Los hechos de vandalismo de las últimas 48 horas explicarían una retracción de la demanda, ya que los carniceros preferirían escalonar compras para evitar tener stocks de mercadería en sus locales. Así lo entendió el titular de la cámara de matarifes, Leonardo Rafael. Entre ayer y hoy el kilo vivo en Cañuelas descendió $ 60.
Los precios de la hacienda en el Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG) empezaron a ceder tras el pico post-PASO/devaluación de la semana pasada, que llevó los máximos hasta $ 1.000 el kilo vivo para categorías de consumo como el novillito liviano. Hay varias razones, entre las cuales pesa más el bolsillo del consumidor. Pero ahora se sumó un ingrediente impensado: el temor de los carniceros a ser víctimas de los ataques y saqueos a comercios que se están produciendo en el conurbano bonaerense.
"Hoy, como ayer, el mercado viene con tendencia a la baja. Los mostradores 'rebotaron' y no convalidan los últimos precios y vemos que han bajado las ventas", indicó Leonardo Rafael, presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA). A lo que agregó: "y particularmente, estas últimas 48 horas, con el tema de los saqueos y la incertidumbre que estamos pasando, hace que haya poco abastecimiento a las carnicerías".
Si bien aclaró que no está en riesgo la normal provisión de carne, explicó que "quizás (los carniceros) estén trabajando con el stock y vayan al día con la mercadería, por no encontrarse con un evento de estos desafortunados y que los agarre con un montón de mercadería en los mostradores".
De ese modo, el matarife abastecedor ofreció una explicación a la baja en la hacienda que, entre martes 22 y miércoles 23 de agosto, acumuló $ 60 por kilo en pie en el MAG. Una semana atrás, el martes 15, en la primera jornada de negocios luego de las PASO y la posterior devaluación de 22% determinada por el gobierno, los valores de los novillos saltaron 25%, los novillitos y vaquillonas escalaron casi un 30%, las vacas se acercaron al 20% y los toros un 24%.
Luego de ese salto, también a raíz de las ventas directas (de campo a frigorífico) paradas y la dependencia de la demanda para comprar en el MAG, el primer "ruido" fueron las versiones de "aprietes" del gobierno a los consignatarios para frenar la suba. Incluso se llegó a difundir la versión, que tuvo gran repercusión, de que se suspendía la exportación de carne. Así, el viernes 18 comenzó la baja, con un recorte de en los corrientes de novillos, novillitos y vaquillonas.
En este contexto, CAMyA se reunió con la Mesa de Enlace a raíz de los "aprietes". Al respecto, Rafael sostuvo que se charló "sobre el run run de que, desde el gobierno, habían bajado línea a los consignatarios para que no lleguen a los precios máximos, algo repudiable porque queremos un mercado transparente".