Mirador en Francia

Los Pumas están en cuartos de final del Mundial


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No fue un partido más, no hay dudas. Argentina y Japón tuvieron este domingo en Nantes, su final. No había margen de error para ninguno de los dos. Algo que se percibía en el ambiente.

Los nervios dominaron la previa. Más allá del colorido, los cantos y la cerveza. Estaba esa sensación rara…algunos dirán miedo. Y tenían razón.

Los Pumas ganaron 39 a 27. Pero para llegar a ese resultado, pareció un partido de 160 minutos.

Primer tiempo

Por suerte, y sobre todo por mérito propio, esa presión inicial, se la sacaron rápido Los Pumas.

Al minuto de juego, algo que “reclamábamos” desde el inicio de la competencia: hacer lo básico de manera prolija para intentar jugar y sumar.

Al minuto de juego, line para Argentina entre mitad de cancha y las diez, dentro del campo japonés. Obtención clara en el fondo de la hilera, apertura rápida que llegó hasta el 12: y ahí fue turno de que se luzca Santiago Chocobares. Con determinación, el de Rufino quebró su marca, enderezó la marcha y voló hasta debajo de los palos para abrir el marcador.

El primer aviso de Japón, llegó un par de minutos después, con una “chilena” en modo fútbol del medio scrum Saito que casi termina en try.

Sobre el primer cuarto de hora, ahora sí, llegarían los primeros puntos nipones. Contragolpe letal que tuvo al segunda línea Fakatava como protagonista absoluto. Con “sombrerito” y todo para terminar apoyando un gran try de jugada personal.

Pasada la primera mitad de minutos, malas noticias para Argentina: tuvo que dejar la cancha, lesionado, Pablo Matera.

El contrapeso de eso fue el segundo try de Los Pumas. Gran tapa de Kremer en 22 propias a un intento de drop y a partir de allí, la contra esta vez fue de Los Pumas. Comandada por Mallía y culminada, a pura velocidad y potencia, por Mateo Carreras.

Sobre el final de los primeros cuarenta minutos, nuevo desequilibrio de Japón por la punta izquierda de su ataque. Mal cierre defensivo por parte de Mallí y Boffelli y try de Saito.

Antes de esa anotación, un penal del back rosarino había sumado algo mpas en la “cuenta Puma”. Por eso es que Montoya y compañía, se fueron al descanso con una ventaja mínima: 15 a 14.

Faltaba una eternidad. El murmullo de la gente así lo hacía sentir. Los Pumas debían seguir ajustando cuestiones para poder sacar el partido adelante y llegar a cuartos de final.

Segundo Tiempo


14.02 en Francia. Esa fue la hora de inicio del complemento. Podían ser los últimos 40 minutos de Los Pumas en el mundial; o bien el paso previo a meterse entre los ocho mejores de la competencia.

Otra vez Los Pumas empezaron “a toda máquina”. Metiéndose rápidamente en terreno rival y siendo contundentes cuando golpeaban (deportivamente hablando, claro está). Así fue que se aprovecharon varias ventajas hasta que la ovalada llegó otra vez a manos de Mateo Carreras quien anotó su segundo try.

Más allá de sumar de a siete, Japón siempre estaba en partido. Un penal de Matsuda y un drop de Lemeki pusiron el encuentro 22 a 20 en favor de Argetnitina. Es decir: a mitad del segundo la diferencia era casi la misma que en el arranque.

Los Pumas tenían con qué sacar ventaja. No les sobraba nada, es verdad, pero podían. Solo les faltaba confiar un poco más en lo que decidieran hacer.

Algo que se vio reflejado en el try de Emiliano Boffelli. Scrum a la altura de la línea de 22 metros de Japón, bien debajo de los palos. Bertranou, en tiempo y forma, le colgó la pelota a Mallía quien asistió al ex Duendes que entró muy fuerte al ingoal rival.

Pero somos argentinos, y nos gusta sufrir. Minutos después, el ingresado Naikabula, otra vez en la punta (esta vez en la derecha de su ataque) apoyó el tercer try de su equipo.

En esta oportunidad, la reacción argentina no tardó en llegar. Y fue, otra vez (la tercera) por intermedio de la figura de la cancha, el jugador del partido: Mateo Carreras volvió a desequilibrar para marcar de a cinco.

A partir de ahí, los sentimientos, como al inicio de todo esto, volvieron a fluir al ciento por ciento.

Argentina, como debía, se empezó a hacer cargo del lugar que ocupa en la historia del rugby.

Los Pumas, después de la pausa justamente en Japón 2019, estaban otra vez entre la elite del rugby mundial.

¿Sigue habiendo cosas por corregir? Sí, por supuesto. Pero ahora también empieza otra historia. El “mano a mano” con los mejores.

El destino ahora marca que, como al inicio de la competencia, hay que viajar a Marsella. Allí estarán Los Pumas. Y por supuesto, El Litoral, Mirador y Misión Francia, acompañando a nuestros representantes.

 


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