Grandes Éxitos es la vigente gira del músico que recorre el país visibilizando los principales teatros argentinos. Con más de cuarentas recitales en lo que va del año, tendrá su desembarco en Rosario en el mes de noviembre en el Teatro El Círculo. El Litoral se acercó al músico y mantuvo un profundo encuentro.
Desde que arrancó su gira Grandes Éxitos en la ciudad de Tel Aviv (Israel) a comienzos de este año, Alejandro Lerner no se detiene. Llevó su repertorio a España en las ciudades de Málaga, Madrid, Valencia, Alicante y recaló en nuestro país donde ya lleva realizados más de cuarenta recitales por distintas localidades como Paraná, Zárate, Venado Tuerto, Neuquén, San Juan, Jujuy, San Luis, Tucumán y Morón entre otras.
Prepara un nuevo disco para el año 2024 junto a una gira internacional que comenzará en Chile. El turno de su visita a Rosario será el próximo 24 de noviembre en el teatro El Círculo y desde diario El Litoral mantuvimos una profunda entrevista con el músico en la que nos habló de sus orígenes, el presente y el futuro.
Alejandro y sus orígenes
-¿Qué recordás de tus primeros encuentros con León Gieco y Gustavo Santaolalla, allá por los años 70?
-León fue la persona que me puso los auriculares en el estudio de grabación. El que me dijo “anda pibe y hacete un solo de piano” en el año 74 para el disco de La banda de los Caballos cansados. A partir de León lo conocí a Raúl Porchetto y formamos una banda que duró muy poquito que se llamaba Reino de Munt con Gustavo Bazterrica, Horacio Josebachvilli en batería y Francisco Ojsterjek, un amigo que incorporé a la banda y que después tocó con Spinetta. Santaolalla me llama para formar Soluna que fue una experiencia espectacular para mí. Al poco tiempo empecé a ser el director musical de Sandra Mihanovich, que era otro palo. A partir de ella se empezó a notar mi faceta como compositor y no solo como pianista. Después recibí llamado de Miguel Abuelo para ser parte de Los Abuelos de la Nada. Yo le recomendé que lo llame a Andrés Calamaro que era amigo mío, compartíamos sala de ensayo y le prestaba mis teclados. Me tocó ser un poco el que le abrió la puerta a Andrés en el inicio de su carrera. Luego formé mi banda La Magia y comenzó mi carrera como interprete y no
paré más.
-Más allá del poder creativo que atravesó a tu generación, ¿qué pensás qué pasó en Argentina para que a partir de los 80, pos dictadura, el rock que parecía algo propio de un submundo estalle culturalmente de la manera que estalló?
-Lo que pasó, creo que es similar a cuando estás tapando una olla y le sacás la tapa, explota todo. La tapa era la dictadura, la bomba era la juventud y su necesidad de expresarse. Necesidad de libertad y todo el talento de esta segunda generación. La primera generación era Spinetta, todas las derivaciones de Manal, Lito Nebbia. En los 80 había un semillero de músicos y artistas que tenían una necesidad de salir a la luz. Cuando llegó la democracia y un poco motivado por la lamentable guerra de Las Malvinas, donde las radios solamente podían pasar música en español, había una base de música en castellano muy fuerte y las nuevas generaciones se abrazan a esos artistas. A mí como a otros nos tocó ser parte de esa generación que luego de más de 40 años, algunos seguimos en carrera, frescos y otros ya no están.
Una voz cercana a la gente
-Siempre fuiste un artista muy cercano a la gente, a lo que nos pasaba como sociedad. De hecho, ya en el 83 cuando el rock nacional se populariza después de la dictadura, le pusiste voz al conflicto bélico de Malvinas o el tema Indulto en el año 93. Incluso Volver a empezar, es un tema que como oyente lo podemos interpelar desde el lado amoroso o social, implicando lo que era volver a empezar en una década que nos atravesaba desde el dolor de la crisis económica. Hay una huella en la cultura nuestra donde te encuentra en un lugar de popularidad, por ponerle música a determinados momentos. ¿Cómo se lidia con eso?
-Más allá de que la Argentina tiene como característica estar en un constante volver a empezar… La popularidad no es algo que uno elige. La popularidad es algo que te elige a vos. Si no, sería muy fácil y todos los artistas tendrían carrera de popularidad. La popularidad es una consecuencia de una forma de ser, de decir las cosas y quizás de una continuidad que hace que la gente a través de los años te siga reconociendo como la misma persona. Yo desde muy chico he tenido la vocación de documentar el camino de mi vida y el camino de algunos momentos donde estamos involucrados todos como sociedad, como la guerra de Malvinas o los indultos.
Gentileza.
-A principio de año sacaste un video que documenta el atentado a la embajada de Israel ¿Cómo fue la experiencia?
-Fue un pedido de la Embajada de Israel en Argentina. Me pidieron que componga la canción. Fue como uno de esos trabajos que le encomendaban a los artistas de la antigüedad. Para mí fue un desafió superdifícil, hacer una canción que hable de un hecho tan dramático, violento o primitivo como es un atentado terrorista. Como lo es hoy el atentado contra el Estado de Israel.
-Es un video que está muy bien logrado, impacta la pregunta que dejás abierta en la canción, ¿dónde estará la libertad?
-Sí, ¿dónde está la justicia?, ¿dónde está la verdad?, ¿dónde está la verdad en masacrar bebés, mujeres, ancianos? Me pregunto, ¿cuál es la excusa?, ¿cuál es la justificación?
-Tu huella en lo popular, te lleva a la convivencia con distintos géneros, y artistas.
-Sí, fundamentalmente, más que distintos géneros, distintas personas. Y eso fue una característica mía de toda la vida.
-Este año te encontró haciendo una versión de Secretos con el grupo de cuarteto La K’onga.
-Sí, ellos me lo propusieron y les dije que sí.
-¿Cómo fue esa experiencia?
-Muy divertida. Cuando uno tiene la edad que tengo yo y ha transitado tantas cosas en la vida, lo que querés es entusiasmo, nutrirte de algo distinto. La invitación de La K’onga a hacer esta versión en un estadio lleno de chicos jóvenes fue una experiencia maravillosa. Me pasó algo similar cuando La Mona Giménez me llamó para hacer una versión de Todo a pulmón en cuarteto. Yo prefiero decir sí. Hay gente que le tiene mucho miedo a los cambios, a las cosas que quizás uno cree que no lo representan. Yo soy al revés, digo a todo que sí, salvo que no tenga buena onda o química con la persona. Así puedo decir que sí con Papo, con Armando Manzanero, con Santana, la Negra Sosa o Sandra Mihanovich. Soy una persona que he tratado de ser abierto y respetuoso por más que sean personas de otra generación, de otra cultura y tengan un ritmo distinto al mío. Yo me digo, ojalá pudiera aprender algo, por ejemplo de la cumbia. Ahora estoy teniendo experiencia con músicos que son de esa cultura y me encanta. Los veo tocar, me enriquezco con algo que no es de mi raíz.
Sobre la gira Grandes Éxitos
-¿Cuál es el espíritu de esta gira?
-La gira empezó por Israel este año, en la ciudad de Tel Aviv, lamentablemente hoy está en guerra. Es una gira que se llama Grandes
Éxitos, después fuimos a España. En Argentina venimos realizando más de cuarenta conciertos, con toda la banda. Somos una banda muy grande, con el equipo técnico somos más de veinte personas y la estamos produciendo y financiando nosotros como equipo. También estamos filmando un pequeño documental sobre los teatros más lindos que tiene la República Argentina. Es proyecto que tiene como concepto, en vez de tocar en grandes estadios, tocar en teatros y mostrar en las redes sociales las salas de cada una de las localidades donde tocamos. El concierto en sí, tiene que ver con cuatro décadas de mi carrera, de mi repertorio, y de las canciones que han acompañado la vida de mis compatriotas desde que yo empecé a cantar.
-¿Tenés un mapa diagramado?
-Sí, está en mis redes sociales. Ya fueron más de cuarenta ciudades en las que toqué. Hemos tocado en la ciudad de Santa Fe, tenemos para adelante la ciudad de Tucumán, estuvimos en San Juan, San Luis y Mendoza, donde fue muy exitosa esa parte de la gira. Hemos recorrido la provincia de La Pampa, en la provincia de Córdoba hicimos once localidades.
Rock actual y próximo disco
-Venís de esa generación que padeció la persecución y la censura artística, ¿qué te genera que en los jóvenes penetren los discursos negacionistas o reduccionista de ese contexto? ¿Qué sensaciones te genera como testigo de aquella época?
-Es indudable que la gente que no lo vivió por más que lo lean en los libros de historia o se lo hayan contado sus padres, abuelos, tíos, no es lo mismo. Nosotros estamos marcados por la dictadura, y siendo estudiantes de colegio secundario que hemos estado ligados a escuelas del Estado, todos hemos tenido pérdidas. En lo familiar yo he tenido varios familiares que se tuvieron que ir del país por sus ideologías. He tenido mis problemas policiales por el hecho de ser un joven que tocaba de noche con el pelo largo. Hoy en día el rock está ligado a otra cosa, con otra literatura y poesía. No escucho mucho rock contestatario, no veo mucha poesía como alternativa. Lo que veo son estéticas. Digamos que por su parte positiva, podemos transcurrir nuestros problemas en democracia, con libertad de expresión, entonces la expresión es más normal, pasatista. Lo veo en las generaciones nuevas, donde la poesía es muy personal, sexual, íntima, sin contenidos sociales, esa es mi visión. Por supuesto que seguramente lo habrá y yo no la conozco, pero le falta ese contenido, esa bronca y necesidad de libertad que tuvimos que vivir nosotros.
-¿Estás trabajando en algún nuevo material discográfico?
-Sí, para el año que viene. Acabo de lanzar la primera canción, que se llama A tu lado, que es una canción de estilo clásico, de balada. Está acompañada con piano y orquesta. Es la última canción que yo le pude mostrar en vida a quien fue como un hermano mayor mio, Armando Manzano. A tu lado es la primera canción que lanzamos y el año que viene salen canciones mucho más alternativas. Una puede ser con Juanse, otros con artistas completamente eclécticos, como me gusta a mí.
La ciudad de Rosario espera el desembarco de Alejandro Lerner el próximo viernes 24 de noviembre a partir de las 21 horas en el teatro El Círculo. Las entradas se pueden conseguir por Ticketeck o en boleterías del teatro.