Entrevista con Betania Cappato

Estreno de "La mujer hormiga": ficción inspirada en sobrevivientes de la tragedia de Arroyo Leyes


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La película es producida por Rita Cine, y ganó en las ternas de producción y postproducción de la convocatoria del Plan Fomento, y se filmó en la ciudad de Santa Fe, Arroyo Leyes y Cayastá. Es la historia de dos hermanas y su vínculo signado por la tragedia. “La vida tranquila de Virginia se ve sacudida por la visita de Renata, y empiezan a asomar las consecuencias de un accidente, los traumas irresolubles, las heridas. Una película de climas y texturas, que nos va sumergiendo en una emoción que no por contenida es menos potente”, adelanta la sinopsis.

En el film, las actrices Eugenia Alonso y Julieta Vallina le ponen el cuerpo a un vínculo conmovedor, construido desde el gesto y el detalle, que –como el agua que todo lo atraviesa– va desbordando de a poco. Su directora Cappato brindó una entrevista a Mirador pocos días previos al estreno, al que asistirá junto a su co-director y parte del equipo de producción completamente santafesina.

Mirador: -En la sinopsis se plantea una “guerra silenciosa” entre las protagonistas que deviene de la tragedia familiar de antaño. ¿Cómo surgió la historia? ¿Y qué los atrajo de contar esta historia de conflicto entre hermanas adultas?
Betania Cappato: -La tragedia es el subrayado de un punto en común (un pasado en común) que las une para siempre. Un pasado que vuelve ahora que muchos años después ellas se verán obligadas a volver a convivir. “La tragedia” vivida por ambas representa el miedo, los traumas como consecuencia de las cosas no dichas, no resueltas entre ambas. Para contar la historia nos basamos en un hecho de la vida real que fue un accidente que marcó a generaciones, cuando el 20 de noviembre de 1970 un colectivo interurbano cayó desde un puente en el arroyo Leyes, y murieron 55 personas. Gracias al rescate de un pescador pudieron sobrevivir seis. Entre ellas una beba que quedó flotando en el agua y fue rescatada junto a la orilla por un pescador. Si bien los personajes no están inspirados directamente en casos puntuales del accidente, durante el periodo de investigación, sí fuimos estudiando diferentes testimonios de los sobrevivientes de ese accidente. Pensamos cómo, en el medio de la tragedia, aparece el milagro. En nuestra historia pensamos en nuestras protagonistas cuyas vidas están marcadas por una tragedia que las une de manera profunda, y las convierte en sobrevivientes a la vez.

La pregunta que nos hicimos fue cómo continuar con la vida habiendo sobrevivido a una tragedia, cuál es el valor que empieza a tener esa vida tras el contacto tan cercano con la posible de la muerte. Fue de las primeras ideas que atraviesa la película, y se piensa en torno al valor de la vida desde lo cotidiano, de cómo enfrentar la vida desde esas pequeñas acciones mínimas que conforman la vida de las personas.

Para las protagonistas, el haber atravesado este hecho en su temprana infancia las marcó para siempre de una forma muy profunda y a lo largo de sus vidas las hace atravesar situaciones extremas, como Renata la perdida de un miembro de su cuerpo, y cómo continuar la vida con esa marca imborrable en el cuerpo. Cómo afronta ese miedo impregnado en el recuerdo y en el cuerpo mismo.

Una de las preguntas es si se supera, si uno sigue siendo el mismo, y si se vuelve más vulnerable o más fuerte tras estas situaciones. Son preguntas que giran en torno a estas hermanas.

-Hay un paralelismo entre lo que ocurre en ese jardín con las hormigas, y los conflictos que se desarrollan en esta historia de hermanas. ¿No?
-Hay un paralelismo entre lo que ocurre entre las hermanas y con las hormigas. En el principio de la película hay una invasión de hormigas en casa de Virginia, y esto coincide con la llegada de su hermana. Dos hilos narrativos que se van cruzando toda la película, donde Renata como las hormigas va invadiendo su espacio de Virginia, su familia. Es una historia que va más allá de lo que les sucede, busca mostrar un paisaje personal del conflicto entre estas dos hermanas. Por eso distintos elementos, como las hormigas, ayudan a encontrar una imagen de estos conflictos internos, para exteriorizarlos en su vida cotidiana. Los encuadres son elegidos en ese sentido en las distintas escenas, así como la luz o el paisaje sonoro.

-Esta es tu segunda película como largometraje, y luego de la premiada “Una escuela en cerro hueso”, que ganó la competencia latinoamericana en el Festival de Mar del Plata. ¿Cómo fue filmar esta vez junto a otra persona codirigiendo?
-Es mi segunda película de ficción, pero es como una primera, porque esta realmente se sumerge en los aspectos formales de la ficción. Los actores y elementos son construidos para la película. En cambio, en “Una escuela en cerro hueso”, la ficción es más cercana al documental. En este caso es un dispositivo 100 por ciento ficcional, y por eso es un nuevo desafío para mí como directora. Como film codirigido, con Adrián Suárez fue un placer. Hemos trabajado en otras películas, y formado equipo en películas de Iván Fund y ha sido mi director de arte. Somos amigos, y compartimos una visión del cine y eso hace que el trabajo sea más fluido. El trabajo se enriqueció para mí con esto de intercambiar las ideas al decidir la dirección de las escenas. Tanto cuando estamos de acuerdo, reforzar las ideas, así como cuando estábamos en desacuerdo, debatir y poner en revisión cada decisión de como iba a salir finalmente cada escena.

-Finalmente, ¿qué expectativas tienen con la competencia oficial argentina de cara a este jueves?
-Estar en la competencia argentina y en Mar del Plata es un honor, y la expectativa es compartir la película con el público. Porque ha atravesado no solo nuestras vidas profesionales, sino también lo personal, ya que decidimos conservarla muy en el círculo íntimo. Esto fue porque una de las protagonistas, Julieta Vallina, falleció en 2022, y eso fue un tema muy sensible para todo el equipo, y por eso la hemos preservado hasta ahora. Entonces para todo el equipo, compartirlo con otros es importante y muy sensible. Tenemos muchas ganas y Mar del Plata es el mejor lugar para hacerlo. Es un lugar de reunión con afectos donde las películas son cuidadas y nos sentimos queridos. Estamos convencidos de que el trabajo de Eugenia Alonso y Juli Vallina fue maravilloso, y creemos que Juli está reflejada en todo su talento y potencial de forma poderosa en este personaje inolvidable, que creemos ella merece.


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