Marcelo Erizaga es de Santa Ana y semanalmente viaja a Chajarí para practicar tiro con arco. Pablo Sañudo es de Chajarí, se sumó a la propuesta recientemente y ya sueña con poder competir el año siguiente.

En octubre se conmemora el mes de la inclusión. Con el fin de concientizar a la sociedad sobre la importancia de la incorporación de las personas con discapacidad en las actividades cotidianas, cuentan su historia.

En Arquería Ferro demuestran lo inclusivo que es este deporte. Al grupo de personas sordas que venían practicando se le sumó otro horario con dos arqueros ciegos, quienes entrenan con las adaptaciones reglamentarias, y ya sueñan con competir el próximo año.

Marcelo, de su historia, contó que perdió la visión hace 40 años, cuando tenía 15 luego de recibir un golpe. En estas cuatro décadas practicó otros deportes a través de la organización ACiCon (Asociación de Ciegos de Concordia). “En ese lugar aprendí muchas cosas, siempre acompañado por mi hermana, a quien estoy agradecido siempre, porque el acompañamiento de la familia es fundamental”. En este espacio practicó bochas para ciegos y consiguió podios en torneos provinciales y nacionales.

En el caso de Pablo, él perdió la visión total hace un año y cuatro meses. En este tiempo el deporte fue su gran aliado para reencontrarse de una manera diferente con el mundo. “Estoy aprendiendo, todos tenemos la posibilidad, podemos andar, movernos y caminar, así que lo podemos hacer”. Pablo recordó que hacía algunos años que quería sumarse a la arquería, pero fue recién una vez que perdió la visión cuando tomó la determinación. “Parece que es difícil pero sólo es cuestión de tener un poco de ganas y seguir las instrucciones”.

SENTIR QUE SE VUELVE A VER

Aunque los arqueros recuerdan que comenzaron con algunos miedos, los fueron superando con el correr de las clases. “Los profesores nos explican cómo hacerlo, tienen mucha paciencia, obviamente hay que tener algunos cuidados, pero más que nada para protección de uno”.

En este punto Pablo remarcó que, en las clases, “me hicieron sentir que no era más ciego, eso fue uno de los ´power´ que le tuve, sentirse cómodo y donde no hay un limitante para practicar”.

Marcelo aseguró que siente que está en un lugar “donde saben lo que están haciendo, nos tienen mucha paciencia los profesores y eso nos hace sentir cómodos y las cosas salen más fácil”.

DEPORTE ADAPTADO

Para saber de qué manera se adapta la arquería para personas ciegas, consultamos a la instructora Julieta Sírtori, quien explicó que hay diferentes tipos de adaptaciones, en el caso de las personas ciegas de Chajarí es la categoría B1.

“Se utiliza una mira táctil que está sujeta a un trípode donde ellos apoyan el dorso de la mano entre los nudillos, y una base de madera que les indica dónde pararse de manera correcta, para estar alineados a la contención”.

En Arquería del Club Ferrocarril también se sumaron los blancos en relieve, para que puedan sentir y saber ellos mismos dónde fueron sus disparos”. Vale aclarar que esta adaptación no está permitida para competencias, pero sí para prácticas.
Entre lo que aún resta por sumar al lugar en el que practican están los carriles de cuerdas para que los mismos arqueros puedan ir solos a recuperar sus flechas. “Hasta ahora los acompañamos nosotros, pero de a poco lo vamos a ir haciendo” explicó la instructora.

LAS COMPETENCIAS

Al estar federada en FATArco (Federación Argentina deTiro con Arco) y a FETArco (Federación Entrerriana de Tiro con Arco) los arqueros ya están habilitados para competir y se espera que puedan hacerlo a partir de 2024.

La entrevistada agradeció también la incorporación de Aníbal Cracco, profesor de educación Física e instructor de arquería, “él fue quien trajo la arquería a Chajarí así que es un honor tenerlo trabajando con nosotros”.

Finalmente remarcó el valor inclusivo del deporte, “absolutamente todos los que llegan a la escuela, prueban y tiran, sólo hay que tener voluntad, incluso hay personas amputadas que lo practican, no hay limitantes”, aseguró.