Poesía en la FILR

Luz de Giro de Alicia Salinas

La reciente obra, premiada por la editorial Baltasara, tendrá su presentación el próximo jueves 10 de agosto a las 19 horas en el Espacio Hugo Diz del Centro Cultural Roberto Fontanarrosa, en el marco de la Feria del Libro. Acompaña a la autora Sonia Scarabelli.


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Alicia Salinas presenta su último libro Luz de Giro y estará acompañada por Sonia Scarabelli (actual ganadora del prestigioso premio Pedroni). El encuentro poético se realiza en el marco de la Feria Internacional del Libro de Rosario y tendrá lugar en el Espacio Hugo Diz del Centro Cultural Roberto Fontanarrosa. Cabe señalar que la obra resultó ganadora de la convocatoria Editorial 2022 del género poesía del sello Baltasara Editora.

Actos del habla
Letras se entretejen y encadenan. Letras se agrupan, conforman palabras. Las palabras se asocian, la dinámica asoma con sus entretejones. Frases, los intentos de apropiación de las formas del lenguaje. Ir al vacío, inscribirlo, agujerearlo y soldarlo al afecto, efecto. Un mensaje, un imposible. Letras giran, las palabras se entrelazan y abrazan.

Los mensajes fluyen, la vida va. A veces viene. “Dar media vuelta y ver que pasa allá afuera. No todo el mundo tiene primaveras” canta Fito Paéz en su Giro por la vida, “las mismas lenguas hablan con códigos ajenos/ después de tantas generaciones, de tanta sangre/ mejor no creer ninguna cantinela” escribe Alicia en “Emancipación” el primer poemario del libro, anticipando su sensibilidad creativa. El mundo es propio, íntimo.

Sale el sol en un punto donde en otro ejerce el ocaso su poder mientras el mundo gira, “ya huelo el perfume de la noche/ y alguien canta del otro lado de la tierra./ Te espero” escribe en “Frente a un vano orientado al oeste”, una dinámica que no se detiene, “todo da vueltas como una gran pelota /Todo da vueltas, casi ni se nota” parece contestarle Fito.

Somos potencia y acto. Acto y potencia. No nos bañamos dos veces en el mismo río dijo para siempre Heráclito, “¿cómo sospechar del olor mojado en su pátina / sobre lo mucho o poco, lo casi nada, el resto íntimo de igualar lluvia y agua en el mundo que intuimos al tacto / de una superficie?” es no sólo la pregunta cartesiana que atraviesa Salinas en su poema “Refutación”, sino el ejercicio de una sensibilidad en el uso de su lenguaje.

Es el lenguaje, aquél que todo lo nombra y siembra su tiranía en la dinámica de la vida. Alicia se apropia de él para ir hacia aquél dinámico lugar donde el vacío interpone su límite. Salinas agujerea el vacío y embellece con su trabajo artesano la tragedia de la temporalidad a sabiendas de su imposibilidad, “¿cómo sabré de que lado cae el dado que te nombra humano?” es más que un acertijo, la pregunta que bordea la tragedia de una existencia que podría tornarse absurda sin el arte y la poesía.

“¿Conoces la probabilidad de que el espermatozoide de tu padre encontrara el óvulo que te creó?” Se pregunta Boris Yellnikoff, personaje ficticio interpretado por Larry David en el films Whatever Works (2009) del genial Woody Allen, una obra tan profunda y valiente como desvalorizada. Quizás sea esta la cualidad de Alicia Salinas en este poemario merecedor del primer premio del concurso organizado por Baltasara Editora, ser una obra que más allá de su belleza poética. Obra valiente, inquietante, sin renuncias ni tapujos. Alicias Salinas con su lírica hecha letra nos muestra la dinámica de la vida para embellecerla, “tarea que en el dolor emancipa” (Frente al faro de un auto).

La voz de Alicia
“Para mí es una emoción muy grande la posibilidad de publicar, de dar a conocer la obra, de cumplir un sueño en tiempos muy difíciles, adversos, como fueron los últimos años. Pero la vida está hecha de todas las cosas y también está hecha de poesía, de aquello que se pudo materializar en estos poemas. Estoy muy agradecida a la editorial, una editorial de Rosario, independiente, que se juega por las y los autores, por la oportunidad y la confianza” afirma Alicia sobre las resonancias emocionales que le provoca la publicación de Luz de Giro.

Al consultarle sobre el origen del proceso creativo, contó: “empecé a escribir estos poemas en 2019, cuando había cerrado el libro anterior, Teoría de la niebla. Y yo digo que había salido de la niebla, donde me dejó ese camino es que se empezaron a escribir, que empecé a escribir estos poemas; me da la impresión de que si los otros tenían una voz más para adentro, así como una vocación de salir hacia afuera, estos emergen más directamente como una conversación. De hecho, una de las secciones se llama Conversaciones, y la otra se llama Actos de habla, que tiene que ver con distintas situaciones y prácticas, porque justamente abordan aspectos más pragmáticos del lenguaje, de todos los intentos de acción que generamos con las palabras”.

Un poemario hijo de los tiempos duros de la pandemia, que dejó sus huellas en la creatividad de la autora, “pienso que es curioso porque había un encierro y una imposibilidad de vincularse con el otro, y yo estaba intentando hablar a través de los poemas, acercarme”.

-¿Cuándo vino la versión final del libro?
-Fue recién hacia finales del año pasado que tuvo su toque final, en ese trabajo que uno hace de emprolijar, de buscar la mejor versión del poema, pero no desde una vocación de que luzca perfecto, sino de una búsqueda de decir lo mejor posible lo que intento decir, y no solo desde lo discursivo, sino desde la forma del poema. Me parece que eso se fue realizando, ya sea como una actividad o como una maduración de los propios poemas, durante 2021 y 2022. Amén de que aparecieron nuevos textos, igual que aparecieron otras cosas en la vida. Entonces, no es que uno está todo el tiempo escribiendo el libro sino que por lo visto fue necesario que se dieran todos esos procesos escriturarios y vitales para que a fin del año pasado yo sintiera que el libro estaba cerrado.

-Vino la posibilidad del concurso...
-Y justo sobrevino la convocatoria de Baltasara, así que envié el original. En marzo me enteré que la obra había resultado ganadora. Empezamos a realizar todo ese trabajo hermoso que es convertir un manuscrito en un proyecto editorial. Salió de imprenta en junio, con contratapa del poeta Alejandro Méndez Casariego, uno de los primeros que leyó el libro en 2020.

-¿Cuáles son tus preocupaciones como poeta?
-Yo siento que sigo preocupada quizás por las mismas cosas, que son mis obsesiones, podemos decir ya, mis lugares por los que transito, que ya transité en mis otros libros, pero siento que se me hizo más honda la voz, que se puso más densa la voz poética. No sé si eso tiene que ver con un tiempo histórico, con un tiempo vital, con lecturas, con preocupaciones, con descubrimientos, con persistencias. Evidentemente, por un lado esas temporalidades que nos atraviesan determinan el contenido, la atención que uno le va a poner a determinados detalles de la vida, pero también de alguna manera están las antenitas que sintonizan algunas cosas que pasan a nivel más general. Entonces la voz me parece que se abre un poco a hacer otras búsquedas, otras aventuras.

-¿Qué es un giro?
-En ese sentido un giro es no quedarme en el monólogo frente al espejo, en la imagen de un poema de Teoría de la niebla que se llama “Monólogos de sangre fría”. No se trata solo de que aparezcan los otros sino que también está expresado en esa aparición el compromiso con ellos, con los habitantes del entorno, del afuera, que a su vez ahora son el espejo. Entonces se juega lo especular y eso debe llevar a buen puerto aun en la contradicción, en la desavenencia, en el fallido, porque ninguna conversación, ningún salir a buscar un diálogo asegura de antemano el resultado. Creo que estos poemas son un intento de escuchar, además de decir, una escucha activa donde el tono y la musicalidad de las palabras también entrañan un mensaje. De hecho no se habla solo con los humanos, se habla con el verano, con los pájaros, con voces que están presentes si nos predisponemos a escucharlas, que algo tienen para decirnos, con los antepasados, los fantasmas, los arquetipos presentes en una memoria histórica. Que nos van a revelar una verdad única y una verdad sin duda colectiva, con capacidad de hacer sentido y de transformar, que es algo que a mí me interesa mucho también. No solo la contemplación o la reflexión, sino la transformación.

Bio

Alicia Salinas trabaja como comunicadora social y periodista (en medios gráficos y digitales). Egresó como licenciada en Comunicación Social de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la UNR. Es profesora en el Instituto de Periodismo Rosario, desde 2007 dicto el Taller de Redacción II y más recientemente también la materia Periodismo de Investigación. En el 2003 publicó su primer libro de poesía, La sumergida en la editorial rosarina Los Lanzallamas, con segunda edición virtual en 2016. Luego vinieron Gallina ciega en 2009 (editorial Ciudad Gótica); Tierra en 2017 (por la editorial La Mariposa y la iguana de Buenos Aires); Teoría de la niebla y Luz de giro en 2019 y 2023, ambos por el sello local Baltasara. Los originales fueron presentados a las convocatorias abiertas que realiza periódicamente la editorial (por género) y resultaron seleccionados para su publicación. Algunos de sus poemas figuran además en antologías nacionales e internacionales y fueron traducidos al inglés, al portugués y al francés. Dicta talleres de escritura y clínicas individuales, en especial de poesía. Realiza tareas de edición y corrección de textos. Participa en la agrupación feminista La Palabra Colectiva, que desde 2019 nuclea a escritorxs, correctorxs y editorxs de Rosario.


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