Si bien las estadísticas indican que disminuyó la cantidad de asesinatos registrados a esta misma altura de 2022, las victimas en el departamento más importante del sur provincial no dejan de aparecer. Los homicidios de agosto comenzaron y terminaron con la marca del sicariato.
Rosario sigue siendo sinónimo de violencia y muerte. Las ocho palabras de esa oración se han repetido varias veces, lo que demuestra que la llamada cuna de la bandera es el sitio donde los tiratiros continúan haciendo de las suyas, dejando a su paso calles y casas con marcas redondas de tiza, en el lugar donde quedaron o impactaron las vainas, sangre de las víctimas, pedidos de justicia de familiares y amigos y el terror de gran parte de la población.
Las estadísticas marcan que el octavo mes del año sumó 22 asesinatos, 9 menos que a esta misma altura del año pasado. Esa disminución también se ve reflejada en los números de los primeros 243 días de 2023. «Son solo números», se escucha a diario, en distintos espacios, demostrando que nos estamos acostumbrando, peligrosamente, a relatar las muertes como si fueran eso, números y no personas a las que se les arrebata la vida.
Esas frías estadísticas señalan que 6 de las 22 víctimas fueron mujeres, que 3 fueron menores de 18 años (la menor fue una adolescente de 15) y que 8 de las personas asesinadas tenían entre 20 y 30 años. El barrio con la mayor cantidad de crímenes durante agosto fue Triángulo, con 7, en la zona oeste de la ciudad gobernada por Pablo Javkin, seguido por Tablada, al sur, con 3
La saga de violencia en el octavo mes comenzó el sábado 5, con el hallazgo de un cuerpo calcinado, en la zona de Nuevo Alberti Oeste, en el extremo norte de la ciudad. En un cruce de calles de tierra, por el que pasan muy pocas personas, se encontró el cadáver de un joven de 27 años, identificado varios días después como Ricardo Martín Moreno.
El hallazgo lo hizo un hombre que utiliza habitualmente esos caminos de tierra, que están en una zona baja e inundable, que de a poco se va loteando, muy cerca del complejo de viviendas Palos Verdes.
El cuerpo fue encontrado poco después de las 16, en inmediaciones de la continuación de las calles Baigorria y García del Cossio, donde hay un basural a cielo abierto en medio de descampados.
El siguiente ocurrió alrededor de las 15 del domingo 7, cuando una joven de 29 años, identificada como Mariana Cristal Rodríguez, iba caminando por la zona de Ayacucho al 4000, entre Ivanowsky esquina Centeno, zona conocida como ‘la U’, que varias veces fue escenario de distintos hechos de violencia e inseguridad.
Mariana iba caminando cuando aparecieron varias personas en un utilitario de color blanco, que al parecer sin mediar palabra, la atacaron a tiros. La principal versión indica que el hecho fue en el marco del intento de robo de su teléfono celular, y que como la joven se negó a entregar el aparato, le dispararon. Pero los atacantes se dieron a la fuga sin quitarle las pocas pertenencias que tenía.
Vecinos de la zona llamaron al 911 y un rato más tarde llegó personal policial y médico, que constató el fallecimiento de la joven, como consecuencia de un disparo de arma de fuego a la altura del cuello.
En la noche del domingo 13, mientras gran parte de la ciudadanía de todo el país esperaba los resultados de las elecciones primarias, que para muchos resultaron siendo sorpresivos, en la zona oeste de Rosario se escucharon varias detonaciones de arma de fuego, que lamentablemente ya forman parte de la vida cotidiana. En cuestión de minutos, las balas se cobraron la vida de una adolescente de 15 años y de una joven de 28.
Uno de los crímenes ocurrió alrededor de las 20 del domingo en una vivienda donde también funciona una verdulería y pequeño almacén, sobre calle Felipe Moré al 3800 (entre Rivero y Deliot), a menos de 300 metros de bulevar Seguí.
A esa hora, al menos una persona ingresó en el local y atacó a tiros a la dueña del comercio, identificada como Mariana Alejandra Cabral, de 28 años. La joven recibió al menos un impacto en el cráneo y fue trasladada en un auto por su pareja, hasta el hospital de emergencias Clemente Álvarez, donde la joven quedó internada en grave estado, con pérdida de masa encefálica. Minutos después de las 22:30 se confirmó su fallecimiento.
El otro asesinato ocurrió unos minutos después de las 20, en inmediaciones de Matienzo y bulevar Seguí, a menos de 300 metros al norte del lugar del otro ataque a tiros y a casi 200 al este de la comisaría 19ª.
A esa hora se escucharon varias detonaciones de arma de fuego, y pocos instantes después fue hallada una persona tirada en la vereda, sobre calle Matienzo, sin vida. Un rato más tarde llegó hasta el lugar personal policial y encontró el cuerpo de una joven, identificada como Nelsa Sasha Centurión, de 15 años, con varias heridas de arma de fuego, sin vida.
En base a las primeras pericias y averiguaciones, se presume que los autores del crimen fueron al menos dos personas, hasta el momento sin identificar, que se desplazaban en moto y que atacaron a la adolescente cuando iba caminando. Otra versión señala que antes del ataque, los ocupantes de la motocicleta intercambiaron unas palabras con la joven que finalmente fue asesinada.
La violencia que se ve en cada uno de los crímenes tuvo en el cierre del mes tres hechos que reafirman que la cuna de la bandera es definitivamente la capital de la violencia.
En la noche del lunes 28 de agosto, un doble crimen con características sicarias sacudió a la zona oeste de la ciudad. Pasadas las 21:30, varios llamados al 911 alertaron sobre una balacera contra un auto que estaba estacionado en una calle de barrio Triángulo.
Un rato más tarde llegó hasta el lugar personal policial, que confirmó que los llamados y denuncias eran reales. En inmediaciones de Lima y Uruguay, un sector del barrio donde se ven casas bajas y que tiene una quinta a pocos metros, que sobrevivió al paso de las distintas urbanizaciones y apertura de calles y barrios, fue encontrada una camioneta Ford Eco Sport, con impactos en distintas partes de la carrocería y vidrios. Además, el vidrio del lado del conductor estaba estallado.
Personal policial y médico halló en el interior del vehículo a dos personas. Una de ellas, identificada como Carlos Alberto Ponce, de 48 años, estaba sentada en el asiento del conductor, sin vida, como consecuencia de múltiples impactos de arma de fuego en distintas partes del cuerpo.
Junto a él, en el asiento del acompañante, estaba Fabiana Stella García, de 51 años, con una herida de arma de fuego en la zona del cráneo. Fue trasladada en ambulancia hasta el hospital de emergencias, donde ingresó en el área de cuidados intensivos, en grave estado. La mujer falleció horas después debido a la gravedad de la lesión en la cabeza.
Por ese doble crimen, varias horas después personal de la Brigada Motorizada detuvo, en inmediaciones de Lima y Dean Funes (a 100 metros del lugar del crimen), detuvo a tres jóvenes sobre quienes se investiga si tuvieron relación con el doble asesinato.
Esas tres personas fueron arrestadas tras una persecución que comenzó en cercanías de bulevar Avellaneda y Amenábar, unas ocho cuadras al noreste del lugar del crimen. En ese lugar, había varias personas y al menos dos motos y cuando llegó personal policial, algunos de los presentes en esa esquina se dieron a la fuga.
Dos de las personas se subieron a una Honda Twister y la restante en una Honda Wave. Fueron identificados como Franco A. Franco C., ambos de 23 años, y Luciano I., de 19.
Y el último episodio del octavo mes se registró en los primeros minutos del jueves 31 en calle Ameghino al 200, entre Medici y Ayacucho, en un extremo del sector conocido como la U, o Cordón Ayacucho, de barrio Tablada, que ya viso escenario de varios episodios violentos en los últimos años.
Alrededor de las 0:30, varias personas ingresaron por la fuerza en una vivienda ubicada en el fondo de un pasillo, al grito de «policía, policía!». Según las primeras informaciones recogidas en el lugar, los atacantes entraron y directamente comenzaron a disparar.
Uno de los ocupantes de la casa, identificado como Hugo Ortiz, de 48 años, recibió más de media docena de impactos en distintas partes del cuerpo. Otro hombre, Sergio V., de 33, fue herido en una pierna, mientras que un tercero logró escapar por los fondos y luego por los techos de viviendas linderas. Tras el ataque, los agresores se dieron a la fuga.
Los dos heridos fueron llevados en autos particulares a distintos hospitales. Ortiz ingresó en el área de cuidados intensivos del hospital de emergencias Clemente Álvarez, donde falleció a los pocos minutos, debido a la gravedad de las heridas recibidas.
Mientras que el otro herido fue llevado hasta el hospital Provincial, donde quedó internado en observación, fuera de peligro.
En la casa, los investigadores secuestraron 14 vainas servidas, y 3 tres plomos en el lugar, material que fue enviado a peritar.
En base a datos propios y al informe del Observatorio de Seguridad Pública del Ministerio de Seguridad santafesino, ya son 188 los crímenes en lo que va del año en el departamento más importante del sur provincial (26 en enero, 32 en febrero, 22 en marzo, 22 en abril, 32 en mayo, 14 en junio, 18 en julio y 22 en agosto). La cifra es apenas un 4% más baja que a esta misma altura de 2022.