Ana Torres es la única productora de plantas carnívoras en nuestra provincia y una de las pocas personas en todo el territorio nacional que realiza esta actividad. Las admira, las conoce como a la palma de su mano (o más) y está dispuesta a compartir todo lo que sabe sobre esta particular especie con los lectores de Mirador Entre Ríos.
Se llama Ana Esperanza Beatriz, pero solo usa el primero de los tres nombres. Nació en el barrio de Belgrano, en Capital Federal, el 6 de agosto de 1971 y hasta 2013 vivió en Palermo. Desde entonces, su vida transcurre en un escenario muy distinto donde es más común escuchar el trinar de pajaritos que una bocina: Pueblo General Belgrano, departamento Gualeguaychú.
Tiene tres hijos “de panza”, según indica, que se llevan 11 años de diferencia entre sí; y otros tres hijos “del corazón” que ingresaron a su vida junto con su segundo matrimonio. Además, es abuela de Matías y Mora.
Ana realiza muchas actividades, en su mayoría vinculadas al arte: teatro, folclore, bombo legüero, restauración de muebles, pintura, escultura, murga, lenguaje de señas, yoga, radio online y bodypaint. Pero el motivo por el cual llegamos a ella fueron las plantas, específicamente las llamadas “carnívoras” que la mayoría de nosotros sólo ha visto en películas, dibujos animados o en el video juego de Mario Bros.
Las especies de carnívoras que Ana cultiva en su vivero de Pueblo Belgrano, sobre la ruta provincial Nº 42 –a pocos kilómetros de la frontera con la república Oriental del Uruguay– son tres y se diferencian entre ellas por sus trampas: droseras, sarracenias y venus.
El vivero, fácilmente identificable desde la ruta por su llamativo cartel, se llama “Cleopatra”. En parte, es en honor a la reina del Nilo, pero también asume el nombre de la “mascota” que tenía Morticia, de Los Locos Addams, que no era un perro, ni un gato, ni otra mascota convencional sino una planta carnívora estranguladora africana y devoradora de hombres.
–¿Desde cuándo y por qué cultivás y vendés plantas carnívoras?
–Tuve mi primera carnívora hace ocho años, fue un regalo de una amiga que es productora nacional de carnívoras. Así me introduje a este apasionante mundo. Primero fui haciendo mi colección personal y conociendo cada especie hasta que empecé a comprar semillas (a cultivar), y así hacer todo el circuito desde la polinización, la obtención de las semillas hasta tener plantas adultas. Pasé por muchísimas pruebas y errores. Con la pandemia y el encierro le metí mucho más tiempo y en septiembre de 2020 ya tenía un surtido y cantidad para comenzar a comercializarlas, así que abrí mi invernadero al público para octubre, el día de la madre de 2020.
CRECIMIENTO Y CUIDADOS
–¿Cuántos productores hay en Entre Ríos y en el país?
–Si bien cuando entré al mundo de las carnívoras sólo había 4 o 5 productores, en la actualidad el número se acerca a 40 o 50 en todo el país. Es una actividad que ha crecido, pero muchos no la ven lucrativa por el tiempo que lleva cultivar cada especie. Las plantas carnívoras tienen sus ciclos muy lentos, su desarrollo y crecimiento, sumado a que son plantas que hibernan y en este período normal y regular ellas disminuyen su tamaño considerablemente e incluso desechan trampas para que al estar dormidas no generen gasto de energía innecesaria.
–¿Qué deberíamos saber sobre las plantas carnívoras?
–Las plantas carnívoras son plantas de exterior. Necesitan luz solar directa, al menos 5 o 6 horas diarias. También puede ser luz filtrada. El sistema de riego es por bandeja, con agua de lluvia o destilada. Hay meses en el año que se complica recolectar agua de lluvia por las sequías, entonces para esos momentos se usa agua destilada, pero el costo es alto y va en contra de las ganancias. También existen en el mercado equipos de ósmosis inversa, se trata de un sistema de filtración que purifica el agua mediante una membrana semipermeable, a una determinada presión capaz de retener y separar cualquier partícula contaminante en suspensión como plomo, cloro, virus, bacterias y metales. Las plantas carnívoras requieren un sustrato ligeramente ácido (pH 3,5 - 4,5) y aireado, por lo cual la turba rubia mezclada con perlita es lo ideal. Si bien les gusta la luz directa, hay que tener cuidado con las altas temperaturas, que deben oscilar entre los 15º C y los 30º C.
Se adaptan muy bien a los climas cálidos, aunque también a zonas más frías, ya que aguantan bien temperaturas mínimas de -5/10 grados y máximas de 30/40°C por lo que nuestro clima es ideal para ellas. La humedad a la que debe estar expuesta la planta es superior al 80%.
No es difícil el cuidado. La observación minuciosa de cada ejemplar garantiza que con el conocimiento y cuidados básicos se detecten cambios y formas de tratarlas. Al suelo también hay que observarlo, yo sugiero que una vez al año las trasplanten para renovar el sustrato.
EL DATO
El vivero Cleopatra se encuentra ubicado en Ruta 42 (Fiorotto 466), Pueblo General Belgrano, Gualeguaychú, Entre Ríos. Se lo puede visitar entre las 10 y las 18; o coordinar previamente con Ana: 03446 529104
IG: @cleopatraplantascarnivoras