Según Fernández, este brote ha afectado a varias provincias, incluyendo Santa Fe, Chaco y Corrientes, lo que llevó a la declaración de un alerta sanitario nacional. A pesar de la gravedad de la enfermedad, se destaca que el virus del oeste es el menos virulento de los tres y que, históricamente, la vacunación anual obligatoria fue una medida efectiva para prevenir brotes.

Sin embargo, debido al actual brote, la fabricación de vacunas se ha descontinuado, generando escasez en el mercado. Aunque se espera que los laboratorios restablezcan la producción en las próximas semanas, Fernández insta a la población a tomar medidas de precaución, como el uso de repelentes autorizados por el Senasa y la restricción de movimientos de equinos. En respuesta al aumento de casos, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) ha declarado la emergencia sanitaria a nivel nacional mediante la Resolución 1219/2023. Esta medida impone restricciones de movimientos y concentraciones de equinos, así como otras medidas sanitarias inmediatas y excepcionales.

La disposición 363/2023 también restringe los movimientos de egreso de equinos desde las provincias afectadas, como Corrientes y Santa Fe, hacia el resto del país. La emergencia nacional busca contener la propagación del virus y proteger la salud pública y la ganadería equina.

Se recomienda a la población seguir las indicaciones del Senasa, utilizar repelentes autorizados y mantenerse alerta ante cualquier síntoma en animales o personas, buscando atención médica en caso de sospecha de infección. La encefalomielitis equina puede tener una tasa de mortalidad del 20 al 30%, por lo que la prevención y la respuesta rápida son fundamentales.