El cuarteto de guitarras cumple 10 años y lo festeja con nuevo lanzamiento. Mirador Provincial entrevistó al grupo musical y comentaron respecto de cómo viene su presente artístico.
La destacada banda musical Bordonasnocromo, se encuentra presentando su cuarto disco titulado “Roba en el súper”. La formación de cuerdas reúne toda la potencia del rock con la composición propia del tango en un álbum de estudio -grabado en estudios Romaphonic- que cuenta con producción de Yuri Venturín, la grabación de Walter Chacón y la masterización de Mario Breuer.
Bordonasnocromo está compuesto por las guitarras de Charly Beneyt, Jonathan Cajes, Federico Garrido y Hugo "Griyo" Iglesias en guitarra, voz y dirección musical. De la mano de este nuevo álbum, el grupo festeja su décimo aniversario con un disco soberbio integrado por ocho composiciones de Iglesias atravesado por los ritmos propios del Río de la Plata. Temas como “Patruya parla rock”, “Instrucciones para robar supermercados” y “Orsai” entre otros, exponen un sonido contemporáneo en el que tango y rock conviven en la misma esquina, en un estilo de vanguardia característico del grupo.
Dueños de un sonido arrabalero y actual, la formación editó tres discos anteriores: Bordonasnocromo (2015), Jardín cristal (2018) -en los que combinaron clásicos del género con temas propios- y Asintomáquina (2021) grabado en plena etapa de pandemia.
En diálogo con Mirador Provincial, el cuarteto dialoga extensamente y con una fluidez asombrosa sobre sus inicios musicales, aventurándose en la memoria de su infancia y sobre sus proyectos a futuro.
-¿Cuál fue el primer contacto que tuvieron con la música?
-H.I.: El grupo está conformado por Charly Beneyt en guitarra y coros, Federico Garrido en guitarra, Jonathan Cajes en guitarra, y yo, Hugo Iglesias, en guitarra y voz. Los cuatro comenzamos a tocar durante la adolescencia, somos multi géneros musicales; folclore, rock, tango, entre otras cosas además de la formación de concertistas que recorrimos cada uno de nosotros lo que nos llevó a conocer e interpretar también obras de música clásica. Así como nos vez, estos tipos fueron a la escuela. Más allá de la formación a la que pudimos acceder a la hora de tomar decisiones en cuanto a lo artístico hacemos prevalecer nuestros principios. Disfrutamos mucho compartir música y trabajar juntos ya que amamos lo que hacemos. Nada es fácil de hacer o llevar adelante y siempre existe mucho sacrificio en cada producción que hacemos. Ahí nos acompañamos con todo. Si vos ves que la persona que tenés al lado va a ensayar con fiebre o dolor de muela tenés que dejar todo, no podés ser indiferente a ese tipo de compromiso. Hay que dejar la piel en cada cosa que haces. Si hay algo que realmente valoro de este grupo humano es la dedicación, el sacrificio y la humildad para trabajar cada día. Después la capacidad musical de ellos hace que se arme una ensalada muy impresionante a la hora de hacer los arreglos y elaborar la música que hacemos.
En mi caso en particular arranqué a tocar a los cuatro años y la música fue algo que estuvo presente de manera intermitente hasta la adolescencia, cuando se convirtió en algo realmente serio. Primero me convertí en un melómano; escuchaba dos casettes que tenía sin parar: uno de los Fabulosos Cadillacs, “Vasos Vacíos”, y el otro, “Ruido Blanco” de Soda Stereo. Los gasté de tanto pasarlos. Después los horizontes musicales se fueron ampliando y el gran cimbronazo se dio cuando de casualidad escuché un tema de 2 Minutos en una radio que seguramente lo paso de casualidad porque no tenía nada que ver con eso. Ahí empecé a averiguar y me encontré con un universo de música subterránea que me voló la cabeza. Hablando con algunos compañeros encontramos coincidencias y empezamos a ir, un grupito de cinco pibes de la escuela a Cemento, club de música que se encontraba en la calle Estados Unidos 1234. Nos hicimos habitués. Nada de boliches ni bares; éramos bichos raros en casi todos lados salvo cuando íbamos a algún show. Por esa época fueron los míticos recitales de los Ramones en Obras Sanitarias. Siete días consecutivos, acompañados por los grupos que poblaban la escena de ese momento. Salíamos a escuchar música en vivo todos los fines de semana y teníamos un gusto muy selecto y depurado por lo que elegíamos. Hermoso y salvaje contexto de aprendizaje; a diferencia de los boliches, estos espacios eran lugares donde había además de descontrol mucha ideología y también un ida y vuelta con gente de otras edades. Por sobre todo muchos códigos y camaradería. Ir a un boliche en ese entonces, además de ser prohibitivo por los costos, me parecía algo vacío de contenido; además la música que se pasa en esos lugares suele ser verdaderamente aberrante.
Después vino la etapa de empezar a hacer lo que hacía esa gente a la cual uno admiraba, así que le pedí a mi vieja una guitarra eléctrica la cuál compró con muchísimo esfuerzo. Una Epiphone y un equipo Digisound de quince watts. Para mí era una locura. Las primeras semanas dormía con la guitarra; otro gran cimbronazo que reacomodo todo mi mundo interior. Empecé a pensar en hacer música como esa gente que tanto admiraba.
Más allá de mi historia en particular los cuatro coincidimos en esa pasión como algo que nos transmitieron desde la familia. Muchas veces hemos charlado sobre este tema y los cuatro tenemos recuerdos de hogares muy musicales tanto para los eventos como para lo cotidiano. Afortunadamente el amor además de sanar es muy contagioso; por eso es fundamental que hagamos las cosas con la pasión que genera el amor por algo. Les niñes pescan esas cuestiones al toque y no las sueltan más. Una vez que esas semillas están plantadas el árbol crece solo.
En un marco formal como es la escuela, la educación artística es algo que está muy presente y me parece muy positivo que desde ese lugar se generen ese tipo de inquietudes en niñas y niños.
Dentro de la cultura la música me parece algo mágico; como dijo alguna vez Astor Piazzolla, “La música es el arte más directo, entra por el oído y va al corazón... Es la lengua universal de la humanidad.” Nosotros vamos por esa idea fundamental y la tenemos muy presente a la hora de elaborar nuestra música.
La diversidad de voces en lo cultural es fundamental porque cada persona tiene su recorrido único e irrepetible y que esas experiencias sean transmitidas de manera auténtica es muy importante para todes.
Para Nietzsche la música y la poesía transforman virtuosamente a las personas. Necesitamos que estas cuestiones se expresen claramente y sin vueltas. El discurso de ¡Te vas a morir de hambre! le hace muy mal a la juventud. Muchas personas ven frustrada su vida por gente frustrada. La realización muchas veces está poblada de austeridad. Eso no es malo; hasta tal vez se trata justamente de todo lo contrario. Los que estamos ahora en actividad tenemos que hacerlo con intensidad y mucho corazón.
-¿Cómo se forjó Bordonasnocromo? ¿Cómo es el detrás de escena de cada disco, de cada composición de temas?
-H.I.: Comenzamos como un trío de guitarras interpretando tangos muy relacionados a las orquestas más relevantes del tango de la guardia nueva y la época de oro. Seleccionamos obras instrumentales para elaborarlas a nuestra manera y de esa forma meternos en el género. Nuestra postura en ese momento fue seguir el camino fundacional que elaboraron por ejemplo Eduardo Arolas, Carlos Gardel, Julio De Caro, Aníbal Troilo, Osvaldo Puliese, Astor Piazzolla, por nombrar algunos maestros que fueron encolumnando y desarrollando el lenguaje de la música de tango y básicamente lo que nosotros hacemos es seguir esa lógica y esa corriente evolucionista. Somos decareanos, escuela que generó una revolución musical en el tango de la guardia nueva y que sucedió también con otros artistas de otros géneros musicales y otros lares del mundo, como podemos nombrar a Beethoven, Nina Simone, Miles Davis, Oscar Alemán, Jaco Pastorius, Isaco Abitbol y muchísimos otros que patearon el tablero para correr los límites del mapa musical. Eso justamente es mantener viva la música, por eso reitero para mí no está todo hecho, los elementos musicales pasan por un tamiz que tiene que ver con lo espiritual metafísicamente hablando, la música puebla el mundo interior de las personas, entonces, justamente estar musicalmente vivo es mantenerse generando cambios y modificaciones en lo que uno hace. Obviamente de manera natural, sin forzarlo; tal vez en algún momento eso deje suceder en nosotros, no lo sé ni me preocupa, pero realmente hoy en día nos mantiene muy bien, y de a poco fuimos encontrándole la vuelta a esta cuestión del cuarteto con canciones que están tamizadas por diferentes texturas, diferentes sonidos que no tienen necesariamente que ver con el tango; cabe aclarar que nuestro disco está poblado por el sonido tanguero pero también por otras cuestiones, por otros artistas que dejaron una obra que nos toca, que nos moviliza. Charly García, Spinetta, no podés tocar tango sin pasar por ahí por lo menos nosotros no. Gracias a gente como Palo Pandolfo, la Fernández Fierro, Alfredo “Tape” Rubín a partir del año 2001 surgió una corriente que tuvo como bandera generar nuevas estéticas en el género tanguero al punto de que hoy en día existe una libertad es muy muy sana.
Hablando estrictamente del proceso de grabación o para llegar al mismo la mayoría de las agrupaciones musicales se trabaja de la siguiente manera: primero se prepara el repertorio, luego se elaboran los arreglos y se corrigen, se ensaya hasta que eso suena relativamente bien y se hace lo que sería una preproducción. La preproducción se trata de grabar los temas para entender artísticamente cuál es el tratamiento que se les va a dar en estudio, por lo general se realiza donde se va a grabar definitivamente y se registran un par de esas canciones; en base a esa muestra, digamos, se piensa cuáles van a ser los procesos de los instrumentos y todo las cuestiones estéticas y artísticas a definir para la grabación final. Previo a dicho momento se ensaya muy intensamente para llegar al estudio de la manera más contundente posible y se trabaja en jornadas de 6 u 8 horas por día. En este este último disco que hicimos fueron solo dos días; uno para las guitarras de todas las canciones y otro para la voz. Solamente dos jornadas muy intensas y extensas; quedamos como para la internación. Recuerdo que me dolía el cuerpo como si hubiera corrido una maratón.
-¿Cómo se les ocurrió “Roba en el súper”?
-H.I.: “Roba en el super” es un disco conformado por ocho canciones en formato de cuarteto de guitarras y voz. Se despega bastante de los trabajos anteriores del grupo ya que es más potente y en general tiene un sonido más moderno. En los discos anteriores habíamos incluido percusión y contrabajo y al volver al formato de grupo de guitarras nos propusimos darle énfasis al instrumento principal del grupo. Que iba a surgir de eso no es algo que haya sido planeado, sino que nos encontramos sonando de esa manera y nos gustó; cuando la pasas bien tocando y te divertís quiere decir que el grupo funciona y la cosa está encaminada.
Por un lado los temas en general tienen bases bien potentes y las guitarras que cantan lo hacen con frases similares a riffs. Las cuatro violas se complementan armando algo más grande que mantiene una cierta unidad. Si bien los discursos no son iguales transmiten el mismo mensaje y terminan transformándose en una sola. En este disco tuvimos la fortuna de haber tenido la posibilidad de trabajar con Yuri Venturín. Cuando estábamos empezando a trabajar las primeras canciones tal vez teníamos tan solo un par se comunicó con nosotros Yuri venturín y nos propuso ir al estudio a grabar lo que tuviéramos nosotros sin dudarlo le dijimos que sí y al toque nos encerramos a laburar sabiendo que teníamos que preparar un repertorio porque no teníamos material nuevo para grabar todo un disco sino que hasta ese momento teníamos dos canciones que ya estábamos trabajando en los ensayos y absolutamente nada más así que todo lo demás fue material que tal vez estaba un poco guardado que salió ahí rápido pero de alguna manera ya habíamos encontrado cierta energía y cierta estética que tal vez eso es lo más difícil de hallar en el momento de plantear un camino estético viste entonces ahí fue que se hizo un clic y además tener también una propuesta que vos sabés que va a dar como fruto un laburo que va a estar buenísimo.
"Le recomendamos a la gente que se tome media horita de su tiempo en cierta tranquilidad y cierto aislamiento y con un volumen una intensidad considerable, les dé play a su reproductor musical, sea computadora, celular, sobre todo recomendamos también que sea un dispositivo que tenga una buena reproducción no pero un buen volumen, para que puedan apreciar el sonido que hemos logrado en este disco".