Copa de la Liga Profesional

Newell's: un aire de Ciclón que renovó el Parque

La victoria ante San Lorenzo le trajo algo de paz al ciclo de Gabriel Heinze.


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No fue una semana fácil para Newell's. Se sabe que perder el clásico deja secuelas y así lo hicieron saber los hinchas y hasta el presidente Ignacio Astore y el mánager Pablo Guiñazú. Tanto Astore como Guiñazú hablaron después de mucho tiempo y, aunque su intención fue apoyar el ciclo de Gabriel Heinze como entrenador, muchas de sus declaraciones no hicieron más que echar leña al fuego.

El Gringo, con su verborragia característica, se plantó post derrota clásica y se mostró firme para dar vuelta la situación. El panorama no era para nada sencillo. La Lepra tenía que visitar a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro, un estadio donde hacía diez años que no ganaba. Además, en esta Copa de la Liga, sumaba cinco juegos sin conocer la victoria, con tres caídas al hilo (Racing, Estudiantes y Central). Todo esto parecía una olla a presión para un DT que ya no reunía un consenso unánime dentro de la propia comisión directiva.

“El equipo ya demostró carácter en muchas situaciones. Yo no tenía duda de que iban a dar todo. Lo que no sabía era que íbamos a tener el merecimiento, que lo buscamos. Pero les dije que, para estar cerca de algo, hay que intentarlo e ir a buscarlo. Si hoy (por el sábado) no se daba, posiblemente el que no iba a estar más acá iba a ser yo. Pero estos chicos confían y creen en eso. Me alegro por ellos y por la institución”, afirmó Heinze apenas terminó el partido ante San Lorenzo, dejando en claro que, más allá de los dichos de Astore y Guiñazú, un traspié en Boedo terminaría con su ciclo.

“Me quedo con el día lunes, martes y miércoles, porque ahí a mis jugadores y ellos me vieron a mí. Había que estar unidos, pedí que me ayuden y que yo los ayude”, agregó el Gringo para marcar la unidad entre cuerpo técnico y jugadores. Con más de diez días para trabajar de cara al próximo compromiso contra Tigre en Victoria el viernes 20 a las 16.45, Heinze buscará que este partido no sea un espejismo y sea el despegue final que necesita un plantel golpeado.

La única meta de acá a fin de año que le queda a la Lepra es luchar por clasificar a los cuartos de final de la Copa de la Liga y ver sí así suma lo suficiente para conseguir un boleto a la Copa Sudamericana 2024.

Los cinco juegos sin sumar de a tres le pueden pasar factura para estos objetivos y prácticamente deberá ganar todo lo que le queda. Pensando en lo que viene, luego de la visita al José Dellagiovanna, Newell’s recibirá a Godoy Cruz en el Coloso Marcelo Bielsa, viajará a Vicente López para jugar contra Platense, otra vez local contra Sarmiento, para luego jugar ante Boca en La Bombonera y cerrar con Defensa y Justicia ante su gente.

El enfrentamiento ante el Tomba será el primero de local después de la derrota ante Central, por lo que el duelo contra Tigre cobrará aún más importancia. No es lo mismo llegar “recuperado” al Coloso con dos triunfos consecutivos, que solo haber sumado esta victoria contra San Lorenzo. Allí también el pulso lo marcarán los hinchas, que lucen decepcionados con la presentación de su equipo en este 2023.

Platense y Sarmiento son dos conjuntos que pueden catalogarse como un escalón más debajo de lo que apunta la Lepra, pero la tabla marca otra cosa y ambos equipos le causaron más de un dolor de cabeza a los rojinegros en los mano a mano recientes, sin ir más lejos, el Calamar le empató 2-2 en la primera fecha de la Liga Profesional y en Junín empataron 0-0 por la fecha 11 del mismo certamen.

Newell's debe ir por todo. Aunque parezca poco o quede lejos de los objetivos trazados a principio de temporada. Aunque todavía resuene la caída en el clásico o la oportunidad desperdiciada en la Sudamericana. Lo hecho ante el Ciclón quizá sea el tan ansiado “despegue” y a partir de ahora, tanto jugadores como cuerpo técnico puedan demostrar ese proyecto del que tanto se habló desde el arribo de Heinze.


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