennisi (1982) nacido y criado en el barrio del Abasto de la ciudad de Rosario; acaba de publicar con la editorial porteña Azul Francia su primer libro de cuentos titulado “Maradona me debe un yogurt y otros cuentos del abasto”. El cuento que bautiza la antología, lleva el arte de tapa de Andrés Pennisi, y conjuga la épica del diez con una de las pasiones que envuelve a su escritor: el futbol. Tambien vale mencionar que el cuento recibió una mención especial por parte de la editorial colombiana Gold Editorial, por el certamen literario Con corazón de cuero, homenaje al escritor Osvaldo Soriano.

Los relatos proponen cierta mirada entre pueblerina y nostálgica de historias y personajes, anclados en un barrio, donde el remanso olvidado de las tardes se pliega, cuando asoma el ruido de las noche. En los cuentos, se cuelan referencias históricas generales —el peronismo, el futbol, la identidad del barrio del Abasto—, así el autor confecciona un pequeño tetris donde las piezas -diferentes unas de otras- encajan hasta llegar a su forma.

El cuento que abre el libro Ladrón de bicicletas pone a un crítico de cine arriba de un taxi. El septimo arte como punto de fuga de la diaria locura. En Maradona me debe un yogur -el cuento que le da título al libro- el almacenero más pícaro del barrio del Abasto recibe la inesperada visita del astro del fútbol mundial. El barrio se tiñe de épica. En el cuento "Trieste" recuerda la figura de un inmigrante italiano que vive en el barrio del abasto. En el cuento "Las orugas se convierten en mariposas" la voz del relato pone el eje en la memoria. Allí, la
narracion se vale del recuerdo.

Los relatos proponen cierta mirada, entre pueblerina y nostálgica sobre una sociedad anclada en un barrio, y los personajes que la habitan. Los 90 son la banda sonora de la gran mayoría de los escenarios planteados. En algunos de sus cuentos, el neoliberalismo derrama más amarguras que alegrías; Ariel Pennisi habla a traves de su alter ego, Gustavo Infante, el protagonista de todos sus relatos; quién evoca un pasado del que fue testigo, pero no presume, a pesar de que muchas veces se consagra como un digno perdedor.

La ciudad que le interesa a Pennisi es la de los barrios, una zona que se recorta en el afuera, como ser: el almacén, el canillita, las casas bajas del histórico mercado del abasto, la esquina, el club de futbol, los bares y sus parroquianos, y la vereda prolongada al patio familiar. Rosario tuvo en el escritor rosarino Jorge Riestra, un basto legado donde la historia y la memoria de esta ciudad, se dieron cita. En los relatos de Pennisi, no sólo importa lo que el escritor escribe, sino lo que escucha, y ambas operaciones son una sola; al retomar esa tradición, Ariel pone el registro en las historias barriales, contadas por pintorescos y simples vecinos, creandose una épica entre esas voces desconocidas

Asi escribe
—Pibes, esas fotos son mis tesoros existenciales, más que la verdulería y el negocio. Tengo una que no la expongo, pero ustedes me caen bien, se las voy a mostrar. Entonces sacó aquella imagen del cajón del mostrador, aquella imagen que se iluminaba sola. Él estaba espléndido, sonriente, con una sonrisa que nunca le vi en sus democráticos gestos. Ahí estaba la sonrisa receptora de todo tipo de galantería habida y por haber, con sus lentes de sol Ray Ban, abrazándolo a él. Con los pulmones casi sin oxígeno, no pude más que mirar a Barracos. —¿Es él? —pregunté—. Ese petiso, ¿es él? —Sí, vino en los ochenta, así como lo ven en la foto, en cuero, short azul y ojotas, era la hora de la merienda, se había olvidado la billetera y necesitaba un yogur. Estaba con una mina, en la casa de ella, acá a la vuelta. Me dijo “después te pago”. Lo estoy esperando, me debe un yogur.

Bio


Ariel Gustavo Pennisi (1982) nació en Rosario, provincia de Santa Fe. Es licenciado en Psicología, profesor de Psicología y técnico universitario con mención en Trabajo Social, estudios realizados por completo en la Universidad Nacional de Rosario. Desde hace años escribe con regularidad semanal artículos culturales para el suplemento Mirador Provincial del diario Clarín y El Litoral. Ha colaborado de forma ocasional en distintas revistas y periódicos tanto nacionales e internacionales como Pag 12, Revista Nosotros, Sur24 (Venado Tuerto), El Portuario y Revista Literaria Luis Emilio Recabarren (Chile). Sus cuentos han participado en antologías nacionales e internacionales como Grito Sagrado (CRediciones, 2022), Historias de amor, desamor & otros romances (Editorial Rubin, 2023) entre otros. Maradona me debe un yogurt y otros cuentos del Abasto, es su primer libro.


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