Buscan a los responsables del ataque

Violento golpe comando en el Hospital Provincial de Rosario: en la huida mataron a un policía

Irrumpieron en la noche del martes 14 en el nosocomio ubicado en el centro de la ciudad. Hubo varios disparos y no pudieron lograr su cometido. Cuando huían asesinaron a un subinspector de un disparo en el cráneo.    


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Los sicarios sumaron un nuevo hecho de extrema gravedad en el centro de Rosario. Cuando parecía que ya nada podría superar lo que viene sucediendo desde hace varios años, que convirtieron a la cuna de la bandera en el centro de la violencia, un hecho de características cinematográficas tuvo como escenario un hospital en el cual había decenas de personas, y como saldo un policía asesinado. Es el segundo uniformado asesinado en el lapso de dos meses.

Todo comenzó minutos después de las 21 del martes 14 de noviembre en el hospital Provincial, situado en la manzana comprendida por las calles Alem, Zeballos, 1º de Mayo y 9 de Julio, en plano barrio Martin, a 6 cuadras del Monumento a la Bandera.

Según los primeros datos obtenidos en el marco de la investigación, entre dos y tres personas ingresaron al hospital por el sector de guardia, ubicado sobre calle Zeballos al 400.

 

 

La guardia del Hospital Provincial permanecía cerrada luego del violento ataque.Foto: Marcelo Manera

 

 

Al parecer, entraron con la intención de ubicar a un preso, identificado como Gabriel Lencina, quien está cumpliendo condenas por homicidio y tentativa de homicidio en el penal de Piñero, que estaba internado desde el lunes por un cuadro de tuberculosis.

El preso ya había recibido el alta y estaba a la espera de ser trasladado en una combi del Servicio Penitenciario nuevamente a la Unidad Penitenciaria Nº 11, al sudoeste de Rosario, por lo que se presume que los sicarios tenían esos datos y por eso ingresaron en la noche del martes.

 

 

Profesionales de la salud e integrantes de la sociedad se manifestaron tras lo sucedido.Foto: Marcelo Manera

 

Las personas que ingresaron tenían sus caras cubiertas por barbijos. Entraron como cualquier persona que va a atenderse, pero en instantes mostraron sus verdaderas intenciones. No se descarta que hayan hecho un trabajo de inteligencia previo, ya que ingresaron al hospital y rápidamente fueron hasta el sector donde se atiende a personas privadas de su libertad.

La fiscal en turno de la Unidad de Homicidios Dolosos, Gisela Paolicelli, señaló que los sicarios llegaron hasta el lugar donde estaba Lencina y lograron reducir a dos agentes del Servicio Penitenciario que estaban de custodia. Lograron arrebatarle el arma reglamentaria a uno y le pegaron un culatazo en el pómulo, por lo que luego fue atendido en el hospital.

En ese lugar se produjo un breve intercambio de disparos. Los tiros alertaron a quienes estaban en distintos sectores del hospital. Como no pudieron liberar al preso, los delincuentes se dieron a la fuga hacia la salida que da a calle Zeballos.

En base a los primeros datos recabados en el marco de la investigación la fiscal se inclinó por “la hipótesis de que (los sicarios) lo quisieron rescatar, porque tuvieron oportunidad para dispararle, lo tuvieron de frente”, y no lo hicieron.

Al escuchar los disparos, un policía que estaba en la garita que está sobre calle Zeballos (fuera del hospital), entró corriendo, y fue atacado a tiros. Recibió un disparo en el cráneo desde muy corta distancia y quedó tendido en el piso, mientras que los atacantes se dieron a la fuga corriendo por calle Zeballos hacia el oeste. Huyeron en un automóvil Fiat Uno gris, que estaba estacionado a los pocos metros. Se investiga si ese auto había sido denunciado por robo, confió una fuente judicial.

En tanto, el subinspector de policía, identificado como Leoncio Bermúdez, de 42 años, fue atendido en la guardia del Provincial y luego trasladado en ambulancia al hospital de emergencias Clemente Álvarez, donde falleció poco antes de las 23.

Además, una mujer que estaba como acompañante de una persona que iba a atenderse en la guardia fue alcanzada por un roce de bala en una de sus piernas y una enfermera fue atendida por contusiones varias.

Al lugar asistieron tanto el ministro de Seguridad, Claudio Brilloni, como la fiscal en turno de la Unidad de Homicidios Dolosos, Gisela Paolicelli.
Personal del gabinete criminalístico recogió dentro del hospital al menos una decena de vainas servidas, calibre 9 milímetros y una cantidad similar sobre calle Zeballos, que fueron enviadas a peritar. También se realizaron peritajes en la casilla que funciona como destacamento policial, ya que se descubrieron al menos 4 impactos, que se presume fueron hechos por las armas de los atacantes, para cubrir su escape.

En la madrugada del miércoles, el preso fue trasladado al penal de Piñero en el marco de un fuerte operativo de seguridad.

Por orden de la fiscal Paolicelli, se requisó el pabellón 9 del penal de Piñero y la celda donde se alojaba Lencina. Según contó, en el lugar se secuestraron varios teléfonos celulares y bochas de marihuana y cocaína.

También se secuestraron los teléfonos celulares del personal del Servicio Penitenciario que estaba de guardia al momento del ataque y de los 3 que llegaron con el objetivo de trasladar al preso a Piñero.

En tanto, en la mañana de este miércoles se comunicó desde el hospital que no se atendería al público, y que se realizarán asambleas entre el personal para decidir los pasos a seguir. En la reunión, se decidió el cierre del efector hasta tanto se garanticen las condiciones adecuadas para trabajar.

Policías asesinados

Es el segundo policía asesinado en lo que va del año en la ciudad de Rosario. El crimen anterior ocurrió frente a la sede de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), ubicada en barrio Saladillo, al sur de Rosario, en la tarde del 14 de septiembre, dos meses atrás.

Alrededor de las 15 de ese jueves, el policía César Carmona, de 50 años, estacionó su automóvil Ford Fiesta Kinetic de color negro sobre calle Lamadrid al 400, entre Salvá y Leyva. En un momento apareció un automóvil Citroën C3 color rojo, del cual bajaron dos personas, que fueron rápidamente hasta el auto de Carmona y le efectuaron varios disparos desde muy corta distancia.

Tras el ataque, los homicidas se subieron al Citroën, donde había al menos una persona más, y se dieron a la fuga.

En tanto, la víctima fue cargada en un auto particular por vecinos, que lo llevaron hasta el hospital Roque Sáenz Peña, ubicado a menos de un kilómetro, donde falleció a los pocos minutos de ingresar.

Un rato más tarde, agentes de la policía comunitaria dieron con el auto que utilizaron los sicarios en calle Sánchez de Bustamante al 400, unas 7 cuadras al sur del lugar del crimen. Según fuentes de la investigación, la patente del C3 había sido cambiada.

Con suma celeridad, entre la tarde del sábado 16 y la madrugada del domingo 17 de septiembre, fueron detenidos los 3 presuntos homicidas.
Uno de ellos en inmediaciones de José Ingenieros al 8300, de barrio Stella Maris, zona en la cual se cometieron 3 asesinatos en la última semana; otro en la zona de Camilo Aldao al 3800, en barrio Moderno y el restante en la zona de Piamonte al 2900, de barrio Puente Gallego, en el extremo sudoeste de Rosario.

Las 3 personas, todas de 22 años, fueron imputadas por homicidio agravado por el uso de arma de fuego, calificado por el concurso premeditado de más de dos personas y quedaron detenidos por plazo de ley (al menos dos años).


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