En un Anfiteatro San Jorge tan verde como se podía, producto de una semana de copiosas lluvias que bañaron los pastos de toda la región, la Fiesta de Villa Elisa en conmemoración de sus 133 años se realizó durante el pasado fin de semana con la participación de músicos, patio gastronómico y espacios para el baile y la diversión.

El sábado 4 de noviembre fue la primera noche de festejos y a partir de las 19, comenzaron a llegar los primeros sillones playeros que, por esta vez, se instalaron sobre el césped del anfiteatro que es protagonista en cada una de las grandes celebraciones que ocurren en la ciudad jardín.

Con la excusa de agasajar a la ciudad en un nuevo aniversario de su fundación, la comunidad elisense volvió a tener un espacio de encuentro para la charla, las risas y algún que otro chisme. En los alrededores del lugar dispuesto para los asientos se encontraba la feria de emprendedores, un campo de la economía que creció en los últimos años gracias al esfuerzo y la creatividad de quienes sostienen cada uno de los puestos. Velas, vasos, artículos en madera, juegos y diversos elementos para el hogar eran algunas de las propuestas en escena.

Al mismo tiempo que llegaban los primeros curiosos, los humos del patio gastronómico ya entraban por el olfato y avivaba el hambre y la gula: sandwiches de bondiola, lomo y pernil de cerdo, pizzas, empanadas y picadas eran parte de la carta que dispusieron los emprendimientos gastronómicos a cargo del patio de comidas. Además, se generó un espacio de comidas realizadas por las asociaciones de inmigrantes de la ciudad, se ofreció cerveza artesanal, tragos y opciones dulces, como helados y budines.

LA MÚSICA, PRESENTE

A medida que la noche le fue ganando al día, el predio del anfiteatro se fue llenando de familias y las primeras bandas se hicieron presentes en el escenario dispuesto para esta ocasión especial. La última Folk, que en el mes de sus 10 años hizo disfrutar a los presentes con versiones propias del cancionero folclórico popular. Con dos guitarras (criolla y eléctrica), bajo, batería y acordeón, dieron la bienvenida a algunos de los últimos en llegar al anfiteatro, dando comienzo oficial al festejo elisense.

Luego, el violín de Jóvenes Musiqueros se hizo presente en una noche despejada y con un clima ideal para aprovechar de la buena música. La banda oriunda de Buenos Aires continuó con el género folclórico con el que había comenzado el festival e interactuó con el público bajando del escenario y bailando con mayores y niños.

Como cierre de la primera jornada, la banda sanjosesina The medio kilo hizo bailar al ritmo de la cumbia y la música tropical ya entrada la medianoche.

UN DOMINGO DE ENCUENTRO

La segunda noche de la fiesta siguió el domingo 5 de noviembre con mucha participación y nuevas bandas que subieron al escenario dispuesto sobre el bulevar Schroeder. Al igual que la jornada anterior, los primeros sillones se fueron abriendo llegando las 19, aunque se mostró una mayor ansiedad de los elisenses que fueron llenando los lugares cercanos al escenario bien temprano en la tarde noche. Los emprendimientos y el patio de comidas acompañaron nuevamente.

El amanecer de un domingo ventoso, fresco y con poco sol hizo dudar sobre la posibilidad de llevar adelante de la mejor forma posible el evento, pero durante la tarde el sol salió, la jornada se volvió más cálida y la noche se presentó ideal para la realización de la segunda noche de festejos. La Banda de la Policía de Entre Ríos fue la encargada de reinaugurar el escenario con una gran variedad de canciones de distintos géneros.

Luego fue el momento de la banda concordiense De la ostia, que cuenta con más de 20 años en la escena tropical y que fue ambientando la noche para darle paso a La Cumbia, una banda oriunda de Berazategui formada en 1997 y que hizo bailar a todos.

CANTINAS A BENEFICIO

Semanas antes a la realización de la fiesta, la Municipalidad de Villa Elisa realizó una convocatoria, desde el Área de Cultura y Educación, a instituciones locales que desearan formar parte del servicio de cantina del evento con el objetivo de “brindar la posibilidad a instituciones de la ciudad de generar recursos adicionales”, según lo informado por los organizadores. De esta manera, seis instituciones de Villa Elisa se presentaron y trabajaron en conjunto en las dos noches de festejos.

Pecary Rugby, Grupo Así, Iglesia Camino Nuevo, Centro Cristiano Piedras Vivas, Escuela de Danzas Isadora Duncan y Diversidad Viva fueron las seis que se presentaron para participar. Una vez finalizado el evento, durante la semana se realizó el balance de los beneficios obtenidos y cada una de las instituciones recibió poco más de 400 mil pesos surgidos de la venta de comida y bebida.

ACTO OFICIAL

Previo a la realización del festival, el jueves 2 de noviembre se realizó el acto de conmemoración por los 133 años de Villa Elisa y el centenario de la conformación de la Primera Junta de Fomento. La actividad se realizó en el Auditorio Municipal Heraldo Peragallo con la participación de autoridades municipales y representantes de instituciones de la ciudad.

La Junta de Fomento fue la primera organización gubernamental que tuvo Villa Elisa, siendo José Moix el primer presidente. En relación a eso, se entregaron recordatorios a los familiares del primer equipo de autoridades como también a los sucesores de los presidentes de juntas hasta 1971. Además, se colocó una placa recordatoria con la frase “Una comunidad se fortalece por la visión, el compromiso y la acción conjunta de sus integrantes”.

A modo de cierre del acto se presentó el Ensamble Musical local, integrado por Ezequiel Fretes, Gustavo Roude, Martín Zermathen, Agustín García y Sebastián Charreun. También estuvo Roberto Romani, con su arte poético y musical junto a Hugo y Celestino Mena, ofreciendo un repertorio musical de chacareras, chamamés y chamarritas.