Los niveles de violencia récord que vive Rosario no paran de crecer. En el Hospital de Emergencias Dr. Clemente Álvarez (HECA) la cantidad de heridos por arma de fuego que ingresaron en el primer semestre aumentó casi un 20% en comparación con la primera mitad del 2022.

"Se observa un incremento del 19,6 % en ingresos al HECA por HAF (Herida por Arma de Fuego), tomando como base el primer semestre 2022. Este incremento se debe fundamentalmente en que en los tres primeros meses del año se registraron 176 de los 268 ingresos (aproximadamente un 66 % de los IAF de todo el semestre)", informó a Mirador Provincial el director de la institución, Jorge Bitar.

A modo de ejemplo para entender cómo los niveles de ataques con armas se viene sosteniendo en los últimos años, Bitar señaló que "en 2019 hubo un total de 412 ingresos por HAF, en el 2020 fueron 475 -plena pandemia-, en el 2021 se llegó a un pico de 508 ingresos, el año pasado fueron 476 y en lo que va de este año ya estamos en 268".

La violencia en Rosario atraviesa niveles alarmantes, con récords históricos de crímenes.
Archivo/Marcelo Manera.

Hay que tener en cuenta que el volumen de personas que ingresan al HECA es de los más altos de la región. "Para que nos demos una idea de la magnitud de pacientes que se reciben en el 2019 la admisión mensual fue de 2.457 -que fue el más alto- a la fecha, pero que en estos años se sostuvo oscilando entre 2.100 y 2.300 pacientes por mes", agregó el director.

Trabajar al límite
El contexto de violencia récord que se vive en Rosario con 151 crímenes en el departamento en lo que va del año, también se siente en los hospitales de la Cuna de la Bandera. La foto de un balazo en el vidrio de la entrada de la guardia del hospital Centenario hace un año, que dejó como saldo una empleada herida, es el símbolo concreto de lo que está pasando. El nivel de estrés con el que se trabaja preocupa tanto al personal médico como al resto de los empleados.

Con tantas balaceras y tantos heridos, la demanda del HECA es altísima. Ante tanto movimiento de personas y de heridos con armas de fuego en situaciones confusas generan que los profesionales de la salud trabajen a un ritmo frenético. Es por eso que se instaló en el hospital un destacamento policial para prevenir situaciones de máxima violencia entre baleados, familiares o allegados y personal de salud.

Desde la secretaría de Salud de la Municipalidad confiaron a este medio que en los efectores públicos se aplicaron rigurosos protocolos de seguridad, justamente para tratar de evitar al máximo las situaciones de tensión.

Pese a los esfuerzos, admitieron que en el contexto en que se está viviendo y con una altísima demanda, muchas veces se logran vulnerar estas medidas y se producen casos lamentables.

Bitar contó que pese a la alta demanda que tienen en la institución, el rol del hospital Roque Sáenz Peña como el Alberdi -ambos municipales- "están absorbiendo muchos pacientes baleados", lo cual evita que el grueso llegue de forma directa al Clemente Álvarez.

El director señaló que en general "hay mucha violencia y, con frecuencia, con relación a familiares de pacientes que están atravesados por la misma violencia. No podemos quitar esto del contexto nacional ni mundial, porque estamos viviendo en un mundo violento, pero se palpa diariamente en el hospital y es peligroso para los trabajadores".

Sin embargo, destacó que "cualquiera dentro del personal del equipo de salud sabe el contexto de la población que se atiende en el HECA. Conocen que van a trabajar en Trauma, donde están los heridos de arma de fuego".

Es por este motivo que "se armó un dispositivo con el equipo de Salud Mental para que pueda atender las afecciones subjetivas por todo lo que deben vivir en el trabajo y en este contexto".

Con respecto a personas que se están yendo del servicio, Bitar afirmó que no tienen "deserciones", pero "sí estamos notando que hay muchos y muchas que se están yendo al exterior por tener otras propuestas laborales. Esto es algo que venimos notando. Se piden licencias sin goce de sueldo", concluyó.