Desde la llegada de Miguel Ángel Russo a Central todo cambió. El DT parece nacido en Arroyito porque cada vez que se sienta en el banco auriazul parece tener la fórmula del éxito.

Después de un 2022 caótico, hoy los canallas son uno de los mejores equipos de la Liga Profesional y revalorizaron un plantel que parecía no encontrar el rumbo con otros entrenadores.
Russo fue preciso y para nada exigente a la hora del armado del equipo para esta campaña, hizo hincapié en mejorar la zona defensiva y llegaron Carlos Quintana y el uruguayo Facundo Mallo, verdaderos pilares en este torneo, por rendimiento y voz de mando.

Tampoco le tembló el pulso cuando tuvo que “borrar” a Gaspar Servio, pese a que venía siendo titular en los primeros partidos y, tras un conflicto con la dirigencia, ni siquiera lo volvió a convocar para que siente en el banco de suplentes.

Además, potenció a pibes como Kevin Ortiz, quien apareció el año pasado de la mano de Carlos Tevez, pero se soltó con el actual cuerpo técnico, tanto que es insustituible en la estructura canalla.
Lautaro Giaccone es otro “producto” del DT, quien lo evaluó tras su préstamo en Ferro y le dio el visto bueno para que se quede con la primera.

En apenas un par de minutos, Giaccone le dio la derecha a Russo y se terminó transformando en la revelación del equipo con goles importantes y un despliegue incansable durante los noventa minutos.

Los pibes del Sub 20, Gino Infantino y Alejo Véliz corrieron distinta suerte en este semestre. Infantino no pudo establecerse con continuidad en el once, mientras que Véliz es el goleador del equipo y una de las “joyas” de la casa.

Justamente, ambos futbolistas seguramente recibirán muchas ofertas en este mercado y en Central estarán alertas.

La intención de la comisión directiva, encabezada por el presidente Gonzalo Belloso, es que por lo menos Véliz se quede estos seis meses que quedan para intentar conseguir alguno de los títulos que estarán en juego: la Copa de la Liga y la Copa Argentina en la que los de Arroyito tienen un cuadro muy favorable hasta las semifinales (en 16vos enfrentará a Chaco For Ever).

Russo, claramente, está en sintonía y, además, considera clave este mercado para dar el tan ansiado salto de calidad.

El entrenador quiere refuerzos de jerarquía y en puestos clave como la zona media y la delantera, ya que no cuenta con demasiadas opciones.

Con la lesión de Walter Montoya y algunos rendimientos irregulares, el técnico tuvo que tocar en reiteradas ocasiones el eje central y no encontró nunca el compañero ideal de Ortiz, por lo que la secretaría técnica que integra Federico Lussenhoff ya tiene algunos nombres para negociar o pedir condiciones, varios de la B Nacional y un apellido del exterior, aunque en este caso, hay que tener en cuenta el cupo de extranjeros.

Arriba, sacando a Véliz, no hubo aportes positivos: Jhonatan Candia, Octavio Bianchi y Luca Martínez Dupuy quedaron en deuda, aunque cada caso tuvo sus particularidades. Es esta lista no se incluye al pibe Fabricio Oviedo, quien jugó los primeros partidos mientras Véliz estuvo en el Sudamericano Sub 20, pero luego no fue considerado para seguir sumando minutos.

Candia estuvo lesionado gran parte del torneo y cuando retornó le costó mucho destacarse. Bianchi, por su parte, llegó como goleador de la B Nacional, pero fue más una apuesta y tuvo muy pocos minutos para pelear mano a mano el puesto de “9”. Martínez Dupuy, finalmente, seguramente saldrá de Central ya que hay varios equipos de México (lugar de nacimiento del juvenil) que lo pretenden para el curso 2023-24.

De hecho, Guadalajara, uno de los equipos más grandes del fútbol azteca junto al América, ya hizo una oferta formal, aunque fue desechada en primera instancia por la comisión auriazul.
Por otra parte, Central no tiene descanso y ya tiene la mente en el próximo compromiso ante San Lorenzo, el sábado a las 17.30 en el Nuevo Gasómetro, en un duelo directo para la clasificación a la Copa Libertadores del año próximo.