Paysandú

Ana Prada vuelve al ruedo con su nuevo disco "NO"

Se trata de un álbum muy esperado por ser el primer álbum como solista y de composiciones propias después de casi una década. "NO" cuenta con la participación de su primo Jorge Drexler y de Natalia Oreiro.


Ampliar [+]


Ana Prada es una de las cantautoras más destacadas del Río de la Plata. Reconocida por su musicalidad, sensibilidad, fortaleza y carisma, deja huellas con cada canción. Desde sus comienzos el camino que transitó la artista uruguaya estaba lleno de escollos, de dudas internas en la adolescencia, senderos que la hizo enfrentar a los miedos íntimos, a llenar de aire el cuerpo cuando murió su madre, a transitar una gira con recuerdos nostálgicos, pero como un ave fénix, aprendió a escuchar al silencio y sola ante un templo de dudas, de sentimientos encontrados halló una palabra que en principio le costó comprender pero que luego abrazó, esa palabra es NO.


La artista cuenta con gran trayectoria, sacando discos como, “Soy Sola”, “Soy Pecadora” y “Soy Otra”, una artista con voz propia, con una delicada fuerza en su música -como batalla personal y colectiva- entrega sensaciones íntimas y primarias que inequívocamente encuentran un correlato universal.

Su nueva producción, “NO”, es un puñado de ocho canciones que envuelven temáticas básicas y profundas, aparecen el amor y el desamor, encuentros y separaciones, despedidas, duelos y nacimientos.

En entrevista exclusiva con Mirador Provincial, quien escribe, mantuvo una charla profunda, interrogativa, donde Ana con total predisposición, con respeto y cariño dejó entrever quien es, como fue esa niña en su infancia, ese amor por la música, por su público, por sus conquistas en un mundo marcado por las diferencias, por el machismo y prejuicios a las mujeres. Ella logró derrumbar esas piedras para mostrarnos que existe otra música, una música inclusiva y que siempre se vuelve al primer amor, en este caso a la música con este nuevo disco, “NO”.

Me tomo el atrevimiento de decir que es una artista que siempre va de frente, con fuerza y dignidad.

Tejidos de melodías

-¿Cómo te iniciaste en el camino de la música?

-Lo que me acerco a la música, no lo sé exactamente, quizás fue un modo de vida, una manera de transcurrir la infancia justamente allá en Paysandú con mis padres en una casa donde había un tocadisco. La música va vinculada a mi padre que siempre tocó la guitarra con otros amigos, se juntaban a cantar, momentos de alegría, de reunión, de festejo y también de tristeza porque yo me críe en plena dictadura y me acuerdo que mis padres se juntaban con sus amigos y cantaban canciones que seguramente no las podían tener en los discos porque estaban prohibidas, canciones de Zitarrosa, de Aníbal Domingo Sampayo de Los Olimareños.

Quizás ese movimiento musical haya sido el puntapié a pesar de que estudié, que cumplí el mandato familiar que era estudiar una carrera… que la música no era una profesión de lo que se pudiera vivir, etcétera, terminé estudiando psicología allá en Montevideo con la música siempre en paralelo y después se bifurcaron los caminos, creo que la semilla empezó en Paysandú de la mano de mi padre que tocaba la guitarra y le cantaba a mi madre quien lo miraba con amor.
Agararte a La Vida

-¿Cómo transcurrió la infancia Ana Prada?

-Mi niñez fue libre, jugando con los gurises del barrio Paysandú. Recuerdo con cariño las actividades recreativas que hacíamos en mi época, se jugaban en las calles, tenías el río cerca, el campo.

Y mi adolescencia transcurrió en Paysandú que fue como el despertar al amor, un despertar muy complicado, muy difícil, yo no entendía muy bien indudablemente lo que me estaba pasando era complejo. Años donde viví mucha angustia sensaciones en secreto, no tenía con quién hablar, fueron años un poco difíciles desde el punto de vista de la de asumir lo que me estaba pasando.


En esa época no se hablaba de homosexualidad y menos femenina y menos de la sexualidad femenina, así que imagínense lo difícil que fue para mí.

Posteriormente me vine a Montevideo a estudiar y ahí recién pude hablar con mis padres, fui a terapia hice todo lo que tenía que hacer, y ahí como que fui entendiendo primero desde mí y después desde mi círculo cercano, mi familia, mis afectos más queridos una realidad y una sexualidad que en ese momento era muy tabú. Sin dudas la música ayudó a sanar un montón de cosas, porque es un lugar donde volcas tus emociones donde contás las historias que te han pasado de alguna manera. Quizá condensada, no es narrativa. La canción no es narrativa, puede haber canciones que narren un poco más en mi caso es más lacónico, quizá en una canción aparecen un montón de imágenes del pasado del presente. Cualquier manifestación que te haga sacar o plasmar emociones en algún tipo de formato es sanadora, curadora y por supuesto que la música ayudó a ponerme en un lugar de respeto, de trabajo como mujer y como lesbiana en un lugar desde el respeto. Entonces yo creo que la música, la composición, la poesía y el arte en sí ha sido un lugar donde no se te juzga, vos podés armarte tu lugar de trabajo y de respeto desde ahí sin problema.

-¿Qué se halla en el camino de la música?

-En el camino de la música se encuentran muchas cosas, obstáculos, emociones bellas como en cualquier otro camino nada es del todo bueno y nada del todo malo. En mi caso encontré mucha gente querida trabajando juntas y juntos desde lugares emocionales muy bellos también encontré la oportunidad de viajar, de conocer lugares. Por supuesto también hallé escollo, soy música independiente he salido a través de un sello, los años luz que fue el primer sello, que sacó mi disco que le estoy eternamente agrade.

Como en cualquier trabajo a veces cuesta más generar los espacios, generar la confianza de que tu música funciona, que tu trabajo es profesional, a veces es hay que dar una vueltita de tuerca más para que se te respete. Tengo la suerte y estoy agradecida de este camino que transité y transita que es trabajar con la con las personas y con las emociones, entonces me conecta desde otro lugar suceden cosas ahí más allá de la música un metalenguaje que sucede que está buenísimo y cuando eso pasa con el público, es la gloria.

-¿Cómo fue la génesis del disco “NO”?

-NO, es un disco que demoró mucho en hacer, diez años pasaron sin que saque un disco como solista, esto no quiere decir que no haya hecho quinientas mil cosas en el medio por supuesto y colaboraciones y discos con otras personas y giras, etcétera. Un disco es para mí como una etapa de la vida, un lapso, un paréntesis, un corte transversal, en la existencia de ese corte me pasaron muchas cosas. Me pasó perdidas, en el 2013 cuando saqué el último de la trilogía “El soy otra” mi madre estaba en el CTI y luego murió, empecé la gira de presentación con mi madre recién fallecida, y fue terrible, fueron daños durísimos para mí, de procesamiento, de duelos, la vida me pasó por arriba, hay un montón de aspectos hermosos y también terribles. Sin dudas es un disco que viene de lejos pero la génesis concretamente fue que grabé un tema con Camila Sapin que es hija de Beatriz Fernández del cuarteto la otra en el cual, yo canté durante muchos años antes de ser solista y entonces conozco a Camila desde que era una niña, Camila creció, se convirtió en una gran profesora y coach de música y de canto y hizo sus discos y qué sé yo y se casó con Pedro Alemany y me llamaron para grabar una canción en el disco de ella en el estudio de Pedro acá en Ciudad de la Costa donde vivo ahora a tres cuadras de ellos y bueno grabé y fue maravilloso.

Este disco justamente hablaba de eso que estuvimos viviendo de no poder cantar de perder la emoción, de las ilusiones, etcétera, yo le puse un pedazo de letra también y me metí nuevamente al estudio con ella y con Pedro y para mí fue wow es por acá porque yo estaba redefinida estaba en plan duda como con una crisis existencial y al grabar con ella me sentí nuevamente con ganas de volver a cantar.

Sin juicios, ni culpas, ni reproches

-En este disco se indaga sobre los paradigmas del amor, los duelos la memoria y la identidad, ¿cómo te llevas con la palabra No?

-Siempre está presente. Siempre te atraviesa, somos eso somos amor, somos duelos, somos memoria y somos identidad como personas, entonces es un poco lo que nos constituye es lo que nos nutre, si no seríamos un saco de carne sin alma, yo creo que esas cosas forman parte del alma, el amor los duelos la memoria y la identidad entonces siempre en las canciones aparece en las manifestaciones artísticas, y cómo me llevo con la palabra NO, quizás justamente lo que más necesito aprender o he necesitado aprender en la vida es decir que no y lo tomo más que como una cosa negativa, lo tomo como formando parte de algo necesario muy necesario para el sí, si no sabemos decir que no, que además puede ser peligroso, no poder decir que no, no vamos a poder decir que sí verdaderos genuinos, quizás estaríamos diciendo que sí desde lugares mandatados desde prejuicios ya impuestos sobre todas las mujeres que hemos sido un poco más educadas para obedecer que decidir.


-¿Cómo se maneja ese cable a tierra?

-Mi cable a tierra es mi hijo un poco el eje donde gira lo importante, la realidad. La rutina está en él en su educación, en su socialización, en su lugar seguro para vivir y para crecer.
El arte, la intensidad, el tono

-¿Cómo es el proceso creativo a la hora de componer?

-Mi proceso creativo a la hora de componer es parecido al de todo el mundo, a veces empieza una idea una musiquita en la cabeza, a veces es con guitarra otras veces algo escrito en una servilleta guardada en un monedero o una frasecita que alguna vez se te ocurrió y de ahí surge una canción. Hay etapas en que estoy mucho más receptiva.

-¿Te ha pasado que la otra persona descubriese algo sobre sí misma escuchando tus letras que hasta entonces desconocía?

-No sé si tanto como descubrir algo sobre sí misma, pero sí que le han servido mis letras y mis canciones para afrontar o llevar adelante o comunicar cosas que le han pasado o que le están pasando a otras personas, por ejemplo, en el disco soy pecadora. Me pasó un montón de veces de muchachas de acercarse y decir “Gracias a tu canción yo pude hablar con mis padres o gracias a tu canción pude decirle determinadas cosas a otra persona”, eso sí me ha pasado.
Su inconfundible forma de reír


-¿Cuál es tu sueño colectivo?

-Mi sueño colectivo es que seamos capaces como humanidad de construir un mundo mejor parece una pavada lo que estoy diciendo pero en realidad un poco ese es el gran sueño colectivo primero que detectemos y trabajemos más en lo colectivo. Yo creo que es un sistema que tiende a la individualidad a los logros personales a los logros competitivos donde yo soy mejor que tú y vos no me importa lo que te pase. Considero que para que sea un sueño colectivo, primero tenemos que trabajar lo unido. Trabajar en la educación de los niños y las niñas en la solidaridad, en la diversidad, en lo no binario en la cantidad de cosas que hay en el medio y para trabajar en todo, primero tenemos que modificar el sistema educativo. Tenemos que trabajar en las emociones. Tenemos que trabajar desde ahí.

Educar y construir para que realmente podamos generar un planeta más colectivo y sobre todo mantener en vida al planeta.


Continuar Leyendo...


+ Mirador Provincial