Se presentó en Chajarí un espectáculo que involucró el teatro, la danza y el canto. Magia y fantasía, el musical, fue un emprendimiento de una chajariense que involucró más de 200 artistas en escena. A sala llena, los vecinos apoyaron la propuesta.
Vivir del arte es el sueño de muchos, aunque no todos tienen la valentía para intentarlo. Sofía Solimano es como muchas soñadoras que hay en nuestro país, pero con la pasión a flor de piel que le da trabajar con la música y la danza. Artista de alma, la chajariense se formó desde muy chica en el canto y la danza en varias disciplinas. Pero fue hasta que abrió su propia academia cuando su crecimiento explotó.
A veces haciendo de fotógrafa, costurera y hasta psicóloga con sus alumnos cuando algo sucedía, Sofía fue creciendo como artista, sin dejar de lado a la emprendedora, teniendo como pilar siempre la excelencia, factor que se destaca en cada una de sus presentaciones.
El pasado fin de semana Sofía quiso ir un paso más allá, ofreciendo para su ciudad un espectáculo que estuviera al nivel de los grandes centros urbanos, con “Magia y fantasía, el musical”.
Con más de 200 artistas en escena, algunos de su academia y artistas invitados, puso sobre el escenario del Club Vélez Sarsfield un show de una hora y media que sacó lo mejor de cada uno, logrando sumergir a los espectadores a un gran viaje mágico hasta el niño interior. Inspirada en las películas de Disney, el musical representó muchas fuentes de trabajo entre vestuaristas, maquilladoras, peinadores, musicalización, decoración, fotografía, entre otros.
A sala llena, Sofía Solimano demostró que con estudio, constancia, disciplina y sobre todo amor por lo que se hace, es posible incluso en los pueblos del interior del país, vivir del arte y llevar magia y fantasía a la comunidad que la vio crecer.