La ciudad de San Javier enfrenta una situación crítica debido a la crecida del río San Javier, que ha afectado gravemente el suministro de agua potable. La crecida, que comenzó el sábado 25 de noviembre, ha provocado la rotura de bombas y daños en la toma de la Cooperativa de Provisión de Servicios Públicos Asistenciales y de Vivienda de San Javier Limitada, encargada de proveer el servicio de agua a la ciudad.
El intendente Mario Migno solicitó al Ministerio de Educación de Santa Fe la suspensión de las clases en el turno tarde de este miércoles debido a los problemas en el suministro de agua potable, especialmente en los establecimientos educativos donde la cooperativa provee el servicio.
La situación se agrava con la acumulación de camalotes que dañan las instalaciones, resultando en la pérdida de la capacidad de potabilización. Actualmente, la planta potabilizadora trabaja solo con dos módulos de potabilización, ya que un tercero está fuera de servicio por reparación. La población ha sido instada a reducir al máximo el consumo, pero la falta de presión en los módulos dificulta la distribución adecuada del agua.
Foto: Gentileza.
La problemática se extiende a las viviendas, donde muchas familias solo reciben agua durante pocas horas del día, y en algunos sectores, la falta de presión impide que el agua llegue por completo. Las instituciones públicas, que dependen en gran medida del suministro de agua, están operando en condiciones inadecuadas e incluso inhumanas.
La cooperativa ha recibido el apoyo de instituciones como Bomberos Voluntarios y la Municipalidad de San Javier, pero la situación persiste y es especialmente preocupante debido a las altas temperaturas y la importancia del agua para la alimentación e higiene.
En paralelo, el hidrómetro local registró 7,20 metros al mediodía, según la información proporcionada por la Prefectura Naval. Se espera que el agua alcance su pico máximo este miércoles.
