La intención es que la manipulación del plástico sea únicamente por parte del titular a fin de proteger a los consumidores y/o usuarios de bienes y servicios de posibles fraudes.
La mayoría de las veces las personas que utilizan tarjetas de débito o crédito para efectuar pagos, entregan los plásticos para que un tercero se haga cargo de pasarla por el sistema para que se efectivice el pago. Bajo esta modalidad los titulares de las tarjetas pierden de vista el uso que se realiza con ellas, habilitando que se lleven a cabo fraudes.
Este formato, que se aplica tanto en bienes como servicios, permite que se puedan robar los datos, dado que pasando la tarjeta por una terminal que copia su información se puede clonar y utilizarla con otro plástico, por lo que la intención es que los/las titulares nunca pierdan de vista los plásticos.
Ante reiterados hechos de estafas, el Concejo de Rosario propone un plan para evitar lo máximo posible que este tipo de hechos delictivos se sigan propagando en la ciudad, además de concientizar a la población sobre la inseguridad de entregar las tarjetas.
Se trata de un proyecto que establece la obligatoriedad para todos los comercios de ofrecer a los usuarios la posibilidad de realizar ellos mismos las operaciones de cobro con tarjetas de débito o crédito, siempre bajo supervisión.
La intención es que la manipulación del plástico sea únicamente por parte del titular a fin de proteger a los consumidores y/o usuarios de bienes y servicios de posibles fraudes.
Según explica en la iniciativa la concejala Julia Irigoitía, autora de la idea, a la cual tuvo acceso Mirador Provincial, nace a raíz del “malestar y preocupación” por la creciente cantidad de casos de defraudaciones causadas por la manipulación de tarjetas de crédito y débito mediante el uso no autorizado de sus datos en comercios.
¿Cómo funcionaría? El personal del establecimiento que deba efectuar un cobro por los bienes o servicios brindados tendría la “obligatoriedad” de ofrecer a los titulares de las tarjetas la posibilidad de manipularlas ellos mismos para la realización de una operación, siempre bajo la supervisión de dicho personal.
En esta línea, el dispositivo de cobro deberá estar ubicado en un lugar visible que permita su fácil y cómoda utilización por parte del titular de la tarjeta o contar con un dispositivo inalámbrico que se pueda acercar al cliente/a.
También cuando el pago se realice con débito o crédito los comerciantes sí deberán pedirle al cliente que muestre el plástico y el DNI, con el fin de constatar que se trata de la misma persona.
En caso de convertirse en ley, los comercios tendrán un plazo de treinta días para adecuar sus dispositivos de cobro, mientras que la Oficina Municipal del Consumidor deberá instrumentar una campaña de concientización, información y capacitación sobre el uso de tarjetas de débito y crédito.