Así lo informó el Instituto Nacional del Agua en sus últimos reportes. Si bien no se acerca a las mediciones de principios de año, el río en la zona de la capital entrerriana aún se encuentra un metro por debajo de la altura media del mes de agosto.
El río Paraná continúa en el rango de aguas medias, según el último informe del Instituto Nacional del Agua (INA) publicado el pasado 18 de agosto. Si bien las mediciones no llegan a estar cerca de las mediciones más bajas de los últimos años, aún continúa un metro por debajo de la altura media, algo que, si bien no preocupa, hace que se ponga la mirada atenta sobre este tema.
Durante los últimos tres años la situación del caudal de agua en el río Paraná es un tema estudiado y analizado constantemente por profesionales y distintas instituciones. La vida alrededor del río es amplia: desde la fauna autóctona, la navegabilidad y el comercio, la pesca, la recreación y, por supuesto, el suministro de agua potable para la población de distintas ciudades que tiene costa sobre el segundo río más largo de Sudamérica.
Según Prefectura Naval Argentina, en su última medición realizada este martes 22 de agosto, frente a la costa de Paraná la altura es de 1,46 metros, muy similar a la última lectura. La realidad es que, durante este año, la altura fue muy variable, llegando a una baja cercana al cero, en enero, y un pico que casi llega a los cuatro metros con un ciclo de descenso entre el 25 de mayo y el 18 de junio.
Según el INA “los niveles se encuentran en aguas medias bajas, en todo el tramo argentino”. Además, en el Boletín de perspectivas hidroclimáticas en la cuenca del Plata, con fecha del 15 de agosto, se informa que los valores mínimos en “los tramos argentinos del río Paraná durante el fin del estiaje, en la transición invierno/primavera, serán sensiblemente superiores a los de los tres años precedentes”.
Esto último se debe a que, además de que en años anteriores el caudal fue bajo, se estima que durante el trimestre agosto, septiembre y octubre se produzcan una mayor cantidad de precipitaciones. Esto se da debido a que, según el mismo boletín del INA “existe una probabilidad del 96% de desarrollo de una fase El Niño”, que provocaría mayor cantidad de lluvias en el tramo medio del Paraná.