Cumplir 15 años es todo un acontecimiento para la sociedad y las mujeres lo viven de manera particular. Las niñas se convierten en adolescentes, cerrando una hermosa etapa de sus vidas para comenzar otra cargada de ilusiones. La celebración de esta transición ha cambiado con el paso del tiempo y varía de acuerdo a los países, pero hay dos costumbres que siguen vigentes hasta la fecha. A la hora conmemorar las Bodas de Cristal, las chicas suelen optar por una fiesta, momento especial que lo comparten con sus familiares, amigos e invitados especiales, o por algún viaje a algún destino en particular, vivencia que suele generarse con otras adolescentes, en su mayoría desconocidas por la cumpleañera.
En Don Cristóbal 2da, comuna del Departamento Nogoyá ubicada en cercanías a General Ramírez y Seguí, hubo una joven que decidió patear el tablero de las viejas tradiciones para dar rienda a la herencia familiar y cumplir un anhelado sueño. Florencia Metz no quiso vestido ni video ni viajar con sus amigas sino más bien resolvió agasajar su “vuelta al sol” con una destreza criolla para toda la comunidad.
“La verdad que Flor no quería fiesta, no quería nada. Por ahí le dijimos con su padre si quería una destreza para que fueran todos los que siempre andamos los domingos. Y enseguida dijo que sí, le encantó”, manifestó su mamá, Stella Maris Fernández, en diálogo con Mirador Entre Ríos.
El sábado 17 de junio, el predio de la Comuna de Don Cristóbal se preparaba para recibir una nueva destreza, pero no era destreza cualquiera, de esas que están acostumbrados a asistir los habitantes de la región. Pocas veces se vio en la provincia algo similar a esto, donde una quinceañera sea la protagonista de la tarde. Con el transcurrir de las horas, los vecinos se acercaron al lugar con sus equipos de mates y sillones, listos para disfrutar de los juegos y, más tarde, los shows en vivo. La entrada era libre y gratuita, lo que congregó un buen número de asistentes provenientes de diversas localidades.
El costado solidario del evento también dio que hablar. Flor decidió entregarle la cantina a las escuelas rurales para que pudieran recaudar fondos. En este sentido estuvieron presentes la Escuela de Educación Agrotécnica Nº49 “Crucero ARA General Belgrano”, la Escuela N.º 15 “Domingo Faustino Sarmiento”, la Escuela N.º 67 “Bernardino Ramírez” y la cooperadora de la Escuela N.º 91 “Crucero ARA General Belgrano”.
“Esto es algo que me gusta a mí porque siempre andamos en las destrezas. No me gustan los vestidos o las fiestas. Dije quiero hacer una destreza para toda la comunidad. Y ellos me apoyaron porque siempre me gustaron esas cosas y siempre me apoyan en todo esto. La verdad que llegó gente de todos lados. Todo muy lindo, un día lindo hizo”, expresó la joven Metz.
Florencia también se dio el gusto de participar de las pruebas de riendas, algo que hace desde hace algunos años. La estudiante de cuarto año compitió en la categoría libre y damas. En ambas obtuvo el primer puesto, llevándose los aplausos y la ovación de todos los presentes. Como premio, la ganadora –que tuvo que ir sorteando etapas para clasificar hasta instancias finales– se llevó la suma de 100 mil pesos, dinero que fue donado al Área de Deportes de Don Cristóbal. Este noble gesto sorprendió a más de uno y las felicitaciones para la gurisa no tardaron en llegar.
Minutos más tarde, la jinete –acompañada por las chicas que completaron el podio– desfiló con la bandera argentina. Las fotos, la música de fondo, los payadores y los rostros de felicidad le daban un tinte diferente a esta fiesta criolla. Una vez finalizada la destreza tuvo lugar el baile, donde se hicieron presentes Los Saraluceños, La Sin Nombre y Estilo Diferente. El vals para la quinceañera no podía faltar, en este caso un tema diferente a los que suelen poner en las fiestas. Flor bailó con su papá Ezequiel, quien estuvo pendiente de ella en las pruebas, el que la asistió y la acompañó. Los souvenires eran alusivos a la temática: una herradura y la imagen de un caballo. La joven disfrutó cada momento. Fueron dos meses intensos de preparación y todo salió como estaba estipulado.
Florencia es la mayor de tres hermanos. Le sigue Martina de 8 años, que también corre, y Juan de 6. Ezequiel es el domador de los caballos y Stella Maris la que los barea. La protagonista de esta historia arrancó a correr cuando tenía 8 años y hoy se destaca en las destreza llegando a participar en diversas localidades de Entre Ríos y Santa Fe, con una destacada presencia en Córdoba en un nacional clasificatorio para Jesús María.
“Nosotros somos una gran familia que domingo tras domingo estamos en los festivales y Flor quiso festejar así su cumpleaños. No he visto algo así dentro de la provincia, es la primera vez, pero sí me ha tocado estar en Santa Fe con un festival similar. Cualquier chico elegiría otra cosa, es la realidad. Pero a Dios gracias tenemos gurises muy camperos. Encima gana un premio y lo dona. Eso nos sorprendió a todos, y la verdad que por ahí emocionan esas actitudes de una niña, una chica tan joven, tener esa actitud y ganar un buen premio, un buen monto, porque no se habla de poca plata. A pesar de que era su regalo decide donarlo”, dejó en claro Diego Castro, reconocido animador de destrezas.
A su vez agregó que “Flor empieza de muy pequeña a correr, a competir sanamente. Fue aprendiendo, fue mejorando, fue perfeccionándose, porque no es sólo ella sino que también el animal, el caballo, que tiene su parte muy importante. El año pasado llegó a una instancia nacional en Río Tercero (Córdoba) consagrándose entre las cuatro mejores del país”.