Las intensas precipitaciones ocasionaron un aumento extraordinario del caudal en la zona de las Cataratas. En la capital provincial se espera que el nivel se acerque a niveles de alerta.
En las últimas horas el río Iguazú atravesó una de sus crecidas más importantes del último tiempo. Las intensas precipitaciones generaron un incremento extraordinario del nivel que llegó este lunes por la mañana a los 31 metros en el puerto homónimo, creciendo así más de 12 mts en menos de 24 horas.
Esta mañana, el caudal alcanzó los 24.100 m3/seg. lo que generó que en la Garganta del Diablo (el salto más importante de las Cataratas) se reporte el desplazamiento de 5 tramos de 12 metros de las pasarelas. Esta situación de alerta hizo que el Parque Nacional cierre sus puertas hasta que el panorama mejore.
“El pico desde el río Iguazú está trayendo una crecida al río Paraná, de similares características a las que tuvimos en la misma época del año pasado, un poco superior. La crecida está siendo controlada porque desde el lado del río Paraná, el vertedero de Itaipú está almacenando agua y de no producirse más lluvias va a poder seguir haciéndolo durante algunos días más”, comentó Gustavo Villa Uría, subsecretario de Obras Hidráulicas en el Ministerio de Obras Públicas de la Nación, en diálogo con El Litoral.
El impacto en Santa Fe
Al igual que en toda la cuenca media y baja del río Paraná, el puerto de Santa Fe presenta desde la últimas semanas tendencia al ascenso del nivel. Según el último registro de la Prefectura local, el hidrómetro medió 3,17 metros.
“Lo que está llegando por el Iguazú va a producir una crecida sobre el río Paraná, de igual manera todavía no se llega a niveles de aguas altas. Hay que ir viendo día a día, situación por situación y tendríamos un escenario más complejo hacia el final del otoño”, comentó Villa Uría.
Al tener en cuenta que el nivel de alerta para Santa Fe es de 5,30 mts y el de evacuación es al llegar a los 5,70 mts, el subsecretario de Obras Hidráulicas mencionó que “podemos prever que llegue al orden entre los 4 y los 4.50 metros. Todavía es muy preliminar, hay que esperar que el evento culmine porque está en pleno curso (sobre lo que sucede en el Iguazú)”, y agregó que la crecida del río Paraná “será gradual”.
Mitigación del impacto
Desde la represa Itaipú emitieron un comunicado en las últimas horas, en el que detallan lo sucedido en los últimos días: “Debido a los acumulados significativos de precipitación en la cuenca del río Iguazú en los últimos días y al aumento de caudales, las centrales hidroeléctricas de la región sur del Brasil se vieron obligadas a abrir sus vertederos, lo que resultó en la elevación del nivel del río Paraná”.
Ante este escenario, desde la empresa binacional llevan adelante “una planificación estratégica para controlar el nivel del embalse además de mitigar los impactos de la crecida en su área de influencia, aguas abajo”, sostienen en la misiva y explican que “la crecida aguas abajo representa un desafío importante con el caudal en la confluencia de los ríos Paraná e Iguazú aumentando de 16.000m³/s, el 27 de octubre, a una proyección de 32.000 m³/s para el 30 de octubre, que se da en función a las descargas de las centrales del río Iguazú”.
Más allá de que desde Itaipú puedan almacenar agua para evitar una mayor crecida, el almacenamiento llegará a tope dentro de los próximos días. “Las precipitaciones también han ocurrido en la región incremental del embalse de Itaipú, donde se estima que luego de utilizar su volumen de espera dará inicio al proceso de apertura del vertedero, en principio, para el 2 de noviembre, alcanzando su nivel máximo al día 5. Es importante destacar que esto se dará luego de obtenerse el pico estimado de la crecida aguas abajo previsto para el 30 de octubre”, explicaron. Y detallaron que el 2 de noviembre se hace necesaria la apertura del vertedero para control del nivel que se iría incrementando día a día, aprovechando el descenso previsto del río Iguazú.