Con una gran afluencia de público que alcanzó más de 50.000 concurrentes durante las tres jornadas de festejo, se desarrolló una nueva edición de la Fiesta Nacional de la Colonización bajo el slogan “Una ciudad renaciente”, como se la nombró este año.

La Fiesta se llevó adelante en la antigua estación del ferrocarril donde actualmente se emplaza el Predio Multieventos y en las inmediaciones de Plaza Urquiza, en el centro de la ciudad, lugar en que se realizó el tradicional desfile evocativo.

El gobernador Gustavo Bordet; junto al candidato a gobernador Adán Bahl; la secretaria de Cultura, Francisca D'Agostino; la secretaria de Turismo, María Laura Saad; y Mariel Ávila, titular de la Fundación Iapser, participaron de los festejos centrales durante el último día de la celebración, ya que llegaron a la ciudad para hacer un recorrido por el VIII Simposio Internacional de Escultura Itinerante el cual se desarrolló en el marco de la Fiesta de la Colonización durante más de una semana.

La celebración tuvo tres jornadas que podrían catalogarse de exitosas. En todas las actividades –entre las que se incluyó un torneo de pesca, un torneo de tiro en el Tiro Federal Argentino Primer Polígono de Sudamérica, el almuerzo popular y el rally turístico de autos antiguos– hubo una gran participación de la comunidad. Los shows y espectáculos fueron libres y gratuitos con la presentación del Pocho Gaitán y Monchito Merlo, en la Noche de Peñas; y los multitudinarios shows de Karina “La Princesita” y Jorge Rojas que se desarrollaron durante las noches del sábado 1 y del domingo 2 de julio, respectivamente.

El intendente de San José, Gustavo Bastián, agradeció el acompañamiento de la ciudadanía y destacó la decisión de hacer de ésta una fiesta popular y gratuita para que puedan disfrutarla todos los sanjosesinos y los miles de personas que llegaron a la ciudad para disfrutar de las propuestas de la celebración.

UNA CIUDAD RENACIENTE

La localidad de San José es la primera Colonia Agrícola-Ganadera formada en Entre Ríos y preserva entre sus calles y monumentos las memorias del período inmigratorio iniciado en 1857, cuando 530 personas llegaron para fundar el poblado. Principalmente fueron franceses, suizos e italianos quienes desembarcaron un 2 de julio en la Calera Espiro al borde del río Uruguay y se instalaron en las hectáreas cedidas por Urquiza para la creación de la Colonia.

El contrato de inmigración decía que las personas serían propietarias de las tierras luego de trabajarlas para saldar su deuda con la administración, por lo que durante los primeros años San José se convirtió en un foco productivo excepcional en la costa del Uruguay. Los inmigrantes sembraron principalmente trigo, maíz, papa y maní, aunque también proliferaron entre sus campos las quintas de frutales y los viñedos que fueron muy populares por la elaboración de vinos y licores que se hicieron famosos a nivel mundial debido a su apreciable calidad. Seis años después de su fundación, la Colonia requirió de un puerto para continuar con su crecimiento y realizar la exportación de los productos que allí se elaboraban, por lo que se creó a tan solo nueve kilómetros la localidad de Colón, como ciudad portuaria.

“La ciudad renaciente” a la que se hace mención en esta edición es justamente la San José de antes, pero también la actual. La de antes porque esos inmigrantes que llegaron tuvieron que crear prácticamente todo lo que hoy encontramos en la región, que en ese entonces apenas si estaba poblada, y de la que nacieron las ciudades de Colón y Villa Elisa. Y la de hoy, porque esta pequeña urbe, cargada de historia, se hace eco cada día de un desarrollo que reafirma este tesón característico de querer hacer de esta tierra una gran promesa, con industrias que la ubican como la principal productora avícola del país y con un crecimiento ininterrumpido del turismo, uno sustentable que busca preservar tanto los entornos naturales como su historia.

DESFILE Y MEMORIAS INMIGRANTES

Durante la tarde del domingo se desarrolló alrededor de la Plaza Urquiza el desfile evocativo en donde participaron más de 500 personas en las recreaciones y cuadros alegóricos que rememoran los primeros tiempos de vida en la colonia.

El desembarco con la llegada de los inmigrantes es el cuadro central que da inicio a las distintas representaciones que se llevan adelante durante el desfile. Además, el trabajo en el campo con el cultivo del trigo y la vid, los frutales, la apicultura, los bailes típicos de la alta montaña, las actividades como la carneada, el tambo, la esquila y las memorias de la llegada del ferrocarril, la creación del barrio El Brillante con las chapas de Liebig, la fábrica de licores y las memorias de la Plaza Urquiza con sus pregoneros de noticias, fueron parte de las escenas recreadas en el desfile de la 36ª edición de la Fiesta Nacional de la Colonización.

También como parte de los festejos durante todo el sábado y el domingo se pudo recorrer en el Predio Multieventos una muestra artesanal, y una feria de manualistas, de productores y elaboradores locales.