Brian Di Maio, el músico y compositor nos trae su nuevo lanzamiento Ecléctico, su primer álbum. Luego de pasar por diferentes proyectos musicales, Brian comienza su carrera como solista. Sus canciones fueron producidas por Martin Di Lacio - Núcleo Récords. En conversación con Mirador Provincial, Di Maio habla de todo.
Hablando del álbum
-¿Cómo se creó Dos Tragos y un Fernet?
-Trabajamos de una manera a mi entender, muy sencilla, con Martin Di Lacio(productor/músico), escribo una letra con una melodía, y luego Martin le pone música y la convierte en canción, siempre la melodía que llevo nos dice que estilo de canción y que genero será.
Humor-ando
-¿Cómo se prepara un buen fernet?
-¡Se prepara con amigos, con mucho hielo, con algo rico para comer y en mi gusto 70/30, tranqui, 70 gaseosa, 30 fernet, a veces hacemos un 50/50, solo para festejar! (risas)
-Un videoclip stopmotion hecho con muñecos de plastilina. ¿Cómo fue la preproducción del mismo?
-Trabajamos a distancia, con llamados, audios de WhatsApp, video llamadas, la verdad que el trabajo y el mérito es todo de Tomas Widman (director de TFP Studios), yo le presenté una idea, un boceto, como también hicimos en el anterior trabajo con la canción “Farsantes”, la idea era tomar referencias de la canción y hacer algo un poco más abstracto, yo quería convertirme en motero, tener una banda heavy y pelearme en bares de pandillas, el mundo de la animación te permite volar mucho así que Tomas voló y quedo tremendo trabajo, una obra de arte.
-¿Qué recordás de ese primer acercamiento con la música?
-Me recuerdo de muy pequeño jugando con maderas, desodorantes o cables. Simulando que eran micrófonos, cantaba, me subía a un cantero del patio de mi casa y lo usaba de escenario, luego me fui más por el lado del deporte un tiempo porque creía que era lo más “normal”, no tenía muchos referentes musicales en mi familia, sí recuerdo mi abuelo materno, Rubén Wilson cantaba algunos tangos y el tío de mi papá era músico y bailarín en el Colón y/o en películas de Leo Dan, entre otros. El tío Aldo falleció hace poquito en las playas de Río de Janeiro, si tengo algún gen de artista/cantante seguro viene de ellos. Cuando crecí no hice mucho, más que escribir algunas canciones en la adolescencia de amores no correspondidos, pero a los 18, 19 años dejé un trabajo que no me gustaba y comencé a estudiar, primero canto luego sumamos comedia musical y desde el 2012 no deje de hacer música, por momentos más activo, por momentos más entre casa o para amigos, pero no me pude desviar más de este sueño/camino.
-¿Qué pasaba por tu mente cuando soñabas ser músico?
-No lo sé, no puedo explicarlo, creo que entre otros referentes pasajeros o eternos en mi playlist, un día en 2007 un grupo de desfachatados se volvió a juntar a los 40, 50 años para hacer música y volarme la cabeza, no pude verlo en vivo, pero cuando vi a Gustavo Cerati y Soda Stereo en la gira Me verás volver dije, “yo quiero ser eso, quiero hacer canciones, quiero una guitarra prendida fuego, una batería que haga mucho ruido y un bajo con melodías inolvidables”, Fito dijo que le paso eso con Charly García, lo vio y dijo “yo quiero eso”. Quiero vivir eso, esas sensaciones que se viven en un escenario, las cosas que te pasan con una banda mientras viajas y por otro lado, es el único que desde que empecé a estudiar no pude para de hacer, deportes los empecé a todos y no continué ninguno, por algo debe ser que no lo puedo soltar.
-¿Son buenos tiempos a la canción de autor?
-No, sé que suena pesimista, pero no veo mucha gente componiendo, veo esperanza en pocos referentes, pero hay mucha globalización, me parece raro que personas que nacieron en el conurbano canten o hablen igual que personas que nacieron en centro América, mucha música sin nada detrás, y no quiero hacerme el Spinetta porque estoy a años luz, pero la verdad que hay pocos autores, está todo más enfocado a ser famoso y no a que amen tus canciones, pero veo algunos destellos de luz cuando por ejemplo escucho, Conociendo Rusia, El Kuelgue, en otro estilo Silvina Moreno me atrapa muchísimo, o cuando veo la vigencia de Mollo, de La Renga, y con mis atenuantes el mismo Fito, vuelve a traer música que parecía olvidada y demuestran que están muy vigentes.
-¿Cómo transcurrió tu infancia?
-Por suerte y gracias a mis padres muy feliz, en diferentes momentos con mejor o peor economía, hubo semanas en que repetíamos más de una vez, fideos o arroz, pero no me puedo quejar, una familia hermosa, lejos de ser perfecta, siempre nos inculcaron estudiar, el respeto y no hacer lo que no te gusta que te hagan. Mucha familia, familias italianas que se juntaban a comer y llenaban la mesa de miles de comidas y personas hablando muy fuerte, por suerte mis padres y hermanos sanos. Quizá yo solo me desbarranque en algún momento de mi adolescencia con algunos mínimos excesos que pudimos dejarlos atrás, muy mínimos. No me quiero poner en víctima porque yo soy de Rafael Castillo. En La Matanza, hay problemas serios, hay un abandono grande, y los que tuvimos el privilegio de tener una familia humilde, pobre, pero con valores bien marcados sobrevivimos. Luego la familia, la música, el teatro y los amigos de verdad hacen que todo sea más armonioso.