En el año

Con más de 160 narcotest positivos aseguran que aumentó la violencia en las calles de Rosario

En base a los diversos operativos que se vienen realizando en la ciudad, el municipio detecta que hay un aumento de la violencia contra los inspectores y en la calle en general.  


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En base a lo informado por la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana de la Municipalidad de Rosario en lo que va del 2023 se detectaron 161 casos positivos de narcolemia. La cocaína y la marihuana son las drogas que más se dieron.

Los datos oficiales aportados por el Palacio de los Leones, arroja que, entre enero y septiembre de este año, se realizaron 2.314 controles con 62 casos positivos de cocaína, 97 positivos de cannabis y 2 positivos de anfetaminas. Claramente, las dos sustancias que más se detectan son THC (marihuana) y COC (cocaína).

A su vez, se detecta que del total de los controles oficiales un 7% de los conductores sometidos al test dieron positivo en cuento al consumo de algún tipo de estupefaciente.

Si bien el procedimiento corresponde a la aplicación de la ordenanza 9.195, que creó el Programa de Prevención y Detección de Consumo de Estupefacientes que afecten la capacidad de conducción segura en la vía pública, también da cuenta de que hay un alto porcentaje de personas que conduce drogada.

No sólo eso, sino también que, en base a los diversos operativos que se vienen realizando en la ciudad, se detecta un aumento de la violencia contra los inspectores que deben realizar los controles tanto de alcoholemia como de narcolemia.

La propia titular de la cartera, Carolina Labayrú, contó a Mirador Provincial que el balance en estos operativos es “positivo”, porque dan cuenta de que “sirve” realizar estos controles en lo ancho y largo de la ciudad.

En total hay unos cinco equipos que detectan el consumo de cinco estupefacientes diferentes en los y las conductoras. A ellos, hay que sumarle los que se encarga exclusivamente de detectar el consumo de alcohol.

Las sustancias que detecta el narcotest son cocaína, opiáceos, marihuana, benzodiazepinas y anfetaminas. Pero, ¿qué pasa con los conductores que por razones de salud consumen aceite medicinal de cannabis?

En el caso de la narcolemia, hay que tener en cuenta que detecta lo que se denomina THC. Se trata de tetrahidrocannabinol, el componente psicoactivo del cannabis que provoca la alteración de la percepción y modificación del estado de ánimo.

Ese componente debería estar ausente o en mínimos porcentajes (es variable) en las plantas de cannabis sativa o cáñamo, las que se utilizan para elaborar el aceite, que contiene CBD o lo que se conoce como cannabidiol, y es la que provocaría efectos beneficiosos en el tratamiento de distintas afecciones, según explicación oficial.

Labayrú reflexionó sobre lo que se está viviendo en la calle y señaló que los inspectores “tienen que realizar los operativos con policías al lado”. Es que los niveles de violencia que hay hoy en día “son muy altos”.

“Tenemos muchos casos de inspectores que fueron violentados en operativos y, en algunos casos, con lesiones que obligaron a derivarlos a los hospitales para que sean atendidos como corresponde. Lamentablemente se producen hechos de esta naturaleza que nos entristecen. Por eso, siempre hay policías en los controles”, remarcó.

Desde el municipio creen que el aumento del control, sumado a las cámaras de videovigilancia y las que controlan las velocidades, “sirven” para mejorar la forma en la que se conduce en la ciudad, buscando como objetivo final una conducción segura.

El hecho de contar con operativos de narcolemia es algo “positivo” para Rosario, estima la secretaria. En la ciudad hace seis años que se implementaron los controles de drogas en conductores para, en conjunto con los de alcoholemia, tratar de evitar, disminuir y neutralizar riesgos ocasionados por conductores que puedan estar bajo efectos de sustancias psicoactivas.

“El balance que hacemos en lo que va del año es bueno, porque sostenemos los controles y vemos que, de a poco, muchas personas toman conciencia y entienden que no se puede conducir bajo los efectos de estupefacientes y alcohol”.

“Sin embargo, se nota que en la calle el nivel de violencia va en aumento, sobre todo por la situación económica que atraviesa el país. Esto se nota en los operativos donde los inspectores tienen que estar sí o sí acompañados de agentes policiales para evitar hechos lamentables con conductores”, explicó.

La funcionaria concluyó en recalcar que la intención de los controles tanto de alcohol como de drogas no buscan “perseguir, ni estigmatizar a las personas que consumen”, pero sí evitar que conduzcan bajo los efectos de narcóticos y se genere un riesgo para la seguridad vial.


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