Según adelantó el ministro de Trabajo, a priori no correspondería trasladar la mejora anunciada por Sergio Massa al sector público local. Juan Pusineri sostuvo que el aumento mínimo garantizado en las últimas paritarias es de 40.000 pesos, cuando el piso planteado por Nación es de 30.000.
No había cerrado aún la paritaria del sector salud en la provincia, cuando irrumpía en escena una nueva devaluación de 22 puntos dispuesta por el gobierno central, a sólo 24 horas de las primarias nacionales. En ese escenario, médicos y gobierno volvían a sentarse a la mesa para intentar cerrar la discusión pendiente. Los gremios pidieron que la propuesta salarial que ya habían aceptado otros sindicatos (estatales y docentes) y que contemplaba un 51% de aumento hasta fin de año, incorporase una mejora adicional para compensar la devaluación. El gobierno no aceptó y ratificó la misma oferta que habían recibido los otros sectores. Sin embargo, los funcionarios plantearon una suerte de "impasse o tregua", a la espera de los anuncios que pudiesen hacerse desde el gobierno nacional en material salarial.
A dos semanas de aquella devaluación, este domingo se conocieron finalmente las medidas. ¿Qué hará, entonces, el gobierno de Omar Perotti? ¿Trasladará a empleados públicos de la provincia la suma fija anunciada a estatales nacionales y trabajadores privados?
La respuesta
Consultado por El Litoral, el ministro de Trabajo, Juan Pusineri, desestimó a priori tal posibilidad por entender que con los aumentos que la provincia concedió en paritarias se supera, incluso, el piso planteado por Sergio Massa. "Tenemos un anuncio del gobierno nacional del que esperamos conocer los detalles. Hasta donde entendemos, se trata de una suma fija con articulación paritaria. Es decir, una cifra que para los ingresos inferiores a los 400 mil pesos redundará en un aporte extra en septiembre de 30 mil pesos mensuales y la misma suma en octubre. ¿Cómo se va a desarrollar esa articulación? – se preguntó- En principio, entiendo que sobre los convenios que no hayan previsto una suma de esas características".
En tal sentido, recordó que la paritaria que se suscribió en la provincia con los gremios públicos plantea incrementos que se empiezan a pagar en los próximos días "y que van desde los 40 mil a los 300 mil pesos". "Por lo tanto – sostuvo-, esos incrementos están cubriendo holgadamente una recomposición salarial en los términos que lo está planteando el gobierno nacional".
En otro orden, confirmó que en el ámbito provincial existen "unos 550 mil trabajadores del sector privado en relación de dependencia"; se verían favorecidos por la suma fija aquellos que poseen ingresos por debajo de los 400 mil pesos. "Para ello también es necesario conocer los detalles de las medidas anunciadas", insistió.
- ¿Entonces, no habría suma fija para los estatales provinciales porque se superó con las paritarias la mejora planteada como piso?
- El sector privado sí debería tener esa mejora en función de la articulación con las paritarias de cada sector. En el ámbito público, por el alcance de lo que ha planteado Nación, con los aumentos otorgados se superaría ese piso. De todos modos, reitero que esto es con la prudencia del caso y en función de lo que uno alcanza a entender de los anuncios que hasta ahora han sido generales y requieren lógicamente detalles sobre cómo se implementarán.
- ¿Si los aumentos concedidos en la paritaria provincial fueron para recuperar poder adquisitivo y anticipar inflación, no consideran que la devaluación tiene un efecto negativo adicional sobre esos salarios?
- Lo primero que debemos ver es cuál es el impacto que esa evaluación tendrá en la inflación. Por lo que entendemos, habrá un salto en agosto que va a ubicar a la inflación un escalón más arriba de lo que fue en julio. En la provincia tuvimos un incremento del 25% que aplicado sobre los sueldos de febrero oscila entre un 16 y 18%. Consideramos que aun en el esquema más pesimista, estamos cubriendo la inflación que se dará en agosto. Después tenemos otros dos incrementos en septiembre y octubre. Y frente a cualquier eventualidad de disparada inflacionaria, contamos con la cláusula gatillo. Es decir que en Santa Fe, aun en el peor de los esquemas con aumentos de precios que pudieran estar por encima de los previstos, en ningún caso, los trabajadores públicos deberían perder frente a la inflación.