La peatonal de Concordia se convirtió en un espacio de exhibición y enseñanza. Lalcec y la Cruz roja explicaron cuáles son los riesgos y de qué manera es posible prevenir la enfermedad.
Durante los días 28, 29 y 30 de junio, por iniciativa de la Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer (Lalcec) filial Concordia, se instaló un colon inflable gigante en la peatonal San Martín de la ciudad, frente a la Municipalidad.
La actividad, que contó con la colaboración de la Cruz Roja Argentina, tuvo como objetivo llevar a tamaño grande una parte del cuerpo humano para concienciar a la población sobre la importancia de la prevención del cáncer colorrectal, una enfermedad que, detectada a tiempo, puede tratarse. Además, hicieron hincapié en que los controles permiten conocer el estado en que se encuentran los órganos, así como también conocer cómo cuidarnos. El colon inflable estuvo dispuesto en forma de túnel para que las personas puedan ingresar gratuitamente y recorrerlo en una visita guiada, mientras se les brindó información respecto a la enfermedad y su prevención, con la consigna de que los diagnósticos tempranos permiten tratamientos y “salvan vidas”.
INFORMACIÓN AL ALCANCE
Margarita Damino es integrante de Lalcec Concordia. En diálogo con Mirador Entre Ríos aseguró que la actividad que llevaron adelante no pasó desapercibida y que harán más exposiciones en la zona céntrica para llegar a la mayor cantidad de personas posible.
“Nos instalamos en la plaza con el colon inflable gigante y eso llamó la atención de mucha gente. Nos tomamos el tiempo de darle explicaciones a todo el que se acercaba, además de actividades pactadas con colegios que hicieron visitas guiadas para que comprendan mejor de qué se trata y aprendan sobre el cuidado de la salud. Es importante que sepamos desde temprana edad que es necesario cuidarnos, cuáles son las señales de alerta y qué debemos hacer para controlar la salud de esa parte del cuerpo”, explicó.
–¿Fue tan exitoso como esperaban?
–Creo que superó nuestras expectativas. La actividad estuvo abierta a todo público y nos sorprendió la cantidad de gente que asistió. Hubo guías voluntarios que fueron desde la Cruz Roja y profesionales dedicados a la salud. El inflable tenía tamaño grande y los interesados podían recorrer y encontrarse en ese camino primero con un colon sano y luego con otro enfermo para ver cuáles eran las diferencias. La ubicación fue estratégica porque fue en pleno centro y muchísima gente recorre ese lugar. Varios pararon y se interiorizaron y luego se fueron convencidos de hacerse los chequeos.
PREVENCIÓN
–¿Cuáles son las patologías que muestran en ese recorrido?
–Esto viene diagramado y se muestra en todo el país igual. En primer lugar, mostramos lo que ocurre en el intestino. Ven un intestino sano y luego uno con pólipos. Ven anomalías de distinto tipo y distinguen lo benigno de lo maligno. Tratamos de explicar claramente qué parte están viendo y cómo una enfermedad intestinal que no es atendida a tiempo puede afectar el colon y generar un cáncer. Afortunadamente, la estructura inflable está muy bien hecha entonces vemos en tamaño grande lo que dentro de nosotros son miniaturas y podemos comprender lo importante que es prevenir y atendernos de manera correcta para conocer nuestro cuerpo y la salud interior.
–¿Cuál fue el mensaje central?
–Nosotros hicimos hincapié en la prevención porque creemos que es fundamental. No hay mejor manera de prevenir que cuidando nuestra salud, teniendo hábitos saludables, alimentándonos bien y dándonos espacio para hacer caso a lo que nuestro cuerpo nos dice si nos sentimos mal.
–¿A qué síntomas debemos prestar atención?
–Tenemos que prestar atención a los dolores abdominales, a los dolores en la parte baja del abdomen y a los cambios en color y consistencia de la materia fecal. Hay que abrir los ojos cuando empezamos con problemas intestinales porque ese es uno de los primeros avisos.
CHEQUEOS
–¿Quiénes tienen más riesgo de padecer la enfermedad?
–Las personas mayores de 50 años. De todos modos, ahora por los hábitos de consumo hay muchos que enferman antes, por eso sugerimos hacerse chequeos desde los 40 años. También aquellos que tengan antecedentes familiares de cáncer de colon o enfermedades intestinales tienen que hacerse el chequeo. Con una colonoscopía se detecta. Es un estudio invasivo, pero relativamente sencillo así que no hay que tener miedo. Lo mejor es conocer cómo estamos, sea para enterarnos que estamos sanos o para conocer si estamos enfermos y empezar a tratarnos.